♣5♣ La mudanza.

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¡Por fin vamos a vivir juntos!.

Kiku me ha pedido que vivamos juntos -aunque dijo que habían motivos de sobra, mas no me los comentó-.

¡Ja!, ¡Por fin le gané a Alfred en algo!.

-¡Muerde de envidia, Jones!. -Lo llamé por teléfono.

Diez años... diez años desde que nos declaramos, y todo ha sido increíble. Han habido altos y bajos, pero todos los hemos superado.

Claro, cada cual depende de sus mejores amigos, y lo mejor de nuestra relación es la confianza.

-¡Kiku, saldré con Alfred!. -Le grité mientras él desempacaba su caja.

-¡Perfecto!, ¡pero no se queje si me encuentro su diario de vida!. -Me devolvió el grito.

Me tensé a esa declaración. Aunque no lo iba a encontrar, pero igual, ¿alguna vez lo había visto?.

¡Ah!, ¡Odio ésto!, ¡Es más masoquismo que Alfred yendo al MCDonalds sin dinero!.

Fui a la casa de Alfred, y curiosamente, Lovino no estaba ahí.

-Esta con Gilbert, ya sabes, lo tienen cuidando a Rod. -Se burló Alfred.

Al rato llegó Antonio con Francis, muertos de risa, diciendo que podíamos ir al bar en honor a no-sé-que-mierda, así mismo dijo Francis.

¡Vamos!, después de todo, el bar si se llamaba no-sé-que-mierda. ¿¡En serio!?... los dueños de ese local estaban ebrios, se nota.

-Me llegó un mensaje de Kiku. -Soltó Francis-, está un 'poco molesto' ya que encontró un libro de procedencia desconocida~. -Demonios no. ¡Los manga ecchi de Madeline!.

-¡Alfred Jones!. -Grité, mientras todos veían como me dedicaba a seguir a ese exceso de grasa rubio ojiazul.

Ugh, Kiku me matará.

Después de esa tarde tan agotadora, Antonio me acompañó a casa por si Kiku estaba enfadado.

-Ya sabes, si queda viudo, al menos puedo cobrarle la mitad de tu seguro. -Lo golpee.

¡Claro que mi amado y adorado esposo no me golpearía!. Quizás me mandaría a dormir al sofá, o a pedirle algunas cosas a Yao, pero... no, mi esposo es el diablo personificado.

Entré a la casa despacio, asomando la cabeza por la puerta con sigilo, sólo para ver como Kiku sujetaba entre sus manos, un cuaderno que yo bien conocía.

-Diario, de, observación, de, Arthur Kirkland... -Silabeó cada una de las palabras, mirando el libro con curiosidad.

-¡Aléjate de eso!. -Sonrojado, se lo arrebaté.

-Ow, ¿Qué es?. -Me preguntó curioso, haciéndome un puchero.

-Eh... uh, yo, ¡no sé!. -Mejor mentira, ever.

-Entonces... -Se acercó y pasó sus brazos por mi cuello-, no te molestará... ¡si te lo quito!. -Y de un brinco, me arrebató el diario.

Bien, era un día de mala suerte, pero al menos... tenía un plan.

-Kiku~, ¿Sabes qué día es hoy?. -Le pregunté, captando su atención.

-Uh... ¿Feliz cumpleaños?. -Mencionó con un tono de 'espero adivinar'.

-¡Muerete, maldición!. -Le grité enfadado. ¿Cómo podía olvidar que hace diez años nos habíamos declarado?.

-Broma, broma. -Kiku dejó el diario sobre una mesilla, y se acercó a abrazarme.

-Felices diez años. -Comenté correspondiendo el abrazo.

-Diez, y muchos más. -Dijo apretándose más a mí.

Al menos no pudo leer el diario. ¿Qué pensaría si supiera, que aquel libro que comencé por un consejo de Francis, terminara relatando nuestra historia de amor?, suena loco.

Pero loco es que siga conservando el diario de observación.

[APH] [AU] Diario de observación de Arthur Kirkland. (AsaKiku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora