Capítulo 56 "Queda muy poco" (Donghae)

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Capítulo 56 "Queda muy poco" (Donghae)



Las niñas dormían plácidamente conmigo en la cama mientras yo mantenía mi móvil apretado contra mi pecho, con el corazón latiéndome a mil por hora. Era él, sabía que era él quien me había enviado ese Tweet y daba gracias a Dios por haber tenido la suerte de leerlo. Las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas mientras observaba a nuestras hijas. Pronto estaríamos juntos, solo un poco más y estaríamos los cuatro juntos, para siempre.

Dirigí mi vista hacia la estancia y suspiré, secándome la cara con el dorso de la mano. Estaba en la misma habitación del hotel en el pueblo de Francia donde habíamos estado hacía unos años. Y no sabía dónde estaba la pista que Hyuk me había dejado. Me había llevado tres meses llegar hasta allí, no había sido sencillo descifrar sus pistas, pero lo había ido logrando.

Había tardado nueve meses en poder irme de Corea con las niñas, en sentir que era el momento adecuado, porque sabía que me vigilaban. Incluso habíamos descubierto que habían pinchado algunos teléfonos de los chicos, para asegurarse que Hyuk no se ponía en contacto con nadie. Y también les habían llegado anónimos a ellos, amenazándoles que si hacían alguna cosa, si hablaban o se comunicaban con él, sufrirían las consecuencias, y después de ver que nos habían arrebatado a Hope, sabíamos que esa gente era capaz de todo.

Super Junior, mis hermanos del corazón, habían querido dar apoyo a Hyuk, habían enloquecido al enterarse de lo sucedido, ya que no se lo habíamos contado y se enteraron cuando Eunhyuk ya se había marchado, pero yo les supliqué que no hicieran nada. La vida de mi hija estaba en juego, la integridad de mi familia, de lo que más amaba.

La reunión fue amarga... Todos sentían que le estaban fallando a mi marido, hasta yo lo sentía, pero al mismo tiempo, sabía que él prefería que fuera así, porque era la única manera de recuperar a Hope.

La amenaza ya no recaía solo en nosotros, afectaba al resto de miembros y a sus familias. Una vez me devolvieron a la niña, dejándola sola en un centro comercial en el cual me habían citado, todos los miembros impusieron denuncias por sus amenazas, y la policía pareció empezar a tomarlo un poco más en serio ya que las redes sociales ardieron cuando ellos empezaron a decirlo públicamente.

Pero nada cambió, no cogieron a los culpables y nosotros empezamos a contratar más seguridad propia. Yo no me separaba de mis hijas y llevábamos tres guardaespaldas siempre que salíamos a la calle. Aún así... No me sentía seguro ni a salvo. Porque no confiaba en nadie, ni siquiera en esas personas que yo mismo contraté. Nadie más que yo, mi madre y mi hermano, los padres de Hyuk o los chicos, podían tocar a mis princesas. Me daba pánico cada vez que alguien se acercaba a nosotros y me ponía tenso.

Aquello no era vida, no quería eso ni para ellas ni para mí. Y quería ir a por Hyuk. Así que nueve meses después de estar tomando medidas y de preparar mi plan de huida, me largué. No se lo conté a nadie, sino que les avisé desde una cabina de teléfono cuando llegué a mi primer destino, que no fue el que Hyuk me había dejado como pista. No quería que me encontrasen y por si les daba por rastrear esa llamada, si la hacía desde otra ciudad y después me iba a la auténtica, nadie podría llegar a nosotros.

En Miami no fui a ver ni a Nolan ni a Nathan, pese a que les consideraba familia, no quería arriesgarme, lo que sí hice fue llamarles desde la misma cabina antes de ir. Les dije que estábamos bien, que no se preocupasen y que en cuanto todo estuviese estable, volvería a ponerme en contacto.

Viajar con dos niñas tan pequeñas, solo, angustiado y en alerta continua no fue nada sencillo. Fue más duro de lo que había imaginado. Por no hablar que cada día moría de dolor de estar lejos de Hyuk y de saber que él estaba solo. No podía imaginar por lo que podía estar pasando y eso me mataba. Odiaba la situación, odiaba al mundo entero. Y me sentía sobrepasado por las emociones y por los acontecimientos.

Hope seguía con terrores nocturnos, agravados ahora con pesadillas normales y con miedo a que la gente se le acercase. Desde que me la habían devuelto, no había sido la misma. Era mucho más introvertida y miedosa y lo peor... Aquellos enfermos hijos de puta le habían estado comiendo la cabeza con que Eunhyuk era malo. No sabía cómo ni qué habían hecho pero cada vez que veía fotos o le hablaba de él, decía "papi malo". Eso me partía el alma y me llenaba de rabia. Pero no iba a permitir que nos jodiesen la vida así, por eso, cada día le enseñaba cosas de él y le contaba cosas. Cuando decía lo de "papi malo" yo le explicaba que no. Que los malos eran los señores que se la habían llevado.

Y la cosa no acababa ahí, porque Faith seguía sin hablar. Un año entero llevaba ya sin pronunciar palabra y yo me sentía un mal padre, un horrible padre por no poder hacer nada. La había estado llevando al psicólogo infantil, al médico, pero nada había dado solución. Solo me habían dicho que era a causa del trauma de perder a su hermana, pero yo no comprendía por qué si ya habíamos recuperado a Hope, ella seguía sin hablar.

Además, la relación entre ellas había cambiado. No eran ellas mismas... No jugaban juntas y no había vuelto a verlas reír. Así que estaba siendo un infierno lidiar con aquello yo solo, porque no sabía qué hacer, ni qué decirles. Me sentía perdido totalmente. Necesitaba a Eunhyuk, él sabría qué hacer, seguro... O al menos, no me sentiría solo e impotente. Porque sin Heather y sin Eunhyuk yo... Simplemente, no podía.

Así que volví a mirar por todos lados en aquel cuarto, buscando la maldita pista, sintiéndome al borde del abismo. Si me había mencionado en Twitter significaba que debía estar mal, que debía necesitarme tanto como yo a él. Esperaba que hubiese comprendido que lo había reconocido.

¿Quién más me iba a escribir parte de nuestra canción? Solo él. Y era obvio que con un "me gusta" sabría que lo había leído. ¿No?

-Joder Hyuk... ¿Dónde está la pista? ¿Dónde?-susurré.

Al final me fui a dormir por tercer día consecutivo sin resolverlo... Pero por la mañana, cundo desperté, me encontré con mis dos niñas "peleando". Bueno, ambas querían la misma muñeca y tiraban cada una hacia un lado, hasta que se les escapó de las manos y voló, yendo a chocar contra un cuadro que había colgado en la pared, tirándolo.

-¡Niñas! ¡No peleéis!-espeté.

Dieron un brinco y me miraron con carita de arrepentidas. Yo me levanté, somnoliento, y vi que el cristal se había roto en mil pedazos.

-No bajéis de la cama, os podéis hacer daño. Papá tiene que recoger los cristales.-comenté.

Ellas asintieron y se quedaron observándome. Primero cogí el cuadro en sí y lo dejé sobre el colchón. Luego me agaché, recogiendo pedazo por pedazo todos los trocitos, hasta que de pronto, una alarma sonó en mi mente.

-El cuadro...-miré hacia la cama- ¡El cuadro!-sonreí.

Solté los cristales en el suelo de nuevo, y me senté junto a mis hijas, tomando el objeto y observando la fotografía.

-"Pez dorado.- Frank Gehry"-leí en el marco- Pez dorado... Este cuadro no estaba cuando vinimos hace años. Y no puede ser una coincidencia que se llame "Pez"... Yo soy el pez... Yo...

-Papa... ¿Qué pasa?-preguntó Hope.

-Cielo, creo que...-saqué la fotografía y le di la vuelta- "Esperaré a mi pez junto a éste pez."

Era la letra de Hyuk, ¡era su maldita letra! ¡Era la pista! Las manos empezaron a temblarme y sonreí al tiempo que empezaba a llorar. Era la última pista. Ponía que me esperaría allí. ¡Eunhyuk estaría allí! Pero... ¿Dónde era allí?

Dejé el cuadro y busqué en google sobre aquella escultura, para saber dónde estaba. "Barcelona" fue la respuesta. En España, Hyukie nos esperaba en España.

-¡Hemos encontrado a papi!-exclamé mirando a mis princesas, que me miraban sin comprender la situación- ¡Vamos a ver a papi! Y estaremos juntos para siempre.

-¿Papi?-Hope pronunció la palabra y vi algo de ese miedo o resentimiento falso creado por aquella gentuza.

-Sí, el papi que os quiere, que os ama más que a nada. El mejor papi del mundo.-dije acariciando su mejilla.

Faith me cogió la mano y me sonrió.

-¿Quieres ver a papi?-inquirí.

Asintió.

-Bien, esperad... Voy a recoger de nuevo los cristales, luego haremos las maletas y después nos iremos a buscar a papi. Ya queda poco... Queda muy poco.-dije más para mí mismo que para ellas. 

This love is killing me [2ª Parte] (Eunhae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora