Capítulo 29: ¿Todo esto por un chico?

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Capítulo 29: ¿Todo esto por un chico?

Lo primero era lo primero.

-Brittany, tranquila, solo ha sido un malentendido. -Y ahora me dirigí hacia Esther. -¿¡Qué diablos le has hecho en el pelo!?

Esther me miró confundida. Sin duda, no salía viva de este día.

No contestó, simplemente hizo unos gestos muy raros con las manos agitándolas y Brittany no se movía ni un centímetro.

-Esther... He de decirte algo. -Me acerqué a ella y le arrebaté el cubo de las manos poniéndolo en otro sitio. -Brittany, ya puedes moverte. Y si no te importa, es a solas. -Se me quedó unos segundos mirándome detenidamente y luego echó a correr hacia su habitación.

Observamos a Brittany correr lejos de nosotras y tanto Esther como yo nos quedamos paralizadas ante su reacción.

-¿Qué tienes que decirme? -Esther se dirigió a mí e interrumpió mis pensamientos. Dirigí la mirada a sus ojos. No sabía como decirlo sin que doliera.

-Ella... Ella no es como te piensas. -Buen comienzo, al menos así ya la tenía más confundida. Genial, Samantha. -Dylan cortó con Brittany hace semanas solo por una chica. No estaban juntos y Brittany es inocente. -Aclaré haciendo entreabrir la boca a Esther. Oculté la risa pero era demasiado lo que le había hecho a la pobre de Brittany. ¿Teñirle el pelo de verde? Mi hermana era la reina de las venganzas.

-Estás diciendo... ¿Que me va a caer una buena bronca y unas numeradas ostias por que Brittany es inocente y le he pintado el pelo de verde sin motivos? -Esther alzó las cejas y yo asentí lentamente mientras intentaba contener la risa mordiéndome los labios lo mas fuerte que podía. Dicho así, sonaba gracioso.

-Bueno, sin motivos no, ahora nos podremos reír de su precioso pelo. -Dije sarcástica y las dos reímos.

Espero que Brittany no sufriera bullying en el instituto.

-Y... ¿Teñirle el pelo de verde? ¿En serio, Esther? -Cambié de tema soltando la risa contenida durante 2 minutos. 2 largos minutos.

-No es mi culpa que mi mente piense cosas de locos. Además, si se lo mereciese, sería un buena venganza.

-Y lo es, pero te has equivocado de persona. -Apreté los labios y ella asintió frunciendo el ceño. -Bueno, como se ve que en todo lo que me meto, siempre acabo cagándola, ya no quiero saber más sobre Dina y Dylan. Ellos a lo suyo y yo a lo mío.

Nos quedamos un rato en silencio hasta que un ruido provino de arriba y Esther y yo nos sobresaltamos.

-¡Esta cosa no se quita! -Se escuchó un grito de Brittany desde el baño de arriba.

Miré a Esther y ésta estaba con los labios apretados con la expresión "Sálvame". Me encogí de hombros y me dirigí a ella para susurrarle algo en el oído que Brittany no escuchase.

-Creo que se merece una disculpa. -Me aparté de ella y la vi asentir mientras caminaba hacia arriba. Buena suerte, hermana.

MATEO'S POV

Me aburría demasiado en casa, y como sabía donde vivía Samantha, no tardé varios segundos en pensar en ir a visitarla. Si tocaba al timbre, alomejor abría su padre y me echaría de la casa, por que así es como son los padres... Así que tuve la disparatada idea de entrar por su ventana.

Pensé que no costaría mucho ya que somos vecinos y su pared es baja, pero ahora aquí estoy yo colgado de la pared casi a punto de rendirme. Me venía bien un poco de ayuda, así que decidí enviarle un mensaje a Sam.

Yo: Asómate por la ventana de tu habitación.

Esperé tan solo unos diez segundos y ella ya estaba asomada. Admiraba la rapidez de esta chica.

-¿Podrías ayudarme? -Pregunté sonriendo.

Justo en ese momento me llevé la mano a la nuca, me desestabilicé y me preparé para notar el duro suelo y lo próximo que me imagine sería un hospital o un cementerio.

-¡MATEO! -Fue lo que creía que sería lo último que oiría.

Uno...

Dos...

Tres...

Cuatro...

Cinco...

¿Tantos segundos se tarda en bajar?

Abrí los ojos viendo el mundo al revés. Las casas salían de los techos y el cielo estaba en el suelo... Espera, yo era el que estaba del revés.

Miré hacia arriba y vi a Sam haciendo esfuerzos en aguantar mi peso. Me cogí rápidamente a la pared para que ella no soportara mi peso y me soltó. Sí, así sin más, me soltó y por poco me suelto yo también.

Después de tantos esfuerzos, logré subir la pared y vi los ojos de Sam a unos centímetros.

-Mi héroe... -Sam rodó los ojos y yo reí tímido volviéndome a rascar la nuca, pero esta vez consciente de ello.

-¿A qué has venido? -Preguntó Sam después de un rato luego de que se apartara de mí y fuera a su cama.

-Me aburría. -Me encogí de hombros mientras observaba su habitación, hasta que se me ocurrió algo.

-Dime una cosa. -Dije fijando la vista en Sam y acercándome a ella.

Asintió nerviosa al notar que estaba demasiado cerca de ella. Me encantaba cuando se ponía así.

-¿No crees que nuestro primer beso fue un poco absurdo? -Pregunté acercándome más. Ella se mordió el labio exterior mirando los míos. Ahí es donde quería llegar.

-Sí, pero ya no puedes hacer nada.

Aparté la vista de sus ojos y rodé la cabeza mirando al cielo, después de unos segundos me volví a ella con egocentrismo. No sabía lo que le esperaba.

-Te equivocas, sí que puedo. Puedo cambiarlo.

Me acerqué más a ella acortando la distancia entre nosotros y ella se estremeció nerviosa. Sam mantenía los ojos clavados en los míos, pero mi mirada se fue desvaneciendo al tiempo que yo cerraba los ojos y notaba sus labios contra los míos. Y no sabía si eso era lo correcto, hasta que noté que me estaba devolviendo el beso. Sonreí contra sus labios. Lo había conseguido.

Estaba besando a Sam por segunda vez. Y esta vez no fue por error.

Y fue en ese momento, cuando me empecé a enamorar de Samantha Howard.

Rompiendo Mis Reglas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora