II. La última ciudad

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Capítulo 2

Daniel no está.

Me giro agitado y bajo de la cama torpemente. Me acerco al mueble pegado en una pared de la habitación y me dirijo a el para tomar mi arma. Me acerco y no encuentro nada. Un temor me invade por dentro, tengo miedo de que Daniel pueda haber hecho algo malo. Me dirijo a la puerta y la empujo violentamente.

Por unos segundos la luz del sol me deslumbra, hasta que mi vista se acostumbra. Avanzo por el pasillo de piso metálico del viejo motel, me acerco al barandal oxidado y comienzo a buscar con la mirada a Daniel por todo el estacionamiento, hasta que logro distinguirlo en la mitad de la calle de afuera.

Por un momento logro tranquilizarme, y después me lleno de ira. Me dirijo a las escaleras y bajo rápidamente, Daniel me alcanza a ver y me saluda con una gran sonrisa mientras agita la mano. Por un momento me siento desconcertado de su apariencia alegre, sin embargo, llego a él y lo primero que hago es arrebatarle el arma.

— ¿Qué ocurre? —me pregunta confundido mientras se le desvanece la sonrisa.

—Es lo mismo que me pregunto. ¿Por qué demonios saliste sin avisarme? Creí... creí que...

— ¿Qué? ¿Qué estaba muerto? ¿Qué me había dado un tiro en la cabeza?

El lugar se llena de un silencio incómodo, mientras él me observa, me juzga, se decepciona de mí.

—Lo siento, solo me preocupe.

—Lo sé, no te culpo. Creo que ya superé eso, o al menos ya no me afecta tanto.

—Me alegro —le contesto mientras sonrió, reconozco a este Dan, este es el niño que Cristina y yo conocimos­—. ¿Qué haces aquí afuera?

—Salí desde la noche a buscar provisiones. No pude dormir, y después de tantos días de búsqueda, caíste como un tronco en la cama, así que aproveche. Aparte, ¿no habías dicho que ya deberíamos seguir el viaje?

—Si —le contesto con una risa—, pero eso fue hace dos semanas.

Él sonríe ante el comentario, pero después ambos nos quedamos en silencio al recordar aquella noche, la noche en la que Daniel intentó matarme, la noche en la que se hundió en el pozo, la noche en la que le mentí para salvarlo.

—No deberías salir, han estado pasando más esferas últimamente.

—Lo sé —me contesta totalmente serio, se desvaneció el Daniel que recordaba y regreso el Daniel suicida, violento, el Daniel del pozo—. Larguémonos de aquí —dice mientras avanza en dirección al hotel sin apenas voltear a verme.

Llega hasta el estacionamiento y sube las escaleras, lo sigo, y cuando llego al estacionamiento él ya está sobre el pasillo metálico.

— ¡Prepara tus cosas! Nos iremos hoy, con suerte llegaremos en solo unos diez días más o menos.

—De acuerdo —exclame desde el barandal.

Comienzo a avanzar, pero un sonido me detiene y hace que Daniel se detenga y voltee a verme. Es un zumbido, es leve, apenas y se puede distinguir. Daniel alza la vista en busca del origen. Ambos sabemos que es una esfera. Comienzo a avanzar en silencio a las escaleras, mientras le hago señas a Dan para que entre a la habitación. En ese momento, una esfera aparece sobre el estacionamiento. Avanza silenciosa, sigilosa, sin que apenas se pueda oír. Me tiro a un lado de un auto, mientras Daniel se cubre detrás de una lámina del barandal. Asomo un poco la cabeza y lo observo detrás de la lámina, sin apenas moverse. Recuerdo que él no tiene arma alguna, y me invade una gran preocupación, giro la vista y observo a la esfera, la cual avanza muy lento, y en ese momento, a unos cuantos metros, aparece una segunda esfera.

«Piensa en algo Evan, están en graves problemas»

Saco mi pistola, mientras espero que la esfera no haga nada, es entonces cuando comienza a escanear la zona. El haz de luz azul comienza a iluminar la fachada del edificio, y después, se pone de un color rojo. La esfera separa su cuerpo metálico en tres, y antes de que comience a disparar, salgo y grito.

— ¡Oye! ¡Aquí! ¡Ven aquí! —grito mientras comienzo a correr en dirección a la calle y comienzo a disparar.

La esfera se gira rápidamente y dispara un rayo de luz azul. El auto a mis espaldas estalla y me lanza al piso. Me pongo de pie lo más rápido que puedo mientras sigo disparando.

— ¡Evan! —escucho a mis espaldas, me giro rápido y observo como el motel está en llamas y es atacado.

Entonces, un segundo disparo me lanza contra un auto, me golpeo y caigo al piso, mientras todo se vuelve confuso y borroso a mí alrededor.

La última esperanza Parte 2: Resistencia (The last hope #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora