Capítulo 46: ¿Más daños?
*SAMANTHA'S POV*
-¡Imbécil! -Insulté a Kevin mientras le daba una ostia en la cara y me fui corriendo por la dirección de dónde Mateo se había ido.
Corrí todo lo que pude pero no había ni rastro de él, aun así, no dejé de buscar. A veces podía estar en el sitio más fácil.
¿Por qué Kevin me besó? ¿Acaso no sabe que estoy con Mateo y que él ya me importa una mierda? Ha pasado de ser protector con su "novia" y a punto de tener una pelea conmigo a besarme. ¿Por qué mierdas lo ha hecho?
Había corrido tanto que mis piernas ya no las notaba y por culpa de eso, me caí. Me tropecé con mis propias piernas y mi barbilla acabó tocando con el suelo.
Gemí de dolor al ver que me había hecho una herida en la frente, dirigí una mano a mi frente y estaba mojada. Mojada de sangre, pero no le di importancia. Puse ambas manos en el suelo para impulsarme y levantarme, pero a penas funcionó.
Me caí de nuevo y no me di cuenta que por mis mejillas caían lágrimas. Qué mierda de vida tengo. Primero me ponían las reglas y ahora que ya había conseguido romperlas todas, pierdo a la persona que más me importa ahora mismo. O aún no sé si la he perdido.
Me arrastré hacia una punta de la calle y me quedé allí encogida tocándome la herida. Sin duda, eso no era nada, lo de mi corazón si que era grave, y Mateo... No sé como debe sentirse Mateo. Quizás ya me odie, o quizás quiera luchar por mí.
-¡Samantha! -Levanté la vista para encontrarme con unos ojos marrón claro y un suspiro de cansancio por mi parte.
-Déjame en paz, Kevin. -Contesté sonando borde y me volví a tocar la frente tapándomela para que no me viera la herida, pero fue en vano.
-Oh, dios, Saman. ¿Qué te ha pasado en la frente? -Se agachó rápidamente y yo me intenté levantar, pero no pude por los esfuerzos de correr. Aún estaba demasiado cansada.
Me intentó destapar la frente y apartar mi mano de ella, hacía grandes esfuerzos para que no lo consiguiera, pero aún así, la victoria fue suya.
Puso cara de asco en cuanto la vio, y apartó la mano para dirigirla a su bolsillo. No sé qué pretendía, pero no le iba a dejar que me hiciese más daño, así que volví mi mano a la frente y la pegué a ella aun que me estuviese llenando la mano de sangre.
Kevin sacó un trozo de papel del bolsillo y una botella de agua de la mochila. Abrió la botella y puso un poco de agua en el papel, cuando terminó, me miró a los ojos y luego a la frente. Conocía a Kevin desde pequeña, y no me haría nada ahora mismo, así que saqué la mano de mi frente y él puso el papel mojado en mi frente.
Gemí por el escozor y él me miró a los ojos de nuevo e hizo un gesto para tranquilizarme. Y funcionó.
Miré su cuello. De él colgaba una medalla que me sonaba mucho. Adelanté el brazo para intentar ver lo que era pero él lo agarró antes y no me dejó mirarlo.
-¿Qué es? -Pregunté confundida. Tan privado no podía ser como para llevarlo al instituto.
-Tú ni siquiera te debes de acordar. -Me respondió aun con la vista fija en mi frente y yo le miré con el ceño fruncido.
Colocó la medalla en su pecho por encima de la camiseta y pude apreciar lo que era. Esa medalla se la regalé yo cuando éramos novios. A él le gustaban los skates, y a mí cantar, así que se podía apreciar perfectamente un skate y un micrófono juntos. Me pareció tierno que lo llevara después de tantos años, pero no estaba de acuerdo con lo que acababa de hacer hace unos minutos.
Kevin volvió a esconder la medalla y no dije nada, solo empecé a jugar con mis dedos mientras él me secaba la frente con el papel mojado. Pero mis nervios por callarme una pregunta explotaron.
-¿Por qué haces esto? -Le miré a los ojos y él suspiró profundamente apartando la mirada.
Se estaba pensando si decir la verdad o simplemente dejar el tema apartado.
-Ya lo sabes, Samantha. -Agitó la cabeza y yo no entendí. Me costaba asimilar las cosas y más cuando eran inesperadas.
-Mira, normalmente te diría "Está bien, te dejo en paz" pero esta vez no puedo. Tengo que saber lo que te pasa y por qué lo haces. ¿Por que me quieres o por que me conoces desde pequeña o por... Otra cosa? -Las palabras salieron solas de mi boca. Juro que el Kevin que conocía antes me aplastaría con la pared ante lo que le acababa de decir.
Me miró a los ojos. Y tendría que estar cagada de miedo, pero sus ojos reflejaban paz y no había venganza, así que de momento seguía viva.
Suspiró varias veces, y yo me esperaba algo como "Por que yo te quiero" o "Por que eras mi mejor amiga y te conoczo desde hace mucho", pero nada de eso salió de sus labios.
-Por que quiero que regreses a Providence. -Fruncí el ceño en seguida, pero él continuó hablando. -Quiero que vuelvas, Saman. No quiero a la Samantha de ahora aburrida y sin hacer tonterías, quiero que regrese la Samantha de verdad, la loca y divertida de antes que no se saltaba ninguna regla. Quiero que regrese Samantha Howard, no en lo que te has convertido ahora. -Me miró con cada de pena. Todo lo que decía era mentira, y lo sé por que conocía a Kevin lo suficiente como para saber que en este momento estaba mintiendo.
-Ahora ya lo entiendo. Tú solo querías que cumpliese esa lista de reglas que me pusieron por TU culpa para fastidiarme la vida. -Razoné pero él negó con la cabeza. Y yo me confundí aún más. Sabía que en esos momentos Kevin no estaba mintiendo, pero sí que escondía algo.
Y en cuanto escuché sus palabras, solo pensaba en tirarme un tiro de lo estúpida que había sido.
-Fingí. Fingí ser rebelde para así revolucionarte a ti también. Tus padres son los culpables de esto. Mi padre me amenazó por que lo hiciera por culpa de tus padres. Pero lo que sí sé que en una cosa no fingí, es en que estaba y estoy enamorado de ti. Lo siento, Samantha.
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Rompiendo Mis Reglas ©
Teen FictionIba tan concentrada en mis cosas que sin verlo venir, me estampé contra una puerta de las aulas de ese maldito instituto nuevo. Pero algo o alguien me cogió e hizo que no me cayera de culo al suelo. -¿Eres nueva, verdad? Aun que para ser nueva no ha...