Esquivar
Había pasado 3 días desde la cena, pero tres días bastantes raros para Emili.
Porque? Pues porque cada vez que se encontraba con Ricardo era como si simplemente la esquivara,tenía siempre demasiada prisa y sigue con la misma pregunta ¿Por qué? Simple cuando Emili lo vía por los pasillos o en la terraza, él solo se limitaba a verla y salir como alma que lleva el diablo, ella cada día se sentía más apenada, pensaba que ¿qué había hecho para tal reacción? pero decidió que esto se acabaría que iba a hablar con él, por que esto era bastante extraño.
Al contrario que Ricardo que sólo quería evitarla, por la simple razón de no saber lo que esa niña, sí niña por que a su lado eso era ella una niña, le hizo sentir cosas en una sola cena lo que hacía tiempo ninguna mujer provocaba en él, eso le dio terror y más cuando supo su edad, se dio cuenta que era joven pero no que fuera menor de edad, no salía de su asombro de cómo se comportaba su cuerpo solo de verla aunque fueran segundos, por eso mismo la evitaba y sólo mantendría una conversación con ella si fuera estrictamente necesario.
Los rayos de sol se filtraban llegándole asta su cara, poco a poco fue despertando y estirazandose su pelo largo pegados en su nuca y esparcidos por toda la almohada, su cuerpo húmedo por el calor que había pasado esa misma noche.
Cuando terminó de despertarse se dio un baño que le quito el sudor de su trabajado cuerpo, aún que tuviera sólo 17 años tenía mejor cuerpo que muchas mujeres que se llevaban horas y horas en el gimnasio, todo gracias al baile, ella tenía un cuerpo que muchas mujeres desearían.
Se colocó su biquini como casi todas las mañanas y se fue hacia su terraza donde estaba la fabulosa piscina, aun que se hubiera duchado hace solo minutos, le gustaba nadar un rato por las mañanas y nunca lo aria llena de sudor.
Colocó la toalla en la hamaca que más bien era un sofá redondo y se tiró de cabeza a la piscina.
Al hacer dos largos saco su cabeza del agua y se dio cuenta que Ricardo estaba parado en su terraza con una toalla y bañador puesto.
- perdón no sabía que estaba ocupada- dijo Ricardo mirando hacia otro lado como si le diera vergüenza mirar.
- no pasa nada también es tuya o no?- dijo Emili saliendo de la piscina.
Ricardo no pudo soportar no poner la vista sobre ella, era perfecta, tenía cada curva en su lugar, su mirada la recorría como un lobo hambriento a un carnero abandonado.
-mejor me voy sigue nadando- dijo Ricardo nervioso por salir de hay lo más rápido posible.
- no claro que no yo ya e nadado un rato y tu venias a nadar un rato soy yo la va- dijo recibiendo su toalla y enrollándosela en el cuerpo para dirigirse a su habitación.
- pero tu llegaste antes yo soy el que se va no te preocupes- dijo él antes de que ella se fuera.
- bueno por que no asemos una cosa- dijo Emili un poco avergonzada.
-El que?- Respondió el un poco confundido
- la piscina es compartida verdad, pues compartamosla le prometo que no le molestaré sólo estaré en la hamaca tomando sol, que le parese biem?- el paresio pensandoselo pero terminó asintiendo con la cabeza no le veía nada malo asin a lo mejor su cuerpo y mente se relajaban un poco estando cerca de ella y dejaba de pensar en tonterías.
Ricardo colocó su toalla ensima de una de las hamacas de su lado de la terraza, Y se metió al agua mientras Emili tomaba sol en la suya.
Emili se colocó sus gafas de sol y quiso disfrutar del sol pero en vez de disfrutar del sol, disfrutó a un más de las vistas que el doctor le estaba proporcionando, su cara cada vez estaba más roja y no precisamente por el sol, era la primera vez que su cuerpo experimentaba esa sensación de calidez extrema.
Se estaba arrepintiendo de no haberse ido cuando pudo, ahora su cuerpo entero ardua y ella estaba cada vez más nerviosa al no saber que le pasaba al mirar a aquel hombre delante de ella nadando.
- mejor me voy, o llegaré tarde a mi entrenamiento, adios - dijo mientras recojia su toalla lo más ligera que pudo.
Ricardo estaba entretenido en nadar para no mirarla, cuando ella se despidió y el la miro y sonrió no sabía por qué pero paresia que se había puesto nerviosa.
Emili de volvio a dar una ducha rápida y corrió a su sala de entrenamiento, eso la alludaria a calmarse y sacar toda la adrenalina que su cuerpo tenía.
Pasaron 4 horas y seguía bailando, cuando escucha la puerta.
- adelante esta abierta- chilla para que el que quiera que estaba llamando pasara.
- me imaginaba que estabas aquí donde si no Saves que el hotel cuenta con muchísimas instalaciones de ocio y disfrute, para que te metas aquí todo el dia?- dijo Cristian entrando y sentándose en uno de los puf.
Estos últimos días Cristian en sus horas libres los aprovechaba y se acercaba a ver a Emili entrenar, Emili le agradecía por hacerle compañía ya que era el único amigo había hecho desde que llegó.
- si lo se pero me gusta estar aquí, además saves que tengo que ensallar las coreografías para las nacionales- dijo poniendo la música de nuevo y comenzando a ensallar de nuevo, era verdad que para ganar las nacionales había que practicar mucho pero ella savia que no era necesario estar todo el día aún asín lo hacía por que era lo que le relajaban y le gustaba a ser en ese momento ya que estar por el hotel le aburría, a demás de que haora la que no quería cruzarse con Ricardo era ella, se moriría de vergüenza si se lo cruzaba después de lo que sintió al verlo esta mañana, solo de imaginárselo con el torso descubierto sus abdominales bien marcados sus brazos bien definidos, el calor subía sin control a su cara.
Después de un rato más entrenando, se dio se paró ya que se sentía bastante cansada, cuando se quiso dirigir hacia su puf para sentarse al lado se Cristian, este se levanto rápido para poder agarrarla porque sus pies habían fallado y lo último que escucho fue su nombre antes de desmallarse.
Esque asta yo estoy enganchada a esta historia.
esto se está poniendo caldeadito, y no voy a decir nada más un bss y gracias por leer os adoro. :-*
Y si os a gustado ⭐ a sin sabré que os gusta
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Mi Doctor De Hotel
RomanceEmili 17 años y Ricardo 29 Dos vidas completamente diferentes que se cruzarán. Situaciones que los llevarán al límite de sus fuerzas y cordura, en una trama de enrredos los cuales te harán retorcerte de risa, llanto e incluso dolor. Amor, edad , se...