Capítulo 32: Suenas como un novio celoso

3.4K 267 9
                                    

Capítulo 32: Suenas como un novio celoso

Tardé unos minutos en reaccionar, pero justo lo hice cuando Kevin me lanzó un mirada de ayuda.

-Mateo, él sólo me estaba pidiendo disculpas. -Le rogué en sus espaldas y él giró la cabeza mirándome por el rabillo del ojo, pero no giró su cuerpo.

-No me lo creo. Tener a un pervertido como éste delante tuyo y que no te haga nada. -Escupió las palabras, de verdad, parecían haberle salido de dentro. Él sentía algo.

-Que sepas que fui yo la que me desperté contigo en tu cama y los dos medio desnudos. -Contraataqué.

Mateo se volvió a Kevin y vi a éste como ponía una cara de confusión, quizás por que seguramente él se pensara que acababa de tener sexo con Mateo Sellers.

-Kevin, apartate de ella. -Gritó él acercándose más a Kevin.

-¡Para! ¡Mateo, para! ¡Solo vino a pedirme disculpas! Por favor, Mateo, compórate ¿Es que no te das cuenta de que pareces un novio celoso? -Me harté y grité todo lo que tenía que decirle. Todo lo que sentía. Esto ya era demasiado, Kevin no había hecho nada, (salvo joderme la vida) y no se merecía que le tratasen así. Puede que un poco sí, pero tampoco llenarle la cara de moratones.

-Tal vez lo sea.

Me quedé helada al oír esas palabras y no me di cuenta que lo siguiente que Mateo estaba haciendo era pegar a Kevin. Reaccioné un poco tarde.

Kevin era vengador, se vengaba de cualquier cosa mala que le hacían, así que esto no podía acabar nada bien. Pero esta vez, hizo algo que no me esperaba. No hubo venganza.

-Mateo, lo siento. Siento mucho lo que hice, sé que no estuvo bien, y de verdad me arrepiento, por que Saman es importante para mí y es alguien que conozco desde que podía ver. -Sinceramente, después de una colleja, no me esperaba una disculpa por parte de quien la había recibido. Y mucho menos si es Kevin.

Me tocaba intervenir.

-¿Ahora ya me crees? -Dije tímida aún recordando lo que él había dicho segundos antes.

Mateo no dijo nada, solo se colocó a mi lado y se puso las manos en los bolsillos.

Si nos quedábamos así todo el rato sería un poco incómodo. Miré a Mateo que estaba con la boca apretada y suspiré rodando los ojos y dirigí mi mirada a Kevin.

-Véte, Kevin. -Dije cediendo y apreté los labios. Por el rabillo del ojo pude ver una sonrisa en los labios de Mateo.

Kevin miró a Mateo con asco y luego me miró a mí con una sonrisa en sus labios. Simplemente no dijo nada, ni siquiera dijo "Adiós" o "Hasta luego", solamente dio media vuelta a sus talones y se fue caminando tranquilo.

Cuando ya no hubo rostro de él, me aparté del lado de Mateo y ne coloqué delante de él. Me costó contener la risa por lo que Mateo acababa de hacer.

-Idiota. -Dije riéndome y él también sonrió conmigo. Mateo había estado conteniendo la risa, al igual que yo.

Sacudí la cabeza aún riéndome pero esta vez mas flojo, me mordí el labio y cuando alcé la vista, Mateo me observaba detenidamente sonriendo.

Noté como me sonrojé, no hacía falta que él me lo dijera, yo ya lo sabía por el calor que se apoderó de mi cuerpo.

-¿Como pudiste hacer eso? -Pregunté distrayéndole y él rió apartando la vista de mis ojos.

Pero un rostro se acercó a nosotros también riendo.

-Vaya... -Miré a Dina a los ojos en cuánto se colocó a nuestro lado. -Observé toda la escenita.

Reí otra vez mientras ella suspiraba y Mateo ni siquiera la miró por vergüenza.

Después de un rato, Mateo le lanzó una mirada rara a Dina pero ella pareció entenderla muy bien y asintió.

-Os recuerdo que estoy aquí. Cualquier cosa que queráis deciros... Existe el teléfono móvil. -Interrumpí sus miradas y los dos se dirigieron a mí.

-Tengo que irme. -Dijo Mateo dándome un beso en la mejilla y se alejó de nosotras muy rápido.

El beso era solo una técnica para distraerme. Ni siquiera me había dicho por qué se tenía que ir, y eso me cabreaba un poco. Ni siquiera tampoco me dio tiempo a verle como se marchaba tan rápidamente ni por qué pasillo se esfumó.

Suspiré al igual que Dina y ésta clavó los ojos en mí.

-¿Lista? -Preguntó Dina a lo que yo solo pude contestar frunciendo el ceño. ¿A qué se refería con que estuviera lista?

Ella pareció comprenderme y sonrió a pesar de que yo siguiera con la misma expresión en la cara.

-¿Lista para qué? -Pregunté lo obvio y ella rió bajo, luego se dignó a hablar.

-Tú solo sígueme. -Dijo ella dirigiéndose para la salida del instituto. Hoy habían clases. ¿Qué hacía? ¿Por qué me sacaba fuera del instituto? Supongo que me tendría que ir acostumbrando... Al fin y al cabo, mis amigos son rebeldes.

No sabía lo que Dina tenía planeado, pero viniendo de ella, algo nada bueno.

*DINA'S POV*

Tan solo le había preguntado a Sam si estaba lista y a partir de ahí la confundí, ella no sabía por qué tendría que estar lista, claramente, pero eso no me detuvo ni a mí ni a ella. Sam me siguió como si tuviera curiosidad en lo que le había dicho, y me estaba haciendo caso. Pronto lo descubriría.

Ya casi estaba el plan. Sam había caído completamente sin sospechar nada y ahora ya no tenía salida. Confiaba en nosotros y eso nos ayudaba mucho. Su confianza nos garantizaba que el plan iba a funcionar perfectamente. Y lo mejor es que contábamos con la ayuda de Mateo que estaba muy enamorado de ella y también contábamos con la ayuda especial de todos los del grupo. Íbamos a obligarla a hacerlo, y si se negaba, la íbamos a torturar hasta que lo hiciese.

Por eso somos sus amigos, tenemos que ayudarla... ¿No?

Rompiendo Mis Reglas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora