Caso 25: Apuntes para una primera cita (2/2)

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Y acá empiezan mis apuntes para una primera cita -Después de finalizar la primera cita-.

-No llevar a tu cita a un parque.

Lo recomiendo diario, a menos que quieras que los perros te ladren.

Bueno ¡No sabía que ese tipo de perros no llamaban la atención de Kiku! ¡Puedo decir eso en mi defensa!.

Y aparte... tenía entendido que le agradaban los animales peludos.

¿Cómo iba a saber que un siberiano lo iba a tumbar, y dejar todo ensalivado? ¡No soy adivino!.

-No le cuentes a tus mejores amigos.

Bueno... no creo que todos le hablemos a nuestros amigos sobre nuestra primera cita -O que con sus amigos tengan una sección de códigos para emergencias ridículas, ¿Será que moriremos solos, tristes y desesperados?-.

Ya que, recomiendo ésto, por el hecho de que... Lovino no pudo esconder bien al ruidoso de Alfred, y eso... alertó un poco los sentidos de Kiku, que se puso en guardia cerca de una heladería, al lado de una cafetería.

Los imbéciles me habían seguido, por si se me ocurría ir muy rápido y usar los "Regalitos"* que Lovino me había dejado.

¿Me ven cara de desesperado o qué? ¡Apenas puedo verlo con el torso desnudo sin morir en el intento!. 

-No lo lleves cerca del salón fumador de una cafetería.

Claro, a menos de que quieras que comience a toser de una manera exasperante, y creas que va a morir, y mientras lo salvas, le dices "Annelise" y recibas un golpe de parte de un italiano.

No es recomendable.

-Por nada en el mundo, trates de mirarlo a los ojos mientras esté enfadado.

¡Juro que traté de no hacerlo! ¡Pero se veía tan adorable!.

... Aunque lo pagué caro.

-¿Tengo algo en la cara?. -Me preguntó alzando una ceja, con los brazos cruzados.

-Bueno... tu cara es algo. -dije tratando de ser encantador.

Lovino me pegó.

¡Es incómodo salir en una cita, cuando interfiere tu mejor amigo!.

-Hasta yo podría tener una cita mejor que tú, Arthur. -se mofó Lovino.

¡Ah! ¡Entonces podía mandar todo al demonio!.

Y el más importante, antes de terminar el día de hoy.

-No trates de pedirle perdón llevándolo a una heladería y comprándole helado con nueces... sin descubrir que es alérgico antes.

¡Sé que debería haber sabido que tenía alergia a las nueces, antes de comprarle aquel helado de frutos del bosque con trozos de nuez encima!.

Menos mal y Lovino alcanzó a reaccionar -No es mi culpa que el imbécil de Alfred quisiera helados y justo tuviera que ir al baño dejándolos solos-, sino, creo que hubiera quedado sin Kiku.

-¡No quiero ser viudo tan pronto!. -Grité una vez me dejaron pasar a ver a Kiku.

-¡Ni siquiera soy su marido!... -Pareció meditar un poco, y sus cabellos se crisparon-, ¡Pero si ni siquiera somos pareja!. -Me dijo Kiku mientras tosía un poco, tendido en la camilla.

Me acerqué a él, tomé su barbilla, con seriedad, y le planté un beso corto.

-La próxima cita será mejor. -Le dije, provocando que sus mejillas adquirieran cierto tono rojizo.

-Es usted un idiota si cree que volveré a comer helado con nueces. -Sonrió forzado.

-Entonces, tú organizas la próxima, dearling. -Le hablé antes de irme, por la extraña tensión que se había formado allí.

Hubo un silencio mientras salía, y luego, al estar fuera, toqué mis bolsillos poniéndome tenso.

-¡¡¡Arthur-san!!!. -Me gritó Kiku desde dentro.

Bueno, yo sólo huí.

"Creo que perder los condones en la habitación de Kiku, me dejará una pésima reputación" Me regañé mentalmente.

Y bueno, éstos son los apuntes de una primera cita, que tendré en cuenta para la segunda.

Sí es que Kiku quiere una próxima, claro.

[APH] [AU] Diario de observación de Arthur Kirkland. (AsaKiku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora