La última esperanza Parte 2: Resistencia (The last hope #2)

Capítulo 35

El mundo se reduce a escombros.

El mundo se convierte en oscuridad, en un zumbido y en un golpeteo constante cayendo de escombros sobre mi rostro, sobre mi cuerpo. La cabeza me duele, como si hubiera sido golpeada fuertemente, puedo sentir la sangre bajando lentamente por mi frente, por mi cara. Abro lentamente los ojos y la luz me ciega momentáneamente, pronto todo comienza a aclararse.

El calor es abrasador y cada vez más intenso, el lugar está iluminado de un naranja intenso, opacado por una nube gris que comienza a asfixiarme. Me cuesta trabajo mover alguna parte de mi cuerpo, no consigo ponerme de pie. Comienzo a buscar a mi alrededor a alguien, intento hablar, pero no sé si lo logro, el zumbido en mi oído es tan fuerte que me imposibilita escuchar algo. No consigo ver nada frente a mí, lo único que distingo son escombros en el piso, algunos siguen cayendo sobre mí. El zumbido sigue presente, pero con menos intensidad, la vista comienza a aclararse, me siento cada vez más capaz de moverme. Me siento sobre el piso, mientras el humo se vuelve más intenso, provocando que mis ojos ardan.

Comienzo a distinguir un ruido: Pisadas. Volteo desesperado intentando ver de dónde provienen, pero no consigo ver nada, en ese momento, una mano toca mi hombro, me giro violentamente y distingo a Eddy de pie, ofreciéndome una mano para ponerme de pie.

—Tenemos que salir de aquí — dice mientras me ayuda a levantarme.

Me pongo de pie, aún sin poder distinguir mucho, la habitación está envuelta en llamas. Distingo dos siluetas más al fondo, una pertenece a Leah, lo sé por su pelo largo, en las escaleras logro distinguir a otras dos siluetas.

— ¿Gabriel? ¿Dónde está él? —pregunto aturdido.

—No tengo idea, pero tenemos que salir de aquí, las sombras están viniendo.

Las siluetas han descendido por las escaleras. Estamos por bajar cuando una serie de disparos invaden la habitación, haciendo volar escombros por todas partes, llegamos a las escaleras, y otras pequeñas explosiones en serie comienzan a producirse, empujándonos y haciéndonos caer por las escaleras. Caemos rodando hasta la primer planta, y una vez más el dolor me impide poder pararme, pero Eddy me sujeta fuertemente y comienza a jalarme a través de la habitación a un cuarto al que nunca había entrado, en ese momento, pequeñas explosiones comienzan a golpear la habitación y disparos atraviesan los muros, tenemos que huir ahora, o las esferas nos asesinaran. Entramos en la habitación y Eddy cierra la puerta detrás de mí. El cuarto está repleto de estantes con comida sobre ellos, pero muchas latas y bolsas están en el piso. El lugar comienza a agitarse, Eddy me dirige a la esquina de la habitación, donde hay un pedazo de madera en el piso, y a un lado, un gran agujero, lo suficientemente grande para que una persona pueda entrar sin problemas.

—Es nuestra vía de escape —dice Eddy.

Comenzamos a bajar por unas escaleras metálicas, mientras el lugar sigue agitándose. Bajamos hasta un túnel que pareciera una alcantarillada, Eddy sigue ayudándome a avanzar por el lugar, aunque solo hay un camino por el cual ir.

— ¿A dónde vamos? —pregunto sin poder ver nada.

—A un lugar seguro, o eso espero —dice sin preocupación, mientras en el fondo aún se pueden escuchar levemente algunas explosiones.

Seguimos avanzando entre la oscuridad, hasta que nos topamos con una pared, damos la vuelta a la derecha, guiándonos con ayuda de la parad hasta encontrar una vez más unas escaleras metálicas. Las subimos y llegamos a una habitación pequeña donde se encuentran todos los sobrevivientes: Will, Leah, Aarón y Ethan. Esperan a que Eddy suba, y cuando finalmente está arriba, Ethan y Aarón empujan un mueble pesado que cubre aquel agujero.