Comenzamos con algo normal.
Me preguntó que eran todos esos ruidos extraños que venían del armario, que parecía que tenía amarrado a alguien o que sé yo.
Pfft, claro que no tenía amarrado a nadie, sólo los encerré y les puse cinta adhesiva en la boca, y até las muñecas de mis dos mejores amigos.
No los amarré completamente.
Bueno, seguidamente, Kiku dejó las palomitas de maíz en una fuente, y nos pusimos a ver la película que a Kiku le gusta.
"El curioso caso de Benjamin Button".
Tomamos asiento en el suelo -No en el sillón, vaya a ser que Scott piense cualquier cosa si la funda que tiene sobre las almohadas se mueve un poco-, y nos acomodamos, justo después de que Kiku dejara los bocadillos sobre la mesa de centro, y apagara la luz.
-Pfft, el protagonista no sería tan guapo, si no le pusieran kilos de maquillaje. -Me quejé cuando Kiku se puso a mi lado, y se apoyó en mi pecho haciendo arrumacos.
-No sé de que se queja tanto, Arthur-san. Usted también es guapo. -Me comentó levantándose para coger un caramelo.
-No sé de que hablas Kiku. -Le dije algo presumido-, Si yo-
-Bueno, tampoco diré que es Brad Pitt, pero algo es algo. -Finalizó echando el caramelo en su boca.
Me dio un tic en la ceja derecha, y lo cogí de la muñeca para que se recostara en mi pecho de nuevo.
Iba todo de maravillas, cuando los imbéciles de Lovino y Alfred comenzaron a gritar como desesperados, y a Alfred le sonó el celular.
¿¡Quién en su sano juicio tendría un opening de que serie sé yo como tono, y como sabría que alertaría a Kiku?.
Sí, me deben una grande.
Después, los eché de casa de una patada, y volvimos a ver la película.
Volvimos a acomodarnos, y ya casi estábamos en la mitad del cd... cuando se me ocurrió la genial idea de sacar un dulce.
Kiku estaba estirado, y los caramelos estaban detrás de él.
Pasé mi brazo por detrás de su nuca, aprovechando la excusa de los caramelos... y cogí uno, bastante suave de hecho.
Lo metí a mi boca sin preocupación, notando que era bastante amargo... demasiado, a decir verdad.
-¡Arthur-san!. -Lo escuché gritar de pronto, apuntando a mi mano.
Que de por sí, estaba negra.
Kiku se levantó rápidamente, y prendió la luz, mientras yo bebía el jugo que nos habíamos servido.
-¡Se ha comido una colilla de cigarro!. -Vociferó con espanto.
Me ahogué con el jugo ¡Lo natural!.
Comencé a toser de una forma horrible, y sentía como todo me daba vueltas y me apretaba la cabeza.
Me estiré en el sofá, aún tosiendo y con esa horrible sensación de escozor en mi garganta, mientras Kiku se veía desesperado.
Entonces, mi 'adorable' japonés, de un golpe en la cabeza, me tumbó en el sofá, y se subió encima mío.
¡Me sentía ahogado!.
Y sucedió que de tanta emoción, me desmayé.
¡Pero aún estaba consciente!.
Bueno... lo que recuerdo es que Kiku puso ambas manos sobre mi estómago, para poder acercarse a mis labios.
-No se enoje Arthur-san, pero le haré respiración boca a boca. -Sentía de cerca su respiración en mis labios y...
-¡¡Lo siento!!. -Gritó Manuel.
-¡No en mi sofá!. -Dijo Allistor.
-¡Ayuden a Arthur-san!. -Kiku se levantó, y se fue de la casa, ya que escuché el portazo.
Definitivamente... cuatro son multitud en esa casa.
Segunda cita, fallida.
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[APH] [AU] Diario de observación de Arthur Kirkland. (AsaKiku)
FanfictionDía xx, del mes xx: Empecé a escribir un diario, por la sugerencia del barbón cara de rana -No sé por que la seguí, no es como si estuviera tan solo-, además, hay más motivos. Uno de esos es... él.