Ricardo abrió sus ojos e incluso se los tocó creyéndose que ella era una imaginación o algo por el estilo.
-¿Emili? ¿Qué haces aquí?- preguntó un poco confundido.
No contesté sólo me acerque asta su escritorio donde estaba sentado me incliné y deposite un suave beso en sus labios.
Él se quedó confundido pero al segundo respondió el beso, y se puso de pié, agarrandome de la cintura y apegandome más a él.
Pude notar como sus labios dibujaban una sonrisa. Mientras me besaba.
- no sabes cómo te echaba de menos cariño, porfavor no me vuelvas a apartar de ti- dijo acariciándome la mejilla.
- nunca más te voy a apartar de mi - dije desde el fondo de mi corazón.
- Te e escuchado hablar con tu... Digamos exnovia- dejando en claro que había precensiado lo que había pasado en ese mismo lugar 5 minutos atrás.
- ¿eres muy cotilla lo sabías?- dijo Ricardo con media sonrisa daleada en sus labios.
- toda mujer lo es y quien diga que es mentira, miente - dije con una sonrisa.
Ricardo miro a su alrededor y arrugo el entrecejo.
- que pasa- pregunté mirando a mi alrededor al igual que él.
- que hoy no hay consulta por que lo digo yo- dijo agarrando su maletín y sacando su móvil, donde tecleó un par de cosas y lo volvió a meter en el maletín donde saco un juego de llaves y arrastrándome fuera de la consulta.
- ¿y si hay alguna urgencia?- pregunté un poco preocupada.
- por un día me da exactamente igual- dijo sin parar de tirar de mí asta llegar asta las escaleras de emergencias donde si no fuera por mí buen estado físico me hubiera arrastrado e incluso haberme echo daño.
sabía muy bien donde nos dirigía y lo confirme en cuanto entre por la puerta de la azotea, donde se encontraba nuestro pequeño escondite secreto sólo de él y mío.
En cuanto traspasamos la puerta de el invernadero de cristal, me agarró de la cintura y me atrajo hacia el chocando su cuerpo con el mío, y me beso como hacía días lo había hecho con urgencia, necesidad, pasión y sobre todo amor.
Mi corazón estaba a mil por hora y el de el lo podía notar exactamente igual sobre mí.
- te e extrañado no sabes cuanto, no se que me has hecho no se como en tan poco tiempo e perdido la cabeza de esta forma - dijo rompiendo el beso y abrazándome.
- te quiero- no se de donde salió eso solo se que lo dije, que se lo dije y fue como quitarse mil kilos de encima.
- yo no te quiero, te amo - dijo separándose de mi y acunandome la cara entre sus manos y poco a poco juntó sus labios con los míos depositando un suave beso.
Se separó de mi y se sentó en uno de los sofás dándose palmadas en las rodillas para que tomara asiento en sus piernas y así lo hice.
Eche mi cabeza en su hombro y me dejé caer en su cuerpo.
Después de cinco o diez minutos en silencio empecé lo empecé a notar raro.
- que te pasa- le pregunté ya que estaba completamente ido y pensativo.
- no te preocupes sólo pienso en lo siguiente que voy ser- ese comentario me puso inquieta a mi y con solo una mirada supo lo que quería preguntarle.
- pienso dejar este trabajo, buscar otro aunque sea en el exterior de la ciudad y sobre todo hablar con tus padres y explicar que te quiero y sobre todo decir a los cuatro vientos que tu eres mía - dijo mirando al horizonte.
- no de eso nada tu no vas a dejar ningún trabajo, se que estas esperando la plaza en el hospital y vas a esperar por ella, y yo también quiero que mis padres se enteren que quiero estar contigo,también que todo el mundo se entere por su puesto eso sería un sueño, pero no voy a permitir que pierdas tu trabajo asín que esto por ahora se queda para nosotros dos, cuando pase un tiempo y yo cumpla mis 18 lo diremos y listo nadie podrá decir ni pío- digo para que quede bien claro mis ideas pero él solo arruga el entre cejo.
- me da igual mi trabajo sólo te quiero a tí a mi lado, no pienso pasar por lo de los últimos días ni un segundo mas- dijo agarrándome bien la cara para que lo mirara de frente.
- eso no volverá a pasar, sólo tenemos que aguantar unos meses y listo no as luchado tanto para tirarlo ahora por la borda no te lo consiento- dije lo más convencida posible ya que para mi también era duro estar sin poder besarlo o simplemente decir ese es mi novio.
- por eso te quiero eres la mujer más bella e inteligente que conozco- dijo depositando otro beso sobre mis labios que yo acepté de mucho gusto.
Corto lo se y tarde también lo se pero con el poquísimo tiempo que tengo, me puedo dar con un canto en los dientes de poder publicar aunque sea un capítulo.
Hum... que pensáis de todo lo que está pasando?
Muchas gracias por los votos nunca en la vida me imaginaria tener ni la mitad que tengo ahora, asín que mil gracias y espero ir a por mas un beso fuerte y feliz año nuevo que todos vuestros sueños y anhelos se os cumpla.😘😍
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Mi Doctor De Hotel
RomanceEmili 17 años y Ricardo 29 Dos vidas completamente diferentes que se cruzarán. Situaciones que los llevarán al límite de sus fuerzas y cordura, en una trama de enrredos los cuales te harán retorcerte de risa, llanto e incluso dolor. Amor, edad , se...