La última esperanza Parte 2: Resistencia (The last hope #2)

Capítulo 44

«NOTA: Este y el siguiente capítulo transcurren exactamente al mismo tiempo en el que Leah y Aarón logran entrar a la fortaleza y Gabriel llega»

El corazón late rápido.

Tan rápido que podría jurar que en cualquier minuto saldrá disparado de mi pecho. Caminamos entre pasillos largos y oscuros, los mismos que caminé para poder llegar a la oficina de Kyle. Me encuentro rodeado por un grupo de hombres, todos armados, nadie dice nada, nadie me observa y no tengo idea que esperar.

Sé a dónde voy. Al foso.

Aún me encuentro muy cansado y adolorido como para intentar algo para escapar, seguramente me maten antes de que elimine a uno. Lo mejor que puedo hacer es esperar a llegar ahí y ver cuáles son mis opciones. Nos acercamos más a aquel lugar, y conforme la distancia se reduce, una serie de gritos comienzan a resonar en los pasillos. No son gritos de miedo, de dolor u otra cosa. Suenan al unísono, interpretando todos un mismo sonido. Como si fuera un grito de guerra que se repite una y otra vez.

Entonces, llegamos a la habitación. Las puertas se abren, dejando ver la cantidad enorme de personas que hay alrededor, todos armados, todos emocionados, todos repitiendo su grito, todos esperando ver mi muerte. Abren un camino para mí, permitiéndome acercarme y ver el agujero enorme en el piso en el que seguramente seré lanzado y ejecutado en unos minutos si no hago nada. Busco posibilidades para escapar, pero es imposible encontrar algo o pensar en algo, con la cantidad de gente aquí, moriré en segundos.

Repentinamente una puerta se abre detrás de nosotros y entra Kyle, la multitud se emociona y comienza a gritar aún más fuerte. Lo observo por primera vez desde nuestro enfrentamiento. Tienen varios moretones y heridas en su rostro, vaya que le di una paliza, pero a pesar de eso, tiene una enorme sonrisa en su rostro. Me coloco en la mejor posición que puedo, fingiendo estar como nuevo, no quiero que me vea en malas condiciones, no le daré ese placer. Finalmente llega a mí, me observa y se burla.

—Vaya, te veo un poco diferente —dice con su sonrisa de burla—. No sé si son las heridas en el rostro o el hecho de que te hace falta una mano.

—Púdrete, idiota —le contesto conteniendo mis ganas de golpearlo.

— ¿Esas van a ser tus últimas palabras? —pregunta sacando de su cinturón un hacha.

—No moriré hoy —le contesto con seguridad, sin embargo me es imposible hablar fluidamente, el dolor en el brazo comienza a aumentar.

—Te doy mi palabra de que así será —dice mientras coloca en mi mano el hacha—. Y soy un hombre de palabra.

De forma sorpresiva me empuja y caigo al agujero en el piso, en el foso.

— ¡Soy misericordioso Evan! —Grita Kyle desde la multitud, esperando que todos lo escuchen, me pongo de pie con esfuerzos y cada vez más adolorido. Sujeto el hacha firmemente y observo el lugar, todo se ve muy diferente desde aquí, el agujero está lo suficientemente profundo para poder treparlo, al menos no podría, no ahora que tengo solo una mano. Observo la puerta del otro lado del foso, es metálica, luce débil, tal vez pueda salir por ahí en un momento de distracción, pero, ¿cuál será ese momento?—. Tienes en tus manos el hacha que te quitó la esperanza de una vida larga al arrebatarte una mano. Tú decides si la usas para matarte a ti mismo o para intentar matar a las sombras que te esperan al otro lado de esa puerta. En una de esas, quién sabe, tal vez y sobrevivas a ellas y te deje ir. Pero no cuento con eso el día de hoy. ¡Qué comience la función, señores!

Al terminar de hablar, la puerta se abre. Observo aquel hueco, esperando ver algo, pero la oscuridad total en su interior me lo impide. Entre los grito eufóricos de emoción logro escuchar un sonido. El grito de una sombra. Sujeto el hacha firmemente. Hace mucho que no combatía una sombra, no me puedo imaginar que tan difícil será ahora con una mano.

«Tú puedes hacerlo Evan, hazlo por Dan».

Es en ese momento que sale la primera sombra. Es un verdugo, pero sin sus cuchillas ni sus armas. Salta sobre mí, empujándome contra la pared, sus extremidades de la espalda comienzan a atacar, buscando herirme. Con mi brazo herido logro empujarlo y clavo el hacha en su cabeza. Antes de que pueda tener un respiro, otras dos sombras salen, una corre hacia mí, pero la golpeo con el hacha tan fuerte como puedo que caigo al piso. La segunda se coloca sobre mí y comienza a golpearme en el rostro. Logro empujarla con el pie y alejarla lo suficiente. Estoy agotado, estoy débil y no puedo luchar. ¿Cómo se supone que saldré de esta? La sombra vuelve a arremeter contra mí, empujándome contra la pared, suelto el hacha por el golpe. Coloco mi brazo sin mano sobre su pecho, intentando empujarla, mientras que con la otra mano la golpeo en el rostro repetidas ocasiones, la golpeo tan fuerte como puedo que escucho como se afloja su máscara. Observo a sus espaldas y otra sombra sale, pero esta no corre hacia mí, trepa la pared del agujero, pero inmediatamente es acribillada y asesinada por los hombres que observan. Continúo golpeando su rostro y de manera inesperada, la sombra clava y atraviesa una de sus extremidades de la espalda en mi brazo que la golpea. Grito del dolor y con la fuerza que me queda logro empujarla. El dolor es demasiado. Comienzo a tropezarme, a sentirme mareado, caigo al piso, logro alcanzar el hacha, pero cada movimiento que hago con el único brazo que me sirve me duele demasiado, me lastimó gravemente, me dejo un agujero en el brazo. No logro sujetar con fuerzas el arma, la sombra se pone de pie, aprieto los dientes con todas las fuerzas que tengo para contener el dolor, alzo el hacha y la golpeo en el rostro. El golpe le quita su máscara que cubre el rostro, dejando al descubierto su boca. Me sorprende ver su rostro completo, su boca es enorme y cuando la abre parece que su piel alrededor se estira y se desgarra, de su interior salen cuatro colmillos largos, iguales a los que tenían la sombra que atacó a Harry, aquella sombra que solía ser una persona y ya no lo era. Suelta un grito que aturde a todos los presentes, y en ese momento vuelvo a atacarla con el hacha, quitándole la vida.

Estoy agotado, no puedo seguir luchando, ya no tengo las fuerzas necesarias, mis movimientos son torpes y no logro ni siquiera mantenerme de pie, caigo al piso, suelto el hacha, observo a la puerta y otras dos sombras salen. No son sombras comunes. Son las que atacaron a Harry, aquellas que solían ser humanos, pero que ahora tienen a un parasito en su rostro y en todo su cuerpo controlándolas.

Detrás de ellas, sale una parca, sin su armamento ni su armadura, pero igual de mortal.

Me rindo, me quedo en el piso, sin la energía para ponerme de pie, resignado a que perdí esta batalla, a que este es mi fin.

Comienzo a llorar, mientras a mi mente viene la imagen de Dan.

«Lo siento Dan, siento no cumplir mis promesas, siento fallarte»

Cierro los ojos, escuchando de fondo los gritos frenéticos de la multitud y sus risas. Entonces ocurre.

El sonido de explosiones viene acompañado por una sacudida fuerte del lugar. Abro los ojos para observar el lugar. El techo comienza a colapsar. El temblor es tan fuerte que hombres de la multitud caen dentro del foso y son atacados por las sombras antes que a mí. El techo empieza a caer por pedazos.

Los escombros caen por todo el lugar, aplastando a las sombras, aplastando a los hombres. Intento alejarme, coloco los brazos sobre mi cabeza y sin poder hacer nada me quedo ahí, esperando no morir, mientras el lugar se viene abajo. 

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¡Hola a todos! Espero que estén muy bien.

Espero que el capítulo les haya gustado, si fue así, no se olviden de votar, eso me entusiasma mucho y se los agradezco de antemano. También no se olviden de comentar, de dejar sus opiniones, ideas y aportaciones para la historia, leo todos los comentarios y procuro contestarlos. También les agradecería mucho si comparten la historia, ayudenla a crecer ahora que esta por llegar a su final.

Recuerden que el final de la segunda parte ya esta muy cerca, yo les avisare cuando sean los últimos capítulos, los cuales serán subidos juntos para no interrumpir la emoción. 

¡Muchas gracias por leer la historia!