La última esperanza Parte 2: Resistencia (The last hope #2)

Capítulo 23

Perdimos esta batalla antes de que comenzará.

Estábamos destinados a perder desde el momento en el que los triángulos aparecieron sobre el cielo. Esa es la verdad, ellos nos destruyeron, nos aplastaron como una bota aplasta a unas hormigas. Sin oportunidad de luchar. ¿Qué intento podríamos hacer? Solía ver películas, cientos de ellas, y las que me parecían en particular entretenidas ahora suenan patéticas. Hombres verdes, hombres alargados, cosas de diferentes formas y tamaños, eso eran los alienígenas para nosotros, una representación patética de lo que creíamos que eran, y como siempre, el humano ganaba, el concepto de superioridad que solíamos tener de nosotros mismos. Que patético. Tan alejado de la realidad, ¿Qué oportunidad teníamos? Nos destruyeron, pero no solo con sus armas, nos destruyeron desde adentro

« ¿Quieres ganar una guerra? ¿Quieres lo que tienen sin eliminarlos, sin desperdiciar recursos? ¿No quieres que representen un problema para ti? Destrúyelos desde adentro y no serán tu problema, apenas y podrán con sus propios remordimientos».

Ellos me destruyeron desde adentro. Nos destruyeron desde adentro.

Estamos destinados a perder. Después de todo, ¿Qué oportunidad tenemos?

Intento alejar estas ideas de mi mente, pero sin nada que hacer ni nadie con quien charlar, el intento es inevitable. Las ideas vienen y van, repitiéndose, alargándose, atormentándome, cada intento que hago por alejar las ideas, las imágenes, todo resulta inútil, y lo peor viene al recordar su nombre.

«Debes ser fuerte Evan, ella no hubiera querido que sufrieras, no por su culpa»

Intento conciliar el sueño, pero no lo logro, me desespero y me pongo de pie. Aún adolorido, sin embargo, continúo avanzando. Ethan y Eddy están durmiendo y hago el máximo esfuerzo por no despertarlos. Intento abrir la puerta, pero se encuentra cerrada, giro la perilla varias veces pero no lo logro, hasta que la puerta se abre del otro y me encuentro con Aarón del otro lado de la puerta.

— ¡No puedes salir! ¡Quédate en la cama! —me grita violentamente mientras me empuja dentro de la habitación, me coloca una mano en la boca para que no hable y entra enseguida de mí.

—No hables —susurra—, vuelvo en un momento —sale por la puerta y la azota detrás de él, mientras me quedo confundido, no hablo, me quedo de pie y me acerco sigilosamente a la puerta.

— ¿Qué ocurre? —escucho a una voz del otro lado de la puerta, que no pertenece a Aarón, pertenece a otro hombre, pero su voz suena rara, con estática.

—Nada, el nuevo quería salir, todo está bajo control —contesta Aarón a la voz.

—De acuerdo— después, todo queda en silencio.

Pasan unos segundos y la puerta se abre despacio, sin hacer ruido alguno. Aarón entra despacio y deja la puerta abierta. Se acerca a mí y me lleva a la esquina de la habitación.

— ¿Qué ocurre? —Susurro—. ¿Dónde está Dan?

—Creo que debes ponerte al corriente, todos están en el puesto de vigilancia —me habla con el mismo tono de voz con el que hable, incluso más bajo—, en el lugar en el que los hallamos. Tienen un micrófono en el otro cuarto, de tal forma que pueden escuchar lo que decimos, solo lo pusieron porque alguien se tenía que quedar con los heridos.

— ¿Por qué harían eso?

—Para asegurar que nadie planee nada mientras Will no está aquí.

— ¿Planear en contra de quién? ¿Y dijiste micrófono? ¿Cómo hacen que funcione?

—No hay tiempo para explicaciones, Will puede escuchar cualquier cosa por ese micrófono, y en cualquier momento, puede ser en un minuto, en tres o en cinco, va a hablar por un radio, y sí no le contesto en seguida, sabrá que algo está mal. Y sí algo está mal, nos meteremos en problemas. Y si tú vuelves a intentar salir de aquí, o si tan siquiera escucha tu voz, sospechará, y entones también estaremos en problemas.

—No entiendo nada.

—No tienes que entender. Solo necesito que te quedes en tu cama el resto del día, sin hacer ningún ruido, sin intentar salir, ¿De acuerdo? No quiero que Will sospeche, porque si Will sospecha, él le va a avisar a Kyle, y lo que menos necesitamos es que Kyle sospeche.

— ¿Quién es Kyle?

—Ya lo descubrirás. Ahora por favor, haz lo que te dije.

Se da la vuelta y regresa a la habitación principal, cerrando detrás de él la puerta lo más despacio que puede.

Me quedo de pie, confundido por todo lo que me dijo. ¿Cómo logran que los micrófonos funcionen? ¿Contra quién podrían hacer planes? ¿Quién es Will? ¿Y quién es Kyle?

—Solo obedécelo Evan —dice Eddy susurrando del otro lado de la habitación—. No queremos problemas.

Avanzo lentamente mi cama y me recuesto, mientras vuelvo a escuchar voces del otro lado.

— ¿Aarón?

—Sigo aquí, Will— contesta inmediatamente Aarón.

— ¿Quién es Kyle? —pregunto a Eddy.

—Un monstruo—contesta Ethan susurrando—. Cuando se trate de él, haz todo lo que te digan que hagas.

— ¿Él te hizo eso? ¿Por él estás aquí? —Le pregunto y él solo asiente mientras se da la vuelta—. ¿Es una sombra? —pregunto a Eddy quien me observa del otro lado de la habitación.

—Peor que eso —me contesta. Sé a lo que se refiere. Lo he aprendido con el tiempo. Debes tener cuidado de las sombras. Pero solo hay una cosa peor en este mundo, solo hay algo de lo que debes temer: De los humanos.