capítulo 15

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Decisión.

Después de toda la noche pensando en las palabras de Ricardo Emili tomó una decisión y era que ella lucharía, por él.

Él era el único chico o en este caso hombre, que le había gustado de verdad y no estaba dispuesta a perderlo. Si el no estaba seguro de lo que realmente sentía ella se lo aria ver, claro aunque llevara poco tiempo conociéndolo sabia que lo quería y se lo aria ver a él y que él se terminara de dar cuenta de que también la quiere y lucharían para que a pesar de todo valdría la pena superar sólo por estar juntos.

Su plan era muy sencillo conquistarlo, y el primer paso era preparar una cita como cualquier pareja normal pero ya que no podían ser vistos juntos en ningún lado donde pudieran verlos haría una cita especial y para eso necesitaría algunas cosas que conseguiría a lo largo del día.

Consiguió dos cestas de picnik donde llevaría la cena que había conseguido junto con una botella de champán, copas, cubiertos, más dos velas.

Por otra parte ella llevaba un conjunto blanco con detalles de encaje del mismo color que consistía en una falda dos dedos por encima de la rodilla entubada, un corcel de escote corazón que dejaba su ombligo al descubierto y realzaba sus pechos a la vez que esculpía su figura a la perfección, su pelo estaba recogido solamente con una diadema que cruzaba su frente de flores pequeñas cantidades con pequeños diamantes incrustados del mismo color que el conjunto, dejando su pelo recogido por detrás con la misma diadema,

Decidió ponerse exactamente ese conjunto por que era el que más la dejaba ver cómo lo que en ese momento desearía ser una mujer de los pies a la cabeza y no una adolescente que no sabe lo que quiere.

Lla estaba lista para su noche romántica. Cojio sus dos cestas y salió por la terraza para ir a la habitación de Ricardo.

Llamó dos veses a la puerta y no contestaba nadie, se acercó un poco más a la puerta por si escuchava algún indicio de ruidos que le diera la certeza que él estaba hay.

Después de rato cuando lla estaba por irse escucho como Ricardo maldecía en voz alta.

- me cago en todo por que mierda no contestas el maldito teléfono hace dos semanas que intento hablar contigo y no me contestas, por favor nesecito hablar contigo llámame saves que debemos hablar - lo último lo dijo en un tono de necesidad que hizo estremecer a Emili, Él todavía no se había dado cuenta que ella estaba detrás de la puerta.

Emili no sabía que estaba pasando, lo único que sabía era que no era momento para molestar así que dio media vuelta dispuesta a irse por donde había llegado.

Pero su camino fue interrumpido por un fuerte golpe de una puerta habiéndose de malas maneras.

-¿Emili?- fue lo único que salio de la boca de Ricardo cuando se dio cuenta que ella estaba de espaldas a él, en la terraza dirección a su cuarto.

Ella se dio la vuelta y sus ojos fueron directo al teléfono móvil que aún llevaba el en la mano, él siguió su mirada y se dio cuenta de que ella lo había escuchado.

- Emili sólo estaba hablando con alguien de mi familia, no tienes por qué preocuparte si as escuchado, sólo te puedo decir que confíes en mí - dijo muy nervioso como para que Emili terminará de crerselo, pero decidió que tenía que confiar en él, sabía que una relación se basaba en la confianza y si quería eso con él tenía que confiar.

- no estoy desconfiando sólo quería dejarte sólo para no molestar- dijo para creerselo ella misma más que para él.

- y que haces aquí y con eso en las manos - dijo mirándola con una sonrisa.

- sólo iba a invitarte a cenar pero creo que será mejor que sea otro día no quiero molestar - dijo mirando las cestas que se encontraban en sus manos.

- tu nunca molestas y después de todo el trabajo que te as molestado en hacer, no voy a permitir que se eche todo a perder por mi culpa- dijo acercándose a ella y cojiendo las pesadas cestas de sus manos y dirigiéndose a su habitación, Emili sólo se dispuso a seguirlo dentro de esta.

Emili se quedó parada en el centro contemplando cada detalle de la habitación, dándose cuenta que tenía mucho en común con la sulla, pero esta tenía un aspecto más varonil.

- valla as traido un poco de todo- dijo Ricardo colocando todo perfectamente en la mesa.

- sólo es una tontería - le quito importancia al hecho de estar toda la tarde preparando para que todo saliera perfecto incluso se coló en la cocina para mirar algunos papeles donde ponía lo que más le gustaba comer a él.

- gracias por tomarte esta molestia pero no hacia falta yo solo me conformo con estar contigo- dijo acercándose y depositando un suave beso en los labios de Emili.

Segunda parte del maratón
Espero que os allá gustado y si lo a hecho regalarme una estrellita.

Un bss fuerte.

Mi Doctor De HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora