capítulo 7

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Escalofríos

Ricardo miraba el cuerpo de la muchacha como si de una diosa del Olimpo se tratase, su cuerpo era totalmente increíble no tenia ningún fallo paresia como si toda la belleza y la sensualidad hubieran caído sobre ella.

Ricardo sacudió la cabeza para poder despejarse un poco y concentrarse en lo que tenía que hacer.

- tiende te boca bajo empezaremos por tu espalda- Emili obedeció y se recostó como el le había indicado.

El cogió un poco de crema y la extendió pos sus manos para que estas, resbalaran con más facilidad en su piel y poder comprobar bien cada músculo de su espalda.

Sus manos empezaron comprobando los músculos del cuello, bajando por sus hombros y siguiendo por su espalda.

Emili cuando él puso sus manos en su espalda se tensó pero a la vez que él avanzaba se iba relajando asta el punto de casi dormirse, asta que él desabrochó su sujetador.

- te lo e desabrochado para hacer mejor el trabajo espero no te incomode- dijo relajandola un poco al darse cuenta de cómo se tensó debajo de sus manos.

- no me molesta - respondió Emili acomodándose un poco.

-seguiré avanzado de caderas para a bajo- dijo tocando las caderas de ella apretándolas delicadamente tal y como lo había pensado tantas veses.

Los dos sintieron un escalofrío cuando él la tocaba y apretaba suavemente con sus dedos por la espalda baja.

Tanto él como ella sentían electricidad recorrer sus cuerpos al tacto del otro.

Siguió recorriendo sus muslos con cuidado pero a la vez decidido de su acción, pasó de su espalda baja a sus muslos, apretando un poco más en esa zona, las respiraciones de ambos cada vez estaban un poco más aceleradas, fue descendiendo asta sus talones comprobando cada músculo de la parte trasera de la chica, todo con sumo cuidado.

Ricardo sabía muy bien que era su trabajo y que lo estaba asiendo bien, pero no podía negar que estar tan cerca y tener la posibilidad de tocar el cuerpo de la joven. Era una sensación que a parte de algo extraño para él, lo ponía nervioso, como nunca lo había hecho con ninguna paciente anterior.

Emili estaba agitada, su respiración estaba algo irregular, su pulso acelerado y también juraría que estaría más roja que un tomate maduro.

- por hoy hemos terminado, mañana vente a la misma hora y terminaremos con la prueba - dijo Ricardo apartando la mirada del cuerpo de la joven para que pudiera vestirse a gusto, aparte de taparse un poco para que ella no se diera cuenta que estaba alterado.

- claro y gracias por todo, perdona las molestias que te estoy ocasionando- dijo ella sin poderlo mirar directamente y terminando de colocarse bien el vestido.

- no es molestia de verdad es sólo mi trabajo el cual me gusta hacer - dijo mirándola y dedicándole una sonrisa, la cual fue devuelta por Emili con un color carmesí en sus mejillas.

Emili salió de la sala y se dirigió a su habitación a dejar pasar el día asta por la noche, donde tendría una cena con sus padres y sabrá Dios con quien más, pero esta vez no se aburriría tanto ya que también iría Cristian.

Sus padres lo invitaron en agradecimiento por haberle hecho compañía a su hija los días que tubo que guardar reposo, su padre después de conocerlo un poco, le agradó bastante el muchacho.

La cena seria, a las nueve y media, ya eran las ocho menos cuarto, Emili decidió darse un baño y relajarse un poco.

Ya en la bañera se tocó un poco la piel de la parte de atrás de su pierna pensando en el tacto de Ricardo, en como su cuerpo había reaccionado ante tal.

Cuando salió del baño decidió ponerse un vestido rosa y blanco con decoraciones en plateado, con los tirantes cruzados en la espalda dando la sensación de estar descubierta, la falda era un poco de vuelo, pero sin pasarse a lo bombacho, de largo le llegaba asta tres dedos por encima de la rodilla.

Su pelo lo recogió a un lado dejando sus ondas caer, se maquilló de manera natural y lista.

Cuando terminó se dio cuenta que llegaba 5 minutos tarde, así que se colocó sus tacones de color plata y salió disparada para el salón donde tendría lugar la cena.

Cuando llegó se encontró con Cristian con una camisa blanca con los primeros botones desabrochados, su pelo alborotado y unos pantalones de traje en color negro, estaba elegante pero a la vez sexy.

Él al verla le dedico una sonrisa y dio una vuelta sobre si mismo señalándose, asiendo que Emili soltara una carcajada.

Cuando estuvo a su lado, Cristian le ofreció su brazo para que ella lo agarrara, caminaron asta la mesa del brazo, con varias personas ya sentadas.

Cuando llegaron todos los integrantes que estaban sentados en la mesa, dirigieron sus miradas a lo que parecía una pareja de adolescentes bastante felices, todos les dedicaron una sonrisa menos uno de ellos.

Ricardo sólo miraba el brazo de ella entrelazado con el de él,en su mirada se podía distinguir sorpresa y un poco de rabia.

Cuando sus miradas se cruzaron, Emili pareció comprender lo que su mirada quería decir y se soltó del brazo de Cristian con un poco de color en su cara.

La cena comenzó, en ella estaba los padres de Emili y también Víctor con su esposa la cual parecía a primera vista una mujer de unos 50 y picos de años, y de una personalidad frívola.

A lo largo de la cena Emili se dio cuenta de que Estefania como se llamaba la mujer de Víctor, no es que pareciera frívola sino que lo era, se tubo que morder varias veses la lengua por respeto a sus a padres y a los demás.

- la Urraca no para de mirarme con cara de estreñida - le dijo en el oído Cristian a Emili asiendo que ella casi escupiera el vino que estaba bebiendo.

No pudo contener la risa y estalló asiendo que todos la miraran con cara de no entender.

Cuando se calmó le se acercó al oído de Cristian y le susurró un gracias.

- por que ?- le preguntó él de la misma manera en la que ella le había susurrado.

- por acompañarme en la cena y hacerme reír, te juro que si no hubieras dicho eso para que me relajara le hubiera tirado el plato en toda la cabeza a la "Señora"- dijo asiendo comillas con los dedos al pronunciar señora.

- los Empleados la solemos llamar Urraca - dijo asiendo que Emili volvía a reírse de la cara que puso al pronunciar el apodo.

Mientras que los dos conversaban Ricardo estaba cada vez más nervioso y con más rabia de lo normal, no podía aguantar que el chico se le asercarse tanto ni que ella se dejara y Riera con cada cosa que él le dijera al oído.

Aki va otro capítulo y mañana otro, BIEN por mi. Jajajajaja

La inspiración a vuelto a mi ole yo 😀

Les prometo subir casi todos los días mientras la inspiración este de mi lado claro y también cuando no pueda por motivos personales. pero si todo va bien tendremos capítulos diarios. :O :-*

¿ qué os parece la actitud de El bombonazo de Ricardo ?

Comentad lo que os parese el capítulo o la historia en general un bss grande y espero que os allá gustado.

Mi Doctor De HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora