Capítulo 24

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El pensamiento no se aparte de mi cabeza.

Son tantas cosas las que me invaden, la muerte de Sara, el descubrimiento de este lugar, el ataque al triángulo, y ahora Kyle. Son tantas cosas que me cuesta trabajo poder concentrarme, son demasiadas cosas que hacen que todo parezca más que una casualidad. De seguro una mala jugada del destino. Eso debe ser.

— ¿Me estás prestando atención? —pregunta Dan, sacándome de mis pensamientos y haciendo que lo voltee a ver sorprendido. Está sentado sobre una silla a un lado de mi cama, la noche ha llegado y con ella el resto del grupo, incluidos Harry.

« ¿Qué decías? »

—Lo siento, estaba distraído.

—Si no me dices, no me doy cuenta —contesta sarcásticamente—. ¿En qué tanto piensas?

—La verdad, no tengo idea.

El sonido de las charlas al otro lado de la puerta, el sonido de la charla de Caleb y Ethan en esta misma habitación, es más, pareciera que pudiera escuchar el imperceptible zumbido que provoca el foco encendido de esta habitación. Todo resulta tan familiar, pero al mismo tiempo tan extraño.

—Tal vez esta semana me tenga que quedar de guardia —vuelve a hablar Dan mientras se recarga sobre la silla y estira ambos brazos.

— ¿De qué hablas?— le pregunto un poco asombrado.

—Cada noche alguien se tiene que quedar vigilando en caso de que alguien llegue a donde solía estar la resistencia.

—Creí que nadie se podía quedar solo, o sin ser vigilado, por lo de Kyle.

—Ja, ya te contaron de él —dice mientras se pone de pie y comienza a avanzar alrededor de la cama, hasta llegar al otro lado—. Bueno, ¿Qué se supone que puedas planear si estás tú solo?

— ¿Quién es? —le pregunto con la esperanza de que sepa responder mi pregunta.

—Aún no sé bien. Solo sé que no es nada bueno.

Regresa a la silla y se vuelve a sentar, se acomoda y suelta un suspiro mientras se queda observando fijamente al piso.

—Dan... ¿Cómo estás? —Alza la cabeza inmediatamente y dibuja una sonrisa en su rostro.

— ¿De qué hablas? —pregunta incrédulo.

No le contesto, solo observo, mientras a mi cabeza vienen los recuerdos de todo lo que nos ha ocurrido, la vez que estuvo a punto de matarme, la vez que asesinó aquellos niños con su padre, los constantes recuerdos de Javi, la promesa de cambiar. Han sido tantas cosas por las que ha pasado y aún más las que nos han ocurrido hasta este momento. Llegue a ser tan egoísta que me olvidé de lo que estaba pasando y me preocupe solo en lo que pasaba conmigo.

—Estoy bien, creo. Mucho mejor. Ya no los escucho, ni a Javi, ni a Erik. Estoy saliendo adelante.

En ese momento Harry llega y nos interrumpe. Dan recupera su postura alegre y despreocupada.

— ¿Cómo te sientes? —pregunta Harry.

—Mucho mejor.

—Me alegra que sea así, mañana comenzarás con tus deberes.

— ¿Cómo cuáles?

—Mañana todos iremos a vigilar. Nadie se puede quedar. A Will ya no le agrada la idea. ¿De acuerdo? —Esta vez no solo me pregunta a mí, pregunta a todos. Ethan y yo asentimos, Eddy contesta firmemente con un sí—. Bien, es mejor que las cosas sigan su curso normal— después de eso sale de la habitación.

—No termino de entender. ¿Quién demonios es Will y quién demonios es Kyle?

—Kyle es el que maneja todo aquí —dice Caleb interrumpiendo nuestra platica y poniéndose de pie en medio de la habitación—. Will es el que vigila que todo aquí funcione como Kyle quiere. Así de simple. Rompe el sistema y estás muerto. O algo peor —después todos voltean a ver a Dan.

— ¿Qué? —pregunta curioso Dan.

—Hemos pensado mucho esto, y creo que cometimos un error al traerlos. A veces la muerte no es el peor castigo —añade Ethan sentado desde su cama, ya se ve mucho mejor—. A veces lo peor es ver sufrir a la persona que más ames. Kyle aprovecha eso a su favor.

— ¿Quieres un consejo? —Me dice Eddy desde su cama—. No dejes que sepa que tan importante es Dan para ti. No dejes que te vea con él. No dejes que lo descubra, porque sí lo hace, sabrá tu debilidad, y sí la sabe, sabrá como intimidarte y ponerte bajo su control.

— ¿De qué hablas? ¿Dices que le va a hacer algo a Dan? —pregunto un poco preocupado.

—Si es necesario. En ocasiones, a los nuevos les da una lección, si es que no siguen el sistema, para demostrarles desde el inicio quien manda. No dejes que descubra que tan importante es Dan para ti.

—Y deja de hablar de él —añada Caleb mientras sale de la habitación—. No quieres problemas.

El lugar se queda en silencio. Dan se pone de pie y se despide, después sale de la habitación. No puedo parar de pensar acerca de esto, ¿Tan peligroso es? ¿Será verdad lo que dicen de él?

— ¿Le va a hacer algo? ¿Cómo evito que le haga daño a Dan? —les pregunto, solo me observan.

—No puedes— contesta finalmente Ethan—. Todo es cuestión de su estrategia. O de tu suerte.

«Y la suerte siempre se acaba»

La última esperanza Parte 2: Resistencia (The last hope #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora