Capítulo 46

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«Llego la hora de la parte dos».

¿Había parte dos? No pensaron llegar tan lejos, pero sí, había parte dos del plan. Desde su posición Eddy se encontraba disparando a las sombras desde la distancia, a aquellas que amenazaban a Leah y Aarón, sin embargo su campo de visión era bloqueado en varias ocasiones por las sabanas y lonas que había entre los edificios. Observó como sus amigos se metían en una pequeña casa buscando refugio.

Era hora. Dejó el caos de lado que había en aquel lugar y se puso de pie, se colocó el rifle en la espalda, aquel rifle que prometió cuidar y descendió por las escaleras tan rápido como pudo hasta la calle, comenzó a correr entre los autos y las calles descuidadas en dirección a la fortaleza y con cada paso veloz que daba, el sonido de los disparos y explosiones crecía.

«—Cuando logremos entrar, y si logramos entrar —repasaba las palabras de Aaron en su mente—, si la distracción funciona y no mueres, entonces deberás aprovechar el momento para entrar a cómo dé lugar, tú eres el responsable de sacarnos de ahí»

«— ¿Y si muero? —preguntó aquel día Eddy con miedo ante aquella idea»

«—Entonces todos estamos muertos —contestó fríamente Aarón»

Corría rápida y torpemente, lo más rápido que su cuerpo le permitía, las piernas le tambaleaban, no por el cansancio, más bien por el miedo que tenía. Sin embargo, no se detuvo, continúo hasta llegar a la calle principal, desde la cual podía ver la entrada a la fortaleza, o lo que solía ser la entrada, ya que no quedaba nada más que un enorme agujero donde solía haber una puerta metálica enorme. Solo unos cuantos metros lo separaban de entrar aquel sitio. Analizó desde la distancia el lugar, en busca de personas que lo pudieran atacar, pero no vio nada más que esferas volando rápidamente y una que otra sombra lo suficientemente alejadas para que pasará desapercibido.

Finalmente se armó de valor y avanzo, corrió hacia la entrada con el miedo y la adrenalina invadiendo su cuerpo, tan pronto como llegó se refugió detrás de la pared de un edificio y observó atentamente el lugar, las calles estaban repletas de cuerpos, con edificios en llamas o destruidos y las sombras y esferas continuaban en el lugar buscando sobrevivientes. Continúo repasando su misión.

«—Cuando estés adentro...»

«Si logras entrar claro—señaló Leah sentada en el piso»

«—Que alentador comentario—contestó nervioso Eddy aquella ocasión»

«—Bueno, si logras entrar —Eddy no puedo evitar suspirar ante aquel comentario una vez más, ¿es que acaso no lo creían capaz? Tal vez no, ni él se creía capaz—, deberás buscar un vehículo y llegar al edificio principal, donde están las celdas y los prisioneros, recuerdas como llegar, ¿no? ¿Recuerdas aquella vez que Ethan nos explicó todo? —Eddy solo afirmó con la cabeza—. Está bien, no tendremos tiempo, solo minutos, así que debemos ser demasiado rápidos»

«—Y de todas formas es probable que no funcione —dijo Leah, desanimada»

«—Probable —dijo Eddy—, pero no imposible, hagámoslo»

Sabía lo que debía hacer, tenía la misión clara, sería difícil, pero de él dependía que todos tuvieran una oportunidad de salir. Cada minuto que pasaba la situación se veía mejorar, las esferas comenzaban a irse, solo quedaban las sombras, era la oportunidad perfecta, era ahora o nunca. Entonces decidió salir, con el rifle en sus manos, en busca de un vehículo.

«—...Solo minutos...»

Recordó aquellas palabras Aarón, mientras buscaban alguna arma en esa casa pequeña que parecía servir como almacén de ropa ahora. Finalmente abrió un cajón y encontró tres pistolas.

— ¡Aquí! —exclamo lo suficientemente fuerte para que Leah lo escuchará. Un par de golpes en la puerta los alarmaron, las sombras ya venían. Leah llegó rápidamente y agarró el arma.

—Ya perdimos mucho tiempo —señaló Leah mientras comprobaba la cantidad de balas que tenía.

—Entonces no perdamos más— dijo Aarón un poco desesperado, comenzaron a dirigirse a la puerta trasera cuando las sombras entraron. Rápidamente se colocaron detrás de una pared, sin saber si habían sido vistos. Con las armas en alto, con la respiración agitada y con un poco de temor decidieron luchar, no tenían más tiempo que perder.

Dispararon a las dos primeras sombras únicamente logrando derribar una, la otra se acercó velozmente por aquel pasillo principal cubierto de muebles y cuadros, seguida de una tercera, ambas eran verdugos. La primera se aventó contra Aarón tirándolo al piso y Leah velozmente la pateo alejándola de él, la segunda intentó atacar a Leah con sus filosas cuchillas largas, pero ágilmente Leah la esquivó, pateándolo fuertemente, haciéndola tambalear, tomo un extremo de un librero que yacía recargado en la pared y lo empujó contra la sombra dejándolo caer sobre ella. Después, se giró rápidamente y descargo dos disparos contra la sombra que había atacado a Aarón antes de que esa volviera a atacar, finalmente se giró una vez más a la sombra que estaba debajo del librero y le disparo en la cabeza.

El lugar quedó en un silencio incómodo, Leah volteo a ver a Aarón, el cual estaba sentado sobre el piso aún, observándola sorprendido y ella le extendió la mano para ayudarlo a ponerse de pie.

— ¿Dónde aprendiste a defenderte así? —preguntó Aarón, aún sorprendido.

—Mi padre, además no hay muchas opciones cuando naces en medio del apocalipsis, ahora apresúrate, tenemos poco tiempo —dijo mientras Aarón tomaba su mano, él solo asintió y ambos salieron de la casa corriendo.

Se perdieron entre las calles y callejones que conformaban la fortaleza sin saber con certeza que tan cerca estaban de llegar a aquel edificio, avanzaban lento, evitando a las sombras y a cualquier soldado que estuviera cerca. Finalmente encontraron el camino que los llevó a aquel edificio, con fachada de fábrica vieja, se acercaron a la entrada eliminando a unas cuantas sombras sigilosamente, corrieron y se agacharon detrás de un auto frente a la entrada. Aarón se asomó levemente, notando a dos esferas rodeando el lugar, pero sin notar su presencia aún.

—Aarón —susurró Leah a su lado.

—Hay dos esferas, pero no creo que nos noten.

—El auto...

— ¿Qué ocurre con el auto? —preguntó un tanto confundido Aarón.

—Este auto, está encendido.

Aarón puso un poco más de atención y escucho el sonido del auto en reposo, pero encendido.

—Lo podemos usar para escapar si es que Eddy no llega —señalo Leah.

—Eddy lo logrará, a no ser que ya esté aquí y este sea el auto.

—¿Y por qué no estaría en el auto esperándonos?

—No tengo idea, pero tenemos que apresurarnos.

Esperaron el momento adecuado para salir de su cobertura y avanzar hasta la entrada del edificio.

La última esperanza Parte 2: Resistencia (The last hope #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora