No lo puedo reconocer. La persona que está frente a mí, no la puedo reconocer.
Sujeto la pistola sin saber qué hacer. El piso frente está manchado por la sangre de personas que desconozco, pero el simple hecho de verlas y saber que el asesino fue la persona en la que más confiaba, y la única que me quedaba, me deja pasmado. Tal vez no debería sentir esto, después de todo, yo he matado a más personas que Daniel en toda su vida, pero el ver los cuerpos de dos niños asesinados a sangre fría, sin piedad, sin oportunidad de defenderse o tan siquiera de suplicar me estremece.
Veo a Daniel, tiene expresión dura, como sí no le importara o le afectará lo que hizo. Como sí no fuera la persona que recuerdo, como sí no fuera la persona que solía conocer.
—No debiste hacerlo —le digo intentando hacerlo reaccionar y que voltee a verme, pero solo observa a los cuerpos—. ¡No tenías que hacerlo!
—Nos iban a matar —me contesta inexpresivo.
— ¡Eran solo niños! —le grito con furia acercándome a él, su rostro está a solo centímetros de mí, pero él no muestra temor o arrepentimiento, no demuestra nada.
—Yo a su edad ya asesinaba a aquellos que podían hacerme daño.
— ¿En serio? —le pregunto en tono desafiante y sin pensarlo las palabras salen de mí—. Sí así fuera, hubieras asesinado a tu hermano mucho tiempo antes de cuando lo hiciste.
Su mirada cambia rápidamente y su rostro muestra una ira enorme. Me empuja alejándome de su paso.
— ¡Púdrete!
Se aleja rápidamente con pasos pesados y sale de la casa azotando la puerta, pero lo sigo, ya me canse de perderlo, ya me canse de que no quiera salir del maldito pozo en el que está.
—No les diste ninguna oportunidad. Los mataste a sangre fría —se detiene a mitad de la calle y lo alcanzo.
— ¿De verdad quieres discutirlo? Este no es el maldito mundo en el que tú alguna vez viviste, no existe la maldita moral o lo correcto y lo incorrecto, y ahora tú, que has asesinada a cientos de personas a sangre fría sin darles ninguna oportunidad quieres venir a decirme que lo que hice ahí fue malo. No seas hipócrita.
—Lo que he hecho fue en defensa propia. Ellos no eran ningún peligro para nadie, y los asesinaste sin apenas...
—Sin apenas darles una oportunidad —dice en tono de burla—. Este es otro maldito mundo, y si les das una oportunidad te disparan por la espalda. Reacciona.
Comienza a avanzar una vez más. Su actitud, sus palabras, su forma de pensar, desconozco a este Daniel completamente.
—Yo lo hice.
Mis palabras lo detienen y voltea a verme curioso.
—Yo te di una oportunidad. Cristina y yo te dimos una oportunidad. Pudimos haberte dejado ahí, solo, o incluso matarte, pero nunca se nos pasó por la cabeza esa idea. Te dimos una oportunidad sin apenas pensarlo dos veces. ¿Entonces qué? ¿Un día de estos me vas a disparar mientras no te vea?
—Cristina me dio una oportunidad y está muerta, Tomás le dio una oportunidad a Héctor y está muerto, Eddy le dio una oportunidad a Brenda y está muerto. Creer en lo que el mundo solía ser te mata. Creer en las personas te mata. Yo nunca te pedí que confiaras en mí y tú nunca pensaste en darme una oportunidad, esa fue Cristina. Deja de ser tan estúpido y decirme que lo que hice estuvo mal porque lo que hice fue salvarnos la vida.
Me observa directamente a los ojos, tan seguro de lo que dice.
— ¿Quién eres? —le pregunto perplejo, preocupado, aterrado.
—La persona que debí haber sido siempre.
—No. Tú no eres el Daniel que conocía, deja de comportarte como un maldito asesino y reacciona.
— ¿Por qué no me dejas en paz? ¿Por qué sigues confiando en mí? ¿Por qué no puedes aceptar que ya no soy la persona que era? Las personas viven muchas cosas. Las personas cambian. Yo he cambiado, y sí no lo puedes aceptar o no estás de acuerdo con mi forma de sobrevivir, entonces ¿Por qué no me dejas de una maldita vez?
Pienso en la respuesta, pienso en la forma de detenerlo, de hacerlo reaccionar, pienso en la manera de arreglar esto de una vez. Todo se está repitiendo, está perdiendo la esperanza, o tal vez ya la perdió.
—Porque te quiero, Dan. Porque eres la única persona que me importa.
Sonríe de manera burlona ante mi respuesta.
—O más bien porque soy la única persona que te queda. No mientas, no soy más que una carga para ti, siempre fui una carga, y tu supuesto amor solo sale a relucir cuando la situación se te está saliendo de las manos. La única persona que te importa eres tú, y tal vez tu estúpida hermana muerta, pero no yo.
— ¡Calla...! Cállate Daniel.
Comienzo a hablar cada vez más fuerte, mientras me contengo con todas mis fuerzas.
— ¿Lo ves? ¿Dónde quedo tu supuesta preocupación por mí? Lo único que te importa es seguir con este maldito viaje para que cuando llegues te des cuenta que todo ha sido en vano, que tu linda hermanita está muerta, siempre lo estuvo, y después de eso me abandonarás porque el dolor será demasiado para ti, pero deberías hacerte a la idea de que ella ya está muerta, fue asesinada hace mucho y tal vez después de que aceptes esa idea puedes meterte la maldita pistola en la boca sin tanta dificultad...
Mi puño impacta con fuerza su rostro. El golpe no lo tira, solo lo calla y hace que desvié la mirada. Estiro mi mano para intentar minimizar el dolor. El silencio se hace presente en el lugar por varios segundos, un silencio incómodo, reacciono, y me siento terrible por lo que hice. Pienso en algo que decir para remediar la situación, pero lo único que sale de mí es otra respuesta:
—No... te atrevas a hablar de mí o de ella así nunca más —le digo con la voz temblando.
Acaricia levemente su rostro, se incorpora con la cara baja y en total silencio. No llora, no dice nada por varios segundos, hasta que el rompe el silencio que nos invade.
— ¿Lo ves ahora? Ya salió a relucir lo que de verdad somos —dice con voz débil—. Lo siento.
Entonces se gira y comienza a correr en dirección al camino que nos llevará a la autopista. Pienso en dejarlo ir, en dejarlo a solas un momento, pero lo sigo, ya me cansé de esta situación, y lo único que hicimos fue empeorarlo todo. Pero lo solucionare. No lo voy a dejar solo. No voy a perder la esperanza en él.
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Hola a todas, una vez más muchas gracias por el apoyo para la historia. Agradecería mucho que sigan votando en la historia y dándome su punto de vista ¿Les esta gustando? ¿Hay algo en lo que puedo mejorar? Cualquier crítica constructiva o simple opinión se las agradeceré. Muchas gracias por todo.
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La última esperanza Parte 2: Resistencia (The last hope #2)
Science FictionLas razones para vivir se acaban. Lo único que queda es a lo que te puedes aferrar. Hace quince años las sombras llegaron a la tierra y con su llegada acabaron con gran parte de la población. Ahora Evan y Daniel continúan su viaje, luchando contra l...