Oneshots 1 [Chris Evans]

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Despierto con lentitud y manteniendo mi estado de pereza, me rehúso a abrir los ojos debido a lo relajada que me encuentro. Me estiro por debajo de las suaves sábanas mientras logro abrir mis ojos y acostumbrarlos a la claridad que me rodea. Observo la habitación notando un pequeño detalle: no es la mía.

Me incorporo sobresaltada para quedar sentada en la cama, la sábana resbala de mi torso haciendo que me percate de mi desnudez, la vuelvo a colocar de manera que me cubra. ¿Qué pasó anoche?

En efecto, estoy desnuda en una habitación que no conozco, aunque... vuelvo a recorrerla con la mirada analizando lo que me rodea, el color de las paredes y algunos cuadros, los muebles y decoraciones sobre ellos. Llego rápidamente a una conclusión: estoy en la habitación de Chris.

Él ha sido un gran amigo desde hace varios años, aunque los últimos meses nuestra relación se ha vuelto más un coqueteo descarado totalmente correspondido. Nos besamos poco después de conocernos un día que fingió ser mi novio para alejar a un chico, pero luego todo transcurrió con normalidad, hasta hace poco, como he mencionado.

Veo mi ropa doblada sobre uno de los sillones individuales que tiene en el cuarto, me aseguro de cerrar la puerta con seguro, aunque ahora que lo pienso ya debió de haberme visto desnuda, pero aun así lo hago. Me vuelvo a poner mi ropa de manera apresurada, percatándome que no está mi blusa, y me lavo el rostro y los dientes, para luego peinarme.

No escucho ruido en la casa, así que me aventuro en salir con mi sujetador y el resto de mi ropa puesta, para buscar la prenda faltante. Para mi suerte, o desgracia, la encuentro detrás de uno de los sillones de la sala, me la coloco con rapidez mientras las imágenes de la noche anterior comienzan a volver a mi mente.

-Llegando a la fiesta a la cual Chris me invitó.

-Nuestro coqueteo totalmente evidente ante todas nuestras amistades.

-El beso que compartimos.

-Nosotros saliendo de la fiesta y dirigiéndonos a su casa donde hablamos confesando nuestros sentimientos.

-La botella de alcohol que nos terminamos y la manera en que esta fuera la "causante" de la escena que tuvimos en el sillón.

-Yo cayendo sobre su cama mientras buscaba besarlo de nuevo.

De ahí, son imágenes que me hacen sonrojar y recordar las sensaciones que causaron sus besos sobre mi cuerpo. Me consuela saber que le dije que lo quería estando sobria y sonrío al recordar que él hizo lo mismo.

Mis pensamientos me mantienen tan distraída que no me percato en el momento que él ha ingresado a su casa y me sobresalto cuando sus brazos me rodean por la espalda y deja un suave beso sobre mi cuello.

─Buenos días, bella durmiente ─saluda con voz melosa.

─Hola, Chris ─respondo con timidez, él me hace girar y antes de que pueda reaccionar, sus labios están sobre los míos en un demandante beso.

Sinceramente no muestro resistencia, besarlo es una experiencia muy agradable. Siento una de sus manos acariciar mi cintura y la otra mi mejilla, y coloco las mías sobre su pecho, percibiendo su acelerado ritmo cardiaco.

─Salí por algo que necesitaba para preparar el desayuno ─me explica una vez que nos separamos ─. ¿Ya te ibas?

─Pensé que era lo mejor ─murmuro.

─Luego de lo de anoche no quiero que te vayas de mi vida ─me confiesa haciendo que lo mire con emoción ─. Y no me refiero precisamente al momento que compartimos en la alcoba, sino en lo que nos confesamos en ese sillón ─dice señalándolo.

─Pensé que había sido un sueño ─confieso.

─Si fue así, entonces fue el sueño más hermoso de mi vida, pero por suerte, todo fue tan real. Ahora puedo gritar que te quiero sin el temor de tu rechazo ─dice con seguridad.

─¿Rechazo? Chris, soy yo la que tenía miedo, tan solo mírate ─explico ─. Eres un hombre muy guapo, todo un caballero, muy dulce y lo que muchas mujeres quieren.

─Pero yo sólo te quiero a ti ─repite acariciando mi mejilla.

─Eso me hace afortunada ─afirmo devolviéndole la caricia.

─No, cielo, yo soy el hombre más afortunado por ser el merecedor de tu amor ─responde robándome un beso ─, y nunca voy a dejarte escapar ─concluye antes de volver a besarme con más intensidad.

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