Capítulo 5: Planeando

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Capítulo 5: Planeando

-Bien, entonces entraremos por aquí. -Dijo Dina señalando la puerta trasera del instituto MacMahon, está muy escondida, y solo ellos saben que existe una puerta trasera.

Sí, había decidido ya qué hacer, iba a romper la primera regla, no me lo podía creer, mis padres me matarán.

-Entraremos en la sala de profesores y cogeremos una copia del examen de litaratura. -Explicó Blanca señalando la sala de profesores.

No estaba segura de si lo iba a hacer... Tampoco era para tanto, solo era robar un examen.

-No es bien bien romper una regla, sino infringirla, pero es casi lo mismo, así que si lo haces, serás una de los nuestros. -Dina me palmeó en la espalda.

-Si, pero, ¿Y si me pillan?... -Blanca no me dejó terminar.

-No te van a pillar, a nosotras nunca nos han pillado.

Pero entonces mordí mis labios y sentí nerviosismo, e insistí.

-Pero, yo soy nueva ¿recordáis? Y si... -Blanca me interrumpió de nuevo, me empezaba a cansar.

-No existe el "Y si", ¿Vale? -Me puso las manos en los hombros mirándome fijamente, yo asentí y ella me miró con cara de rebelde.

-Bien, iremos mañana por la mañana, que no hay colegio. -¿¡QUÉ!? ¡NO ESTABA PREPARADA AÚN!

-¿¡QUÉ!? ¡NO PUEDO! -Grité nerviosa y Dina se puso las manos en la cintura desafiándome.

-¿Por qué no puedes?

Mierda. Me había pillado. No tenía escusa.

-Por que... -Improvisé -Tengo que hablar con mi madre.

Una escusa fatal.

-¿Hablar de qué? Además, puedes hablar con ella por la tarde.

Dina empezaba a sospechar.

-No puedo por la tarde. -Dije rápidamente.

-Oh, vamos Sam, sabes que debes hacerlo para estar en nuestro grupo, si no quieres, no lo hagas. -Blanca se cansó y yo bajé la cabeza.

-Y en cuanto a lo de tu madre, puedes hablar con ella esta tarde. -Dina rompió el silencio haciendo que Blanca y yo empezamos a soltar carcajadas. No me podía creer que se lo había creído, con lo pésima que yo era mintiendo.

No lo había pillado la pobrecilla, pues sí que era una rompe reglas muy tonta (Con amor).

-Eso lo dijo en broma, Dina. -Dijo Blanca rodeando sus hombros aún partiéndose de risa. -Menuda tonta estás hecha.

Y Dina se quedó en blanco, no sabia que hacer ante la ridiculización en la que había quedado.

-Lo... Lo siento, a veces puedo ser muy idiota. -Se rascó la nuca y empezó a reírse con nosotras.

Cuando la risa acabó, regnó el silencio en la habitación.

-¡Agh! ¡No aguanto más silencio! -Se quejó Blanca y se puso las manos en la cabeza suspirando.

-¿Lo vas a hacer, Samantha? -Insistió mirándome y quitándose las manos de la cabeza.

Ahora estaba con los brazos cruzados.

¿Que hago? Bueno, sé que tengo que hacerlo, pero no me convence mucho.
-No sé... -Miré al suelo y Dina me tocó el hombro.

-Si quieres hacerlo y entrar en el grupo, tendrás que confiar en nosotras. -Dina suspiró y me quitó la mano de mi hombro.

Seguía mirando hacia abajo.

Otra vez, aparecía el maldito silencio.

Silencio.

Silencio.

Estaba pensando, bueno, se suponía que debería estar pensando.

¿Como voy a confiar en alguien que conozco desde hace a penas una semana y que se hacen llamar las rebeldes rompe reglas?

Si mi madre se enterara, no me dejaría ir con ellos, pero no sé por qué, yo desde que los conocí, sí que quiero ir con ellos. Algo me impide a irme a otro grupo y dejarlas plantadas por no romper una maldita regla.

Tenía que hacerlo.

Debería hacerlo.

Quería hacerlo.

Y... ¿Mis padres?

Que les den.

No, había respetado esas putas reglas desde que era pequeña, nunca rompí ninguna, era la típica niña buena, que quieren, ¿Que ahora sea mala?

Pues debe de ser eso. Ese es mi destino.

Por que voy a hacerlo.

-Vale... -Cedí mirándolas con una sonrisa, no sabían como reaccionar, así que Dina se puso a dar saltitos y a gritar por la habitación, y Blanca solo me dedicó una media sonrisa con los brazos aún cruzados.

Oh, no.

Eso significaba que no estaba asegurado de que no nos iban a pillar.

-¡Venga, Blanca! ¡Diviértete un poco! ¡Nos ha costado todo el mediodía convencerla! -Dina estaba loca, hasta se puso a bailar.

Blanca dejó escapar una carcajada y se puso a bailar y a chillar como ella.

Yo solo sonreía hacia ellas orgullosa de mí, aún que no debería estarlo.

Iba a romper una regla que había estado cumpliendo durante toda mi vida.

Esto era increíble.

Me pasaba de mis límites.

-Una cosa chicas, no es seguro que no nos pillen, ¿No? -Interrumpí su baile, pero no pensaba retirarme, esto ya era mucho para mí.

-¿No te querrás retirar, no? -Preguntó Blanca preocupada.

¿Pero qué...? ¡Si lo acabo de pensar!

¿Como lo sabía Blanca?

-No, no, pero, no es seguro, ¿Verdad? -Dina negó con la cabeza y miró al suelo decepcionada.

-No pasa nada, nadie nos pillará, tranquila. -Entonces Blanca puso la mano en medio de las tres. -Confiad.

Ahora, sí que estaba confundida.

¿Debería confiar en ella? No lo sé.

Ahora sí que me siento perdida.

Las dos me miran, Dina ya ha puesto la mano, esperan mi respuesta, no sé que decir.

Estoy nerviosa.

Me muerdo el labio.

Como sigas así, ¡Te quedas sin labio!

Es verdad, confiar en ellas ahora o nunca.

Quería poner la mano junto a ellas en medio, pero no me atrevía, algo me lo impedía.

Bah, qué mas da.

-Confío en vosotras. -Seguido de eso sonreí y puse la mano en medio.

Después de eso, todo iba a cambiar.

Rompiendo Mis Reglas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora