Oneshots 1 [Chris Evans]

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Advertencia: Pre- Fondue :v 

Se encuentran en una fiesta rodeados de amigos y familia, la casa de Chris es el escenario. La música suena a un volumen alto que parece competir con las grandes carcajadas que sueltan los invitados. Es una fiesta informal, que promete terminar a altas horas de la noche.

Desde que Chris tuvo que apartarse de ti para, como buen anfitrión, atender a los invitados, no ha alejado su vista de ti. Primero eran miradas furtivas, para luego hacer contacto visual por varios segundos, pero luego se tornaron más hacia la coquetería.

En un momento, la mirada de tu novio no sólo estaba en tus ojos, sino que bajaba por tus labios y se perdía en otras partes de tu cuerpo que a él le parecían atractivas. Lo viste sonreír y negar con la cabeza, imaginas el camino que tomará esta situación. También hay cambios en ti, pues, extrañamente notas que la playera que lleva Chris parece ser más ajustada en cada minuto que pasa y por ende, marca mejor su torso y extremidades superiores.

Scott te pregunta por más jugo, ya que ahora él prepara una bebida y se lo ha terminado. Te ofreces a traerle más de la cocina, y sin esperar una negativa por su parte, caminas en dirección a aquella parte de la casa. El ruido no te permite escuchar que Chris te ha seguido.

Tienes el par de botellas de jugo listas para llevárselas a Scott, pero los brazos de tu novio te las quitan y las dejan sobre una mesa. Coloca sus manos en tu cintura y las baja lentamente para aferrarlas a tu cadera, y pegar su cuerpo al tuyo.

—¿Por qué tuve que invitar a tanta gente? —murmura en tu oído y comienza a repartir una serie de besos a partir de este en dirección a tu hombro.

—Porque así eres tú —respondes mientras ladeas tu cabeza.

—Te quiero tener sólo para mí —dice y sus manos pasan a tu abdomen.

—Chris... —suspiras cuando las comienza a subir sin dejar de tocar tu blusa.

—¿Qué pasa, cariño? —su voz suena más gruesa de lo normal.

Él continua subiendo sus manos, pero antes de llegar a la parte inferior de tus senos, te suelta y vuelve a tomarte de las caderas, para girarte y atrapar tus labios en un desesperado beso. Inmediatamente rodeas su cuello con tus brazos y él te levanta hasta dejarte sentada sobre la encimera, se coloca entre tus piernas y hace presión para juntar aún más sus cuerpos, si es que es posible.

—Alguien puede vernos —susurras con la respiración agitada en un momento en que sus labios dejan de tocarse.

—¿Te gusta la adrenalina, o no? —cuestiona con una sonrisa burlona en su rostro.

Realmente admiras sus diferentes momentos, él puede pasar de un momento serio y apasionado, a una sonrisa burlona y luego a una estruendosa carcajada, es algo que amas de él.

Continúan besándose, y las manos de él vuelven a moverse sobre tu cuerpo, acariciando tus pechos sobre la blusa, causando que una ola de necesidad los invada. Pero un par de gritos semejantes a los de la damisela que huye del asesino dentro de una película de terror, los hace volver a la realidad.

De un brinco bajas de la encimera, quedando entre esta y el cuerpo de Chris, y ambos voltean encontrándose con Robert y Scott con las manos cubriendo su rostro. Ellos fueron los autores de los gritos.

—¿Por qué son así? Chris, tu casa tiene suficientes habitaciones para esto —dice Robert fingidamente indignado —. No es muy grato buscar algo para comer y encontrarse con esto.

—Acabo de sufrir el trauma más fuerte de mi vida —murmura Scott —. Yo sólo quería jugo.

—Ahí tienes tu jugo —murmura Chris sin dejar de darles la espalda.

—Y tú, mi hermano, ahí tienes un pequeño gran problema —dice con diversión tu cuñado, haciendo referencia a la entrepierna de tu novio.

—¡Oh, por favor! Querida, el Capipaleta dentro del alma de Chris debe de estar asustado por lo que acaba de presenciar, le terminarás quitando la pureza hasta al personaje—te reclama Robert conteniendo la risa, a lo que te sonrojas.

—Mejor vámonos —dice Scott y toma tu mano apartándote de Chris —. Mi hermano debe solucionar su problema, mientras yo te cuido.

—Yo podría ayudarte, muchachón —el tono de voz de Robert suena sugestivo.

Scott y tú estallan en carcajadas, tanto por Robert como por la expresión de Chris.

—¡Largo, Downey! —dice serio, pero sabes que en el fondo le ha causado gracia. Giras la cabeza para sonreírle a tu novio y él te dedica una sonrisa que te promete culminar con lo iniciado una vez que todos se hayan ido.

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Espero les guste y no les parezca muy raro. ♥ Entro en exámenes finales, y puede que no suba tan seguido. 

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