La última esperanza Parte 2: Resistencia (The last hope #2)

Capítulo 37

El deseo de pelea.

El deseo de sobrevivir. El deseo de vivir bien. Todo eso nos mantiene firmes, todo eso nos mantuvo firmes. El hecho de tener la esperanza de que algún día todo esto acabe es lo que nos motivaba. O al menos eso solía creer. Ahora sin Daniel me doy cuenta que eso no es lo que me mantenía firme y con el deseo de luchar, era él, era ese niño, ese niño carismático, ese niño ingenuo, ese niño inocente y gracioso, ese niño que había pasado por las peores cosas de la vida y sin tener la oportunidad de vivir lo mejor de esta. No, no es un niño. Es un hombre. Él se aferraba a eso y no se equivocaba. He llegado al punto en el que no puedo concebir mi vida sin él. Prometí salvarlo y ya me canse de promesas incumplidas, esto no se repetirá, no esta vez.

«Eres mi razón para morir Daniel».

Soy el único que está despierto, el único que no durmió en toda la noche, o eso creo. Ethan descansa sobre el suelo, Will se fue a dormir a otra habitación, creo que aún no le agrado. Nos refugiamos en un edificio pequeño, estamos más cerca de la fortaleza, pero nos ha llevado más tiempo de lo que imaginábamos, durante la noche vi como aumento la cantidad de esferas que recorren los cielos, deben de estar buscándonos, aunque la pregunta que me invadió constantemente fue si le ocurrió lo mismo a la fortaleza. Espero que no sea así.

Estoy sentado en el piso, observando por centésima vez una pistola en mis manos, no puedo evitar sentirme desmotivado, triste. Sin duda la decisión de ellos me decepcionó, me afectó, en especial la de Eddy. Durante todo este tiempo, cada vez que lo veía, no podía evitar pensar que era idéntico a su hermana en cuanto a personalidad, era divertido, ingenioso y valiente si se lo proponía, pero seguramente estaba en un error, veía lo que quería ver. Él no es Cristina, y mi error siempre fue pensar que él podría llegar a serlo, debí haber visto venir su decisión y aún así, me sigue poniendo mal.

— ¿Estás bien? —una voz joven pregunta detrás de mí. Giro la mirada y observo a Ethan de pie, aún con cara de sueño.

— ¿Cómo podría estarlo? —contesto sin entusiasmo.

—Sé que sonará raro —dice sentándose a mi lado—, pero después de tantas veces que me llevaron a la fortaleza, he perdido el miedo a que algo le pase a Caleb. Sé que está bien, lo sé porque sé cómo funciona todo ahí. Pero también sé que el tiempo se nos acaba.

—Entonces tenemos que apresurarnos —dice repentinamente Will detrás de nosotros, con una expresión firme y una hoja de papel grande enrollada, asentimos y nos ponemos de pie—. Síganme —dice y sale de la habitación, Ethan y yo nos miramos mutuamente un poco inseguros, pero lo seguimos.

Recorremos el pasillo viejo y oscuro y llegamos hasta una habitación al final, bien iluminada por una ventana pequeña en una pared. Will extiende el papel sobre una vieja mesa y lo fija colocando pequeños objetos sobre cada esquina de la hoja. En ella hay lo que pareciera ser un mapa, es el mapa de la fortaleza, un croquis del lugar. Las casas y edificios los colocó como cuadrados de diferentes tamaños, y dentro de cada cuadrado dice que lugar es, también señaló las calles por las que transitan, los centros de vigilancia y la única entrada que existe.

— ¿Es la fortaleza? —pregunto unos segundos después para confirmar mi teoría.

—Lo que recuerdo que era, tiene años que no estoy ahí —dice del otro lado de la mesa.

—Así es —afirma Ethan del otro lado, serio—. Yo me encargue de diseñar la instalación eléctrica para el lugar. Así es —hay un poco de temor en su voz.

—Que bien. Así podremos planificar algo mejor —contesta Will.

Observo más detenidamente el croquis. Todo está rodeado por una barrera. Todas las casas para los habitantes se encuentran en el lado izquierdo, en el centro y en la derecha hay diferentes edificios, centros de entrenamiento, almacenes de armas, almacenes de comida y recursos, centro de vigilancia, central eléctrica, tiendas de distribución, en el centro de la calle principal hay un pequeño cuadro que dice: "Escenario de ejecuciones", no hacen falta más explicaciones, hay más lugares, como centro de vehículos, invernadero de cosechas, y varias entradas a un refugio subterráneo, finalmente, en la esquina superior derecha, al final de todo el lugar, hay un cuadrado grande, que tiene varias divisiones adentro: El foso, prisioneros, y la que llama principalmente mi atención: "Kyle".

— ¿Aquí tenemos que llegar? —pregunto señalando ese edificio.

—Sí —contesta Will—. Es un edificio de dos pisos, solía ser un almacén de carga, en un extremo está la sala de prisioneros, los encierran en contenedores metálicos, en el otro extremo está el foso y en la parte de arriba encontraremos la mayor resistencia, es el lugar donde viven los que controlan todo, incluyendo Kyle.

— ¿Qué es el foso? —pregunta Ethan.

—Cuando cometes una falta o algo similar, como robar armas o comida, eres castigado y te llevan ahí, es un pozo que construyeron, te lanzan ahí y tienes que luchar por tu vida, si sobrevives, eres perdonado, si no, mueres ahí mismo.

— ¿Luchas contra qué? —pregunta curioso.

—Sombras —susurro. Will asiente por mi comentario.

—Están locos —dice Ethan espantado—. ¿Por qué no solo te ejecutan?

—Solo ejecutan en público si la falta fue muy grave.

—Basta de charlas y hay que pensar en un plan —los interrumpo ambos asienten—. Tal vez podemos entrar por las alcantarillas.

—No podemos —me interrumpe rápidamente Will—. Las tienen bloqueadas, las sellaron para que sirvan de refugio en caso de un ataque, las paredes son lo suficientemente fuertes para soportar impactos y el único espacio para pasar por ahí es uno de quince centímetros por el que se escapa el agua de las alcantarillas.

—Entonces trepar una pared. ¿Lo podemos hacer? —pregunto intentando eliminar todas las opciones.

—Son de casi tres metros de alto y hay hombres vigilando cada cinco metros.

—Además hay cámaras alrededor de toda la fortaleza —dice Ethan un poco apenado —. Yo mismo las instalé. Nos verán venir desde metros de distancia.

—Solo hay una entrada —dice Will señalando a la entrada principal.

— ¿La fortaleza seguirá en pie? —Pregunto un poco preocupado—. ¿No le habrá ocurrido lo mismo que le ocurrió al refugio? ¿No la habrá atacado Gabriel?

—Si hubiera sido así, hubiéramos escuchado la guerra desde kilómetros de distancia, Gabriel debe estar esperando la oportunidad perfecta —contesta bastante seguro Will.

— ¿Cuál será esa oportunidad? —pregunta curioso Ethan.

—No tengo idea, pero no tenemos tiempo para esto —dice Will abruptamente—. Solo hay una manera de entrar.

Ethan y yo lo observamos sin saber a qué se refiere, Will lo nota.

—Deben ser mis prisioneros. Conseguimos un auto y llegamos ahí, ustedes siendo mis prisioneros. Es la única forma en la que podemos entrar y en la que pueden acercarse lo suficiente a Caleb y a Dan.

Inmediatamente me niego a la idea, pero comienzo a reflexionar. Por alguna razón su plan suena bien aunque también puede ser una forma de que nos traicione. Pero no consigo idear otra forma para entrar, creo que nos debemos arriesgar, creo que es la única forma en que puedo llegar hasta Daniel.

—Suena bien —contesto, Ethan se sorprende por mi respuesta.

— ¿Es en serio? ¿Lo dices en serio Evan? —exclama preocupado—. Nos puede estar traicionando.

—Si los quisiera traicionar, pude haber conseguido llamar a Kyle y traerlo aquí en la noche, o aturdirlos mientras dormían y llevarlos ahí —Comienza a argumentar Will—. Todos queremos entrar por la misma razón y esta es la forma más factible.

El lugar se queda en silencio y finalmente Ethan asiente.

—Hagámoslo —dice entusiasmado—. Vamos a morir juntos amigos.

—Solo una cosa —pregunto—. Una vez que estemos adentro y que logremos de alguna forma encontrar a Caleb y a Dan, ¿Cómo saldremos?

—Buscaré la forma de que me asignen una guardia en el muro detrás del edificio de prisioneros, será más fácil salir por el muro que entrar por uno.

Ethan me observa dudoso, finalmente observo a Will y decido confiar en él.

—Entonces, hagámoslo.