Estaba en mi habitación miando musarañas y pensando que este era el día más aburrido que recordara. Todo el mundo estaba haciedo algo y no podían hacerme compañía incluso jero tenía cosas importantes que hacer, tuve que asegurarle que nada me iba a pasar y que se fuera tranquilo que no me movería de la cama y ese era mi propósito quedarme toda la tarde zampando gominolas y patatas viendo peliculas y despues de cargarme la saga completa de Crepúsculo y decir mil una barbaridades en contra de bella y es que sinseramente nunca me gusto esa chica, pero Jacob y Eduart me encantaban. Me harté de ver películas romanticas asin que busque alguna u otra de accion pero a parte de triple x y a todo gas ninguna me llamaba demasiado la atención.
Mi espalda enpezo a quejarse de estar tanto tiempo acostada asin que decidí ir a dar un paseo por el hotel y estirar un poco las piernas.
Empecé a andar sin rumbo ninguno recortiendo gran parte del hotel hasta que me di cuenta de que estaba en frente de la puerta de la azotea y pense que si había llegado asta aquí por que no entrar, lla era hora que me enfrentara a mi pasado.
Instantáneamente mire mi creciente pancita y sonreí.
Definitivamente era hora de afrontarlo y mirar al futuro. a mi bebe.
Entre decidida observando que nada había cambiado, que todo seguía en su lugar. Tal y como lo dejamos la última vez a excepción del sofa que se via un poco mas vencido por uno de sus extremos como si tubiera el hueco de homero simpsons clavado.
Me sente en el sofa y mire cada detalle del invernadero de cristal era hermoso. Cada minúscula cosa me hacía recordar los momentos vividos aquí dentro.
Estaba tan absorbida por mis pensamientos que no note ni escuché cuando alguien había entrado hasta que sentí como el sofa se hundía sobre el peso de alguien, dando un pequeño salto en mi lugar por el susto que me había llevado.
Supe quién era solo por su olor y también sabía que de esta no me libraba. Que tendría que escucharlo me gustara o no.
Volví la cara hacía él lentamente. Asta que lo tenía frente a frente y soltando un suspiro de cansancio y rendición.
-perdona por venir aquí no debí - el fue mas rapido que yo agarrandome del brazo cuando me disponía a salir. Al menos lo había intentado aunque no sirvió de mucho.
- me vas a escuchar sin peros, ni tampoco te vas a escapar estamos solos y que mejor que en este lugar para aclarar las cosas. Pero antes de todo sientate y por favor relajate no estoy falto de conocimiento y se perfectamente que las emociones te hacen daño a ti y a nuestra niña.
- mi.... - no pude correjirlo ya que la mirada que me dio era bastante aterradora asi que decidí lebantar las manos en símbolo de rendición.
- está bien está bien me sentare. Y me relajare todo lo que pueda ¿ Está bien ?- dije rindiendome al fin y al cabo esto tendría que llegar en algún momento.
A Ricardo se le formó media sonrisa que le hacía ver mas joven ya que me acababa de dar cuenta que en estos meses parecia que había envejecido alguno años del tirón.
Me sente en uno de los sillones y me quedé observandolo fijamente mientras tocaba mi pancita, como si inconscientemente la protegiera de algo muy malo.
Ricardo suspiro y se sento en otro sillón justo al lado del mio mirándome como yo a él.
- empiezas tu o yo - solté de muy mala gana. Él se apresuró a negar con la cabeza .
- dejame explicarme por favor después mandame a la mierda si quieres- intentó agarrarme la mano pero rápidamente la aparte.
- seguramente lo haga pero empieza de una vez o me levanto y me voy- él solo asintió con la cabeza .
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Mi Doctor De Hotel
RomanceEmili 17 años y Ricardo 29 Dos vidas completamente diferentes que se cruzarán. Situaciones que los llevarán al límite de sus fuerzas y cordura, en una trama de enrredos los cuales te harán retorcerte de risa, llanto e incluso dolor. Amor, edad , se...