Bueno, pasadas las dos horas, he venido a casa de Lovino.
No preguntaré qué diablos hacía Alfred en el baño, lavándose los dientes en ropa interior, ni que demonios hacia Lovino gritando insultos en italiano a una película.
En español.
Últimamente, apenas y las clases se hacen; Los profesores han tenido muchos problemas, y tienen que investigar un caso...
Bueh, tampoco es como si importara.
-Ya llegaste, bastardo. -Me dijo Lovino, mientras me dirigía la mirada.
-No me digas, fíjate que aún estoy en casa, me veo desde aquí. -Lo peor fue que el imbécil se asomó a la ventana para ver si aún estaba en casa.
-No jodas, ven acá. -Me tomó de la muñeca, y me llevó a una amplia mesa.
-Dime a qué eres alérgico. -Se rió-, No vaya a ser que caigas al hospital y Kiku se quede solito. -Y me dio una palmada.
Rápidamente, me puso en frente de la mesa, distintos platillos.
-Pero yo no sé a que soy alérgico. -Le comenté.
-Lo sabremos a la mala. -Dijo con sonrisa lasciva.
Después de media hora, resultó que las flores me hacían estornudar un poco, pero no mucho; y entonces, Kiku llegó.
-¿Lovino-kun? ¿Usted le dio ésta dirección a Elizabetha?. -Le extendió el papel y entró-, Interesante. -Kiku entró a la casa, y de inmediato, Lovino lo invitó a sentarse.
De un momento a otro, Alfred me había pasado unas flores, y yo me quedé mirando todo incrédulo.
-¡Kiku! ¡Las flores que tiene Arthur son para pedir perdón por joder todas sus citas!. -Fruncí el ceño con un puchero; ellos joden mis citas, no yo.
-Adelante. -Sin darme cuenta, Lovino tenía puesta una pechera, y hizo ademán de abrir la silla, haciendo que Kiku se sentara.
-Traeré sus platos. psst, Alfred. -Lo llamó Lovino siseando, y Alfred salió de la cocina.
-Bueno... ¿Y de qué va todo esto, Arthur-san?. -Preguntó Kiku, revolviendo su comida a tientas, jugueteando con ella.
-Supongo que los chicos sentían culpa. -Contesté.
-¿Culpa de que casi muera en la primera cita, y luego que usted casi se muera en la segunda?. -Me preguntó alzando una ceja, y picando el plato con el tenedor.
Me puse nervioso-. Algo así. -Le contesté.
-¡Tomen el postre!. -Lovino nos puso helados frente, y un vaso de té helado para acompañar la comida.
-¡No comas ese helado!. -Le grité a Kiku, viendo como aproximaba a él-, ¡Deben haberle puesto algo!. -Lovino alzó una ceja.
-Ya sabes, dicen que la venganza es fría y dulce como un helado. -Comenté, tomando el té helado.
-Oh... pero yo no le hice nada al helado. -Comentó Lovino, tomando la cuchara y sacando un poco de helado, para comerlo-, Lo que tiene laxante, es el té helado que ahora mismo estás bebiendo, Arthur. -Alfred comenzó a reír, y mi estómago empezó a retorcer.
Ugh, me han jodido la tercera cita, Pero al menos Kiku se estaba riendo.
¿Quién dijo que la tercera es la vencida?.
¿O qué la venganza es un helado?.
Los maldigo a todos.
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[APH] [AU] Diario de observación de Arthur Kirkland. (AsaKiku)
FanfictionDía xx, del mes xx: Empecé a escribir un diario, por la sugerencia del barbón cara de rana -No sé por que la seguí, no es como si estuviera tan solo-, además, hay más motivos. Uno de esos es... él.