Roce
Ya había pasado 5 días desde que mandaron a Emili a que hiciera reposo un día más y sería libre de este tipo de encierro al cual la habían sometido.
5 días de películas y comidas de todo tipo, estaba segura que había ganado al menos un par de kilos en esos días.
Cristian le hizo compañía en sus ratos libres, los primeros días Carlos se opuso pero terminó aceptando que le hiciera compañía, incluso le había cogido algo de cariño al chico al ver como se preocupaba por su hija.
Emili se encontraba en la hamaca disfrutando de un día magnifico, cogiendo un poco de color tostado, de algo le había válido los días de secuestro como ella lo denominaba.
Eran las doce de la mañana y lla estaba harta de no hacer nada, no la dejaban ni siquiera ensallar en su cuarto la tenían muy bien vigilada para que no hiciera ningún tipo de esfuerzo físico, le llegaron a decir que estaba obsesionada con el entrenamiento y la verdad eso le dio que pensar, podía ser verdad pero ella sólo quería bailar , para ella era sentirse libre volar era su gran pasión el poder estar a otro nivel, poderse olvidar del mundo sólo era ella y el baile.
Pero aún así decidió no excederse en sus entrenamientos y darse un respiro de ves en cuando.
-Valla creo que no soy el único que quiere disfrutar de este lindo día - dijo Ricardo sentándose el la hamaca que estaba justo al lado de Emili.
Hacia días que sólo se veían cuando el iba a comprobar como estaba pero las únicas palabras que cruzaban era estrictamente sobre la salud de ella y eran mínimas.
El se había comportado demasiado serio y distante.
Emili se extraño de que ahora le hablara y se sentara justo a su lado.
- si -fue lo único que contestó, sin ni siquiera mirarlo, no sabía por qué pero el comportamiento de él, la tenía bastante confundida y a la vez dolida.
Él toda la semana estuvo con un humor de perros sólo se le calmaba cuando iva a revisar a la muchacha que en ese momento tenía justo en frente, pero el día en que ella estaba acompañada del otro muchacho sentía una rabia que no sabía de dónde salía.
El se daba cuenta de que la muchacha lo atraía y bastante, sólo con un rose de su piel lo ponía inquieto, pero no olvidaba que era una adolescente a la cual le llevaba más de diez años, A parte de ser ahora su paciente.
- la verdad es que si hace un día hermoso- dijo ella mirándolo fijamente con una sonrisa de boba y con un rubor bastante notable en su cara, dándose cuenta lo increíble que se veía él con su traje de baño y una camiseta pegada a su trabajado abdomen.
Él le devolvió la sonrisa y se acomodó en su lugar un poco nervioso por tenerla tan cerca en biquini, su cuerpo reaccionaba de una manera que él no sabía cómo controlar.
A Emili le rugió el estómago en señal de que tenía apetito.
- que tal si llamamos al restaurante para que nos suban algo y comemos aquí?- propuso Ricardo para pasar un rato con ella, con la intención de comprobar si su cuerpo y su mente se terminaban de relajar ante la joven.
- claro por qué no!- dijo emocionada por conocerlo mejor y averiguar por qué ese hombre la ponía tan nerviosa sólo con verla y sonreír , quería saber qué tenía él de especial para ponerla de esa manera, a lo mejor si lo conocía un poco más dejaba de ponerse nerviosa delante de él.
Empezaron a hablar de las competiciones que tendrían lugar próximamente y en la preparación física que tenía que llevar a cabo para las mismas.
Al cabo de un rato llegó la comida la cual colocaron en una mesa pequeña entre medio de las dos hamacas, para poder estar más cómodos.
- valla de verdad que tenías hambre- dijo Ricardo fijándose en como se comía la última cucharada del helado de chocolate.
Ella lo miró y sonrió mientras se metía la última cucharada de su adorado postre en la boca un acto que ella hizo sin ninguna intención más que saborear el delicioso chocolate, pero para Ricardo fue algo que lo hizo temblar.
En ese momento no pensaba en nada más que no fueran esos labios los cuales lo traían completamente confundido.
- creo que ya me tengo que ir - dijo levantándose torpemente y tropezando con la pata de la mesa que habían puesto para poder poner la comida, haciendo que se derramara un poco de zumo.
Calló sobre su amaca sentándose de nuevo, Emili al ver como tropezaba se levantó de golpe para comprobar que no le pasó nada, pero terminó resbalándose con el zumo cayendo justo ensima de él.
Ricardo posó sus manos en las descubiertas caderas de ella, agarrandola para sujetarla mejor.
Emili tenía sus manos en los hombros de Ricardo, los dos se miraban como si se quisieran comer, sus respiraciones se juntaban en sus bocas, ambos estaban cara a cara, mirándose directamente a los ojos, pero ninguno movía ni una pestaña.
Emili colocó una de sus piernas en las de él colocándose más cómoda, el noto como ella se posicionaba y un gruñido salió involuntariamente de su garganta, no savia lo que estaba haciendo sólo savia que sus manos la querían apretar aún más a él.
Sus labios estaban tan cerca que se empezaron a rosar.
Ricardo la apartó asiendo que ella cayera en cuenta de lo que acababa de pasar, dejándola confundida y avergonzada.
Ella solo lo miro y pronunció un
- lo siento- saliendo hacia su habitación como alma que lleva el diablo.Emili se quedó en el suelo de su habitación avergonzada por lo que acababa de ocurrir, que mosca le pico para hacer eso por que se avía quedado ensima de él y por qué no se había levantado a tiempo antes que pasara eso.
Ella estaba muy confundida con lo que acababa de pasar.
Perdonar por favor. No e podido actualizar antes y tampoco e querido, ¿por que? Fácil por que la inspiración no está de mi parte, tengo la historia bien planteada pero ir paso a paso para que todo quede perfecto es algo más difícil.
Este capítulo lo e cambiado varias veses asta que a sido de mi total gusto, espero que también del vuestro.
Espero vuestros comentarios con vuestra opiniones de cómo va la historia un bss muy grande y mil gracias por leer, y si me dais una estrellita me aréis inmensamente feliz
Prometo actualizar más seguido :-*
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Mi Doctor De Hotel
RomansaEmili 17 años y Ricardo 29 Dos vidas completamente diferentes que se cruzarán. Situaciones que los llevarán al límite de sus fuerzas y cordura, en una trama de enrredos los cuales te harán retorcerte de risa, llanto e incluso dolor. Amor, edad , se...