capítulo 18

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Fiesta en la piscina

Tres días habían pasado desde la última vez que habían estado juntos en el invernadero.

Ese día Emili se había despertado en su habitación con una nota donde Ricardo le explicaba que él era el que la había acostado y que esperaba que hubiera tenido dulces sueños.

Esos tres días apenas pudieron verse y si lo asían ni si quiera podían darse un beso, por miedo hacer descubiertos, Ricardo tubo que atender más personas de lo habitual haciendo frente a las consultas que días atrás que había aplazado para poder decorar el invernadero, Ricardo sonreía cada vez que pensaba en que había válido la pena sólo de poder mirar la cara de sorpresa y ilusión de Emili.

Emili tampoco tubo mucho tiempo libre ya que había comenzado una nueva rutina de entrenamiento que le había llegado por correo poniéndola al tanto que decía que empezará cuanto antes.

El sábado había llegado y con el unas invitaciones para todas las personas que se alojasen en ese momento en el hotel.

La mamá de Emili en cuanto supo de la fiesta nada más y nada menos que en la piscina central del hotel, corrió hacia la habitación de su hija arrastrándola a el centro comercial del hotel, recorrieron más de la mitad del centro asta que por fin entraron en una de las tiendas del gusto de Emili, se probó varios modelos de bañadores y biquinis asta que dio con uno que le fascinó ese sin dudas era el que más le gustaba la parte inferior de talle alto aunque dejaba ver sus caderas y sus muslos más de lo  normal, la parte superior era de estilo corpiño con el mismo estampado de estilo marinero aunque la parte de abajo predominaba el rojo y en la parte superior el azul y blanco era extraño pero muy bonito, elegante y sexy algo que a Emili le fascinó.

- valla tienes razón es precioso- dijo después de intentar por todos los medios que Emili coguiera uno más tapado o de un color, o simplemente uno más elegante, pero al ver que no había manera de convencerla decidió darle una oportunidad a ese biquini, cuando su hija salió del probador con el puesto se quedó estupefacta al ver lo precioso que le quedaba. Aunque ella hubiera elegido uno mucho más elegante tubo que darle la razón era muy bonito.

- bueno pues al fin podemos irnos - dijo Emili entusiasmada con la idea de terminar al fin la mañana de compras y por fin poder recostarse en su ya apreciada cama.

- no de eso nada haora nos tenemos que ir a depilar y aser la manicura y pedicura- Emili suspiro cansada sabiendo que ese día iba a hacer bastante largo.

Y asín fue estuvieron todo el día de compras y en el spa arreglándose para la fiesta de la piscina que sería al día siguiente  durante todo el día.

Su madre se empeñó en que disfrutará y se relagada con ese día de compras y de la fiesta.

Sabía muy bien que lo que su madre pretendía era de entretenerla un rato para que se relajara de tanto estrés de los entrenamientos y se lo agradecería.

Llegó a su habitación agotada ir con su madre de compras era más agotador que un día  entrenamiento completo, dejo las bolsas ensima de la cama y se dirigió hacia la terraza.

Para su sorpresa Ricardo estaba tumbado en una de las tumbonas.

Ella se acercó con cuidado sin que él se diera cuenta asta que cuando  estuvo lo bastante cerca para asustarlo.

- si pretendes asustarme no lo vas a conseguir- dijo Ricardo sacando una leve sonrisa.

Emili se sentó en una de las butacas mirándolo. Como un hombre como el se a podido fijar en ella el podría tener a cualquier mujer que quisiera era el estilo de hombres que con una sonrisa bajaba bragas al por mayor.

- en que piensas- le preguntó el mirándola divertido.

- en la fiesta de mañana- mintió Emili.

- valla espero que te diviertas, que pena de no estar allí aunque fuera para estar vigilando de que ningún estúpido se te acerque más de lo debido - dijo Ricardo con cara de fastidio.

-¿Tu no vas a la fiesta?- preguntó estrañada.

- no no puedo esta tarde me a llegado un correo electrónico que decía que mañana vendrían tres estudiantes a ver mi trabajo para que sepan cómo funciona  trabajo de un médico en un hotel-

- ¿y no puedes posponerlo?- volvió a preguntar esperanzada a que pudiera.

- no no puede ser o sino creeme que lo hubiera hecho- dijo mirándola y cojiendola de la mano para que se levantará y se sentara en sus piernas.

- pues que malaje aunque por una parte me alegro asin ninguna sangrona podrá verte en traje de baño tendré sólo yo ese privilegio - dijo Emili agarandole por los hombros y dandole una sonrisa, a lo que el levantó las cejas divertido por su comentario.

- yo en cambio no podré concentrarme en mis explicaciones por estar pensando en que otros hombres te están viendo caso desnuda- dijo dejando de reír y pensando muy serio en lo que acababa de decir.

- vale eso no me gusta ni un pelo aunque siempre puedo enserrarte en tu habitación- volvió a decir con una sonrisa ladeada.

- si aunque no dudo que mi madre caería la puerta si ve que no salgo- dijo Emili conteniendo la risa aunque no tardó mucho en explotar cuando miro la cara de Ricardo que era claramente de fastidio.

- bueno creo que ya boy a acostarme es tarde y mañana se me ara el día eterno - dijo Ricardo levantándose y dandole un beso en la frente para despedirse.

Emili no muy conforme con su acción lo agarro de la mano antes de que  él se diera completamente la vuelta, se acercó y depósito un suave beso en sus labios.

- que descanses- dijo todavía sobres sus labios Ricardo esbozó una pequeña pero perfecta sonrisa y  asintió.

Creo que al fin me estoy desbloqueando asin que boy a aprovechar y escribir más de un capítulo.

Asin que intentaré escribir asta donde me lo permita mi tiempo claro.

Y un millón de gracias a todos los que me leéis y muchísimas gracias a las que me estáis dando estrellitas  os adoro.💜

Espero que algún día caiga algún comentario que me diga como les parece mi historia.

Un bss enorme😘

Mi Doctor De HotelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora