Daniel:
Lo suficientemente rápido.
Caleb corre, corre tan rápido que lo pierdo en un instante. Atraviesa el primer piso, llega a la puerta y en un instante está fuera del edificio. Me detengo al pie de las escaleras, preguntándome que hago, después de todo, este no es mi asunto. En ese momento Aarón baja por las escaleras y llega hasta a mí. Pasa a mi lado pero lo detengo antes de que salga.
— ¿Qué ocurre?
—Ya no tenemos tiempo —me dice y después sale.
Dudo si avanzar o regresar a donde estaba, prácticamente todos han salido, a excepción del hombre que vigilaba la pantalla o al menos eso creo. Dudo, después comienzo a avanzar lentamente.
Llego a la puerta y bajo hasta la calle. Un camioneta negra está detenida en frente del edificio, con grandes placas metálicas cubriendo su superficie y una ametralladora enorme encima de ella. Caleb cruza la calle y se queda parado a una distancia muy corta del auto, todos apuntan sus armas, pero nada ocurre.
—Quedan ocho minutos —señala Aarón al resto del grupo, pero pareciera que nadie le hace caso.
Una puerta de la camioneta se abre y baja un hombre. Baja lento, baja tranquilo, con movimientos despreocupados se aleja de la puerta, como si no le preocupara el hecho de que un grupo de hombres le están apuntando. Gira su mirada hacia nosotros y solo suelta una sonrisa burlona. En sus manos trae consigo un enorme mazo, del cual salen varias puntas metálicas de cada cara del mazo. En su espalda sobresale la culata de un arma larga. Viene vestido con una playera gris, con pantalones de mezclilla, y su rostro ya luce algo mayor, con pelo corto y una barba cuidada. Me pregunto porqué no hacen nada, pero más que nada me pregunto quién es ese sujeto.
— ¡Adoro sus bienvenidas! —dice alzando los brazos y riendo fuertemente—. Siempre lo mismo.
— ¡Mi hermano! ¿Dónde está? —Interrumpe Caleb, el cual es el más cercano al hombre. Todavía tiene su arma apuntándole, pero no dispara, no hace nada, solo tiembla ligeramente. Es como sí hubiera perdido toda la seguridad que tenía hace varios minutos—. Dijiste que no le harías daño.
El hombre detiene abruptamente su risa y cambia su expresión a una fría y dura. Avanza rápidamente hasta quedar frente a frente con Caleb, colocando su mazo a un lado del rostro de Caleb, rozándolo suavemente.
— ¿Quién demonios te crees que eres para exigirme algo? —Nadie hace nada, desde la distancia en la que estoy observo el cuerpo temblando de Caleb, pero su mirada llena de furia—. ¡No eres más que un pedazo de mierda! Así que te voy a advertir, la siguiente vez que me dirijas la palabra de esa forma te juro que te aplasto el rostro frente a tu hermano, y después lo mato.
Dentro de mi crece una sensación de miedo, mi corazón late rápidamente y me siento indefenso. Nadie hace nada, solo apuntan, pero sin la intención de disparar. El hombre se aleja lentamente, alza su brazo y hace un gesto, después de eso otro hombre baja del auto y detrás de él jala a otro hombre más, lo tira al piso y lo arrastra hasta el hombre del mazo y después regresa al auto.
El hombre del mazo se coloca detrás del otro sujeto, luce herido, casi inconsciente, con varias heridas en su rostro y como si no hubiera comido en días.
—Este chico es muy útil ¿Saben? —el hombre coloca su mazo en su cabeza, pero no le hace daño alguno—. Es la única razón por la que sigue vivo. ¡Vengan por él!
En cuanto escucha las palabras Caleb corre directamente al hombre que está en el piso y lo ayuda a ponerse de pie.
—Tres minutos —señala Aarón con voz débil.
—En cuatro días venimos por lo nuestro ¿Entendido? —Dice el hombre del mazo señalando a Harry—. Quiero el doble.
—No hay posibilidad de eso —. Contesta Harry intimidado.
—Encuentra la forma anciano. ¿Y Will?
—Aquí estoy —dice Will detrás de mí, apareciendo en el porche del edificio.
—Tu hija te manda saludos —después de decir eso el hombre comienza a reír a carcajadas, se da la vuelta— ¡Hasta luego señoritas! ¡No se porten mal en mi ausencia, nadie quiere que alguien más muera! —lo grita de forma sarcástica, mientras avanza a la camioneta, entra y parte.
Will regresa al edificio, Caleb levanta a su hermano con la ayuda de otro hombre y juntos regresan tan rápido como pueden al edificio, el resto de los hombre entran antes de que el tiempo se agote. Entro al final, acompañado de Harry.
— ¿Quién era él? —le pregunto aún con la sensación de miedo que ese tipo logro crear en mí.
—Él... —contesta Harry cerrando la puerta, aún con la voz un poco débil— Él era Kyle.
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¡Hola! Espero que les haya gustado el capitulo, aun hay muchas cosas que explicar, pero este nuevo personaje sera muy importante para el resto de la historia. Compartan su opinión y voten, eso me entusiasma mucho. Esperen nuevo capitulo pronto.
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La última esperanza Parte 2: Resistencia (The last hope #2)
Science FictionLas razones para vivir se acaban. Lo único que queda es a lo que te puedes aferrar. Hace quince años las sombras llegaron a la tierra y con su llegada acabaron con gran parte de la población. Ahora Evan y Daniel continúan su viaje, luchando contra l...