Capítulo 17

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Daniel:

—Ella está muerta.

La voz de Eddy débil, compasiva. Su mirada tan expresiva, hace unos segundos mostraba felicidad, después tristeza, resignación y ahora no es capaz de mirar a Evan directamente a los ojos, aparta la mirada de él, muerde levemente su labio inferior mientras sus ojos se cristalizan. Entonces, como una corazonada lo sé, él tuvo algo que ver con lo que le haya ocurrido ha Sara.

—Lo siento...

Evan tambalea, hasta que sus piernas ceden y cae al piso. Aprieta fuertemente las palmas de sus manos contra sus ojos, en un intento desesperado de mantener mis lágrimas dentro de él. Una sensación incómoda crece dentro de mí, lloro levemente, no conocía a Sara, pero todo esto fue por ella y el saber que nada de lo que hicimos valió la pena me hace sentir terrible. No hay resistencia, no hay salvación, no hay oportunidad de una vida mejor, de una vida como la que Evan alguna vez tuvo.

« ¿De verdad pensaste que habría algo mejor? »

«Patético, Dan, patético»

—No, no, no —susurra con voz ronca, sin observar a nada ni nadie, finalmente dejando salir todo, llora, grita, golpea el piso, sus manos caen con fuerza contra los escombros, comenzando a manchar el piso de un rojo vivo.

—Basta —digo acercándome lentamente a él, ¿Qué se supone que debería hacer? —. ¡Basta!

Me acerco a él con la intención de detenerlo, pero me empuja fuertemente y caigo al piso. Se detiene y el lugar se llena de un silencio incómodo, todos lo observamos, Eddy, su grupo, yo. A pesar de todo lo que hemos vivido juntos, nunca lo había visto así. Nunca.

—Cinco —dice un hombre detrás del líder del grupo. ¿Cinco qué?

—Tenemos que irnos ahora —señala el líder.

— Tú... ¿Tuviste algo que ver con su muerte? — le pregunta Evan a Eddy, sin alzar la mirada, pero reconozco su voz, la misma voz que usa aquella noche que me acusó de matar a Tomás, la noche que perdió el control porque la furia lo cegó, y me temo que pueda ocurrir.

— ¿Qué? —Pregunta sorprendido Eddy—. No...

— ¿Cómo sabes que está muerta? —dice Evan, poniéndose de pie, apretando fuertemente sus puños, dejando escurrir gotas de sangre, aún con la mirada baja y con furia en sus palabras.

Eddy retrocede un paso, atemorizado, mueve su mano levemente a su pierna, a donde está su arma, voltea a ver rápidamente a su grupo desesperado, después regresa la mirada a Evan.

—Tenemos que irnos —dice temeroso Eddy, apartándose.

Entonces de un movimiento fugaz Evan golpea su brazo con el que sujeta la pistola, haciendo que esta caiga al piso, después, coloca un pedazo de metal contra su cuello y acerca su rostro al de Eddy.

— ¡No! —le grito al mismo tiempo que todo el grupo detrás apuntan su arma a Evan.

—Lo preguntaré una vez más, ¿Cómo sabes que está muerta?

Eddy tarda unos segundos en hablar, pero después contesta seguro.

—Yo la vi morir.

Las palabras impactan a Evan, sé lo que hará y corro hacia él para detenerlo, pero antes de que llegue, Eddy alza rápidamente su codo golpeando a Evan en el rostro y apartándolo de él, tirándolo al piso. Eddy corre en dirección a la pistola, pero Evan lo detiene lanzándole una roca contra la espalda, golpeándolo cerca del cuello. Eddy solo suelta un grito de dolor, entonces, ocurre el primer disparo.

— ¡No! —les suplico al grupo de hombres antes de que disparen una vez más. Solo me miran sin saber qué hacer, uno de ellos comienza a avanzar en dirección a su compañero herido.

Eddy esta tirado en el piso, gimiendo del dolor, después se queda en silencio, entonces Evan se pone de rodillas, con el rostro cubierto de sangre por el golpe y comienza a reírse sin motivo.

— ¿Me apuntan a mí? —Pregunta Evan con una mirada asesina—. Él es el que debería estar muerto, ¡Él es el asesino!

— ¡Basta! —Le grito a solo unos metros de él, voltea a verme, mientras a sus espaldas el hombre que fue con Eddy comienza a avanzar sigilosamente en dirección a Evan—. Piensa en Cristina.

Las palabras lo desconciertan, es en ese momento cuando el hombre lo golpea con su arma y lo deja inconsciente. No digo ni hago nada, era lo necesario.

—No hay tiempo, el disparo las debe de haber atraído —dice un hombre. El grupo se divide, unos sujetan a Eddy y otros a Evan, los levantan, ambos inconscientes, y corren en dirección a un edificio.

—Vamos niño —me dice el líder y los sigo. Nos adentramos en un viejo edificio, con tablones en las ventanas.

— ¿Cuánto tiempo Aarón? —pregunta el líder al hombre que decía números.

—Tres minutos.

Entonces en medio del silencio surge un zumbido, me acerco a una ventana y observo a través de una ranura a tres esferas posándose sobre el lugar en el que estábamos hace unos segundos, escaneando la zona, se quedan por varios segundos, y después parten sin apenas notarnos.

—Es hora de irnos —añade el líder en cuanto las esferas se van y el grupo sujeta a Eddy y Evan.

— ¿A dónde? —pregunto acercándome a los hombres que cargan a Evan.

—A nuestro refugio.

La última esperanza Parte 2: Resistencia (The last hope #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora