¿Qué debía hacer?
Su respiración comenzó a agitarse, sus manos se volvieron torpes y no lograba pensar en una buena idea.
No podía delatarse a sí mismo, no podía arruinar el plan y si le disparaba nada le garantizaba que lo iba a asesinar, después de todo, Gabriel había sobrevivido a los intentos de asesinarlo cuando atacó la resistencia. ¿Qué le aseguraba que esta vez no sería igual?
Los minutos pasaban y Eddy no podía hacer nada, solo observaba como Gabriel avanzaba con una calma peculiar. Dirigió la mira del rifle a la fortaleza esperando ver si ellos ya se habían percatado de la presencia de Gabriel, pero aún no. Después buscó a Aarón y Leah y tras varios segundos de buscar entre rostros desconocidos, los encontró, sentados en una mesa, con un plato de comida frente a ellos, pero ellos no comiendo nada, estaban rodeados de hombres armados. ¿Qué harían si Gabriel arruinaba el plan? O tal vez...Una idea apareció en su mente. No iba a matar a Gabriel. Gabriel sería la distracción que ellos necesitan.
«La distracción perfecta —Pensó para sí mismo».
—Entonces. ¿Cuál es su versión de la historia? —preguntó el hombre que hace unos segundos había sujetado a Leah, esperando que alguno de los dos le diera una respuesta. Su aspecto era desagradable, una barba larga y descuidada, un rostro sucio, su ropa sudada y un olor desagradable.
Leah evitó hacer contacto visual con él, a pesar de que sabía que aquel hombre la veía. Aarón pensó cuidadosamente cada una de las palabras que diría. Tenía que apegarse al plan, tenían que apegarse a su versión de la historia.
—Para qué nos preguntas si seguramente ya la sabes —contestó en un tono arrogante—. Resulta que uno de los nuestros era una sombra y nos traicionó, nos engañó y nos atacó. Apenas y logramos salir con vida mi hermana y yo.
—No te creo que ella sea tu hermana —contestó aquel hombre con duda—. He ido a la resistencia y te he visto a ti y a ella no.
—Es una larga historia —interrumpió Leah un poco nerviosa.
—Tenemos bastante tiempo para escuchar...
El sonido de unas campanas interrumpió la conversación. Eran las mismas campanas que habían sonado hace unos minutos. Todos voltearon sorprendidos a ver la puerta, mientras un grupo de hombres corrían desesperados colocándose en su posición, la misma posición con la que habían sido recibidos Leah y Aarón unos minutos atrás. El grupo que cuidaba de Aarón y Leah corrieron a la puerta sin decir nada.
— ¿Quién puede ser? —preguntó Aarón dudoso mientras observaba a la puerta.
—No sé, pero es nuestra oportunidad, vamos —dijo apresurada Leah.
— ¿Será Eddy? —preguntó Aarón con preocupación en su voz.
— ¿Por qué seria él? —dijo Leah, ahora con curiosidad en su voz.
«Porque dijo que él sería la distracción —Pensó Aarón».
El hombre llegó con una calma incomprensible a pesar de que las armas le apuntaban, no alzaba las manos, no mostraba miedo alguno, solo una sonrisa maliciosa.
Finalmente se detuvo y observó a todo el grupo de hombres que lo observaba y al grupo de hombres que salía por la puerta hacia su dirección.
— ¿Quién demonios eres? —preguntó el líder del grupo.
—Vengo buscando respuestas que seguramente ustedes tienen —contestó Gabriel en un tono arrogante.
—No sé quién demonios te crees pero...
—Al último grupo que no cooperó, les fue muy mal, no quiero que eso vuelva a pasar.
— ¿Acaso nos estás amenazando? —pregunto con molestia el hombre.
—Tómalo como quieras. Quiero hablar con Kyle, no con uno de sus insignificantes soldados.
—Mira imbécil —dijo el hombre molesto y apuntando la pistola a su cara—. Te buscaste problemas y los encontraste.
—Entonces —dijo Gabriel colocándose frente al cañón de la pistola y poniendo su mano sobre la mano de aquel hombre, colocando su dedo, sobre el dedo de aquel hombre, a punto de jalar el gatillo—. Tendrá que ser de la manera difícil.
Sin que el hombre lo pudiera evitar, Gabriel jaló del gatillo.
La acción sorprendió a todos, el cuerpo de Gabriel cayó al piso. No sabían que hacer, nunca habían visto algo así. El hombre volteó a ver a su grupo, todos observaban la escena impactados. Inesperadamente, Gabriel se puso de pie. La cara de todos cambio a una expresión de miedo. Gabriel no tenía nada en el rostro.
—Pero, ¿qué demonios...? —dijo el hombre sin poder articular bien sus palabras.
—Entonces, de la manera difícil —contesto Gabriel, y de manera inesperada, de un golpe, Gabriel atravesó el pecho del hombre, matándolo al instante.
Las armas empezaron a disparan, sin provocar ningún daño en el cuerpo de Gabriel. Sorprendidos y aterrados, los hombres dejaron de disparar. Gabriel estaba intacto.
—Mi turno —gritó entre risas y alzó una mano. De repente, decenas de esferas aparecieron en el cielo, volando a alta velocidad y comenzando a disparar a los edificios, a los hombres, mientras otras tantas sombras comenzaron a salir de las alcantarillas—. ¡Qué comience la diversión!
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¡Hola a todos! Gracias por seguir la historia. Espero que el capitulo les haya gustado y los haya dejado emocionados, recuerden, ya estamos demasiado cerca del final, así que estén al pendiente de la historia. Compartan sus opiniones y predicciones, ¿Qué les pareció el capítulo? Siempre leo sus comentarios y procuro contestar sus comentarios. También les agradecería mucho si comparten la historia y si votan por ella si es que les gusta, eso la ayudaría a ser mas conocida y se los agradecería mucho.
Muchas gracias por seguir leyéndola y espero que estén muy bien.
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La última esperanza Parte 2: Resistencia (The last hope #2)
Science FictionLas razones para vivir se acaban. Lo único que queda es a lo que te puedes aferrar. Hace quince años las sombras llegaron a la tierra y con su llegada acabaron con gran parte de la población. Ahora Evan y Daniel continúan su viaje, luchando contra l...