Caso 31

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Diario:

No fue un buen día.

Bueno, no es que me guste que Lovino me llamara a las tres am, justo después del toque de queda, y que además, estuviera con Alfred. 

La charla se vino pesada, y entre explicaciones y explicaciones, charlas, juegos, cabezazos e insultos, llegamos al tema de cuando llegué al internado.

Le pedía a las hadas que me salvaran.

-Bueno, ese beso que viste...

en ese momento, abrí mis ojos con sorpresa, ¿Hubo beso y no lo vi? ¡Qué demonios!.

-... ¡Fue culpa de éste bastardo de las hamburguesas! ¡Yo soy totalmente inocente! ¡Y no es como si me gustara ni nada de eso, maldición! ¡No pongas palabras en mi boca!. -Estaba rojo.

¿Rojo? ¡Que bah! ¡Rojísimo!.

Pero sólo me pude reír, mientras ambos me miraban.

¡Pero quería llorar!.

¡Mis dos mejores amigos, juntos!.

¡No era emoción, diario bastardo malcreado! -No puedo decir malnacido, ya que no naciste-, es sólo, que de verdad es triste.

¿Y Antonio? ¿Me había acercado a Kiku en vano? Ah~ ¿Y si mejor lo dejaba de pensar? era una buena opción.

-Pero si yo no vi ningún beso... 

Y bueno, decir que me sacaron a patadas y cabezazos es en vano.

Decidí volver a mi cuarto, y bueno, ahí estaba Kiku acostado, durmiendo, con los audífonos a todo volumen, y sus labios tentadores obligándome a acercarme y cometer una estupidez de esas que son recalcables por Francis después...

Me acerqué, aprovechando de cerrar, antes, la puerta con suavidad.

Se escuchaba su respiración, diario. ¿¡Comprendes mi autocontrol!?.

Me recosté en mi cama, y el ruido de la respiración era molesto... ¿Y si hacía que se callara? era una buena opción.

Me puse tenso, diario, y me acerqué a su cama, poniéndome sobre él apoyado en mis codos.

Su respiración golpeaba mis labios, pero... pero... no llegué a besarlo.

¡Abrió sus ojos, se los refregó, y me vio!.

-Se veía adorable sonrojado, pero no lo iba a admitir en voz alta, maldición-.

¿Qué? ¿Esperabas que me quedara? ¡Claro que no!.

¿Desde dónde estoy escribiendo ésto?.

Sólo te diré que no fui capaz de volver al cuarto, y tengo a un borracho español contándome sus penas de amor sobre Lovino.

Mierda, Antonio en serio quiere a Lovino.

[APH] [AU] Diario de observación de Arthur Kirkland. (AsaKiku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora