Reunión de Profesores

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Todos los años, después del banquete inaugural, el director o directora de Hogwarts se reunía con los jefes de las Casas en su despacho para tomar una copa. Esa era la ocasión perfecta para hablar de los nuevos estudiantes y de los planes para el año que comenzaba. Albus Dumbledore había dado inicio a la tradición en su primer año como director del colegio. Dolores Umbridge probablemente no la hubiese continuado, pero como ella no alcanzó a estar un año entero como directora de Hogwarts, y terminó en Azkaban pocos años después, a nadie le importaba lo que hubiese podido o no hacer en ese puesto. Severus Snape no se atrevió a encontrarse cara a cara en privado con los jefes de las Casas, ninguno de los cuales apoyaba a Voldemort (pese a que en secreto él trabajaba en su contra). Pero Minerva McGonagall había restaurado la costumbre, y Servilia Crouch la continuaba.

De los cuatro jefes de Casas, quien parecía más contento era sin duda Horace Slughorn. Filius Flitwick, profesor de Encantamientos y jefe de Ravenclaw, Ernie MacMillan, profesor de Defensa contra las Artes Oscuras y jefe de Hufflepuff, y Neville Longbottom, profesor de Herbología y jefe de Gryffindor, estaban bastante menos entusiasmados.

-¡Albus Potter en mi Casa! -exclamó Slughorn- ¡Nunca me hubiese imaginado que viviría para ver el día en que un nieto de Lily Evans terminase en Slytherin!

-El Sombrero estuvo bastante... caprichoso éste año. La selección fue rapidísima -dijo Neville, mientras observaba su copa de vino.

-Es cierto -comentó Flitwick-. Nadie hubiese imaginado que un Lestrange terminaría en Gryffindor y una Weasley en Ravenclaw.

-Nadie hubiese imaginado que un Lestrange volvería a poner pie en Hogwarts después de todos los crímenes que cometieron Rodolphus, Rabastan y sobre todo Bellatrix -dijo Crouch con aspereza-. ¿De quién es hijo?

-De Rabastan -respondió Ernie, cuya esposa Susan Bones trabajaba en el Ministerio de la Magia-. Después de la muerte de Ryddle, los hermanos se separaron para siempre. Rodolphus... bueno, todos sabemos lo que quiso hacer. Intentó convertirse en un nuevo Señor de las Tinieblas y reunir en torno a sí a todos los Mortífagos que habían sobrevivido a la batalla de Hogwarts, pero no era tan poderoso, astuto o temible como Ryddle y no logró ganarse su confianza. Y fue lo bastante estúpido como para acudir a Lucius Malfoy con sus absurdos planes. Malfoy lo entregó al Ministerio en un abrir y cerrar de ojos. No duró ni dos años en Azkaban. Rabastan, en cambio, tuvo la inteligencia de huir del país. Tengo entendido que se refugió en Francia, de donde su familia es oriunda.

-¿Y allí tuvo a Agamenón? -preguntó Flitwick.

-Sí. Él se había escondido con sus parientes franceses, y vivía con bastante tranquilidad. Pero pronto se dio cuenta de que se estaba poniendo viejo y que con su muerte se extinguiría para siempre la familia Lestrange. De modo que hizo que sus familiares le buscasen una esposa francesa de sangre pura, se casaron y al cabo de un tiempo tuvieron un hijo.

-¿Y cómo pudo mandar a su hijo a Hogwarts sin que el Ministerio lo molestase? -preguntó Crouch.

-Bueno, él no solo quería que los Lestrange no desapareciesen, sino que también quería que conservasen su nombre y su status en Inglaterra. De modo que le envió una carta a Shacklebolt ofreciéndole entregarse y afrontar los cargos en su contra si su mujer y su hijo podían vivir en Inglaterra y disponer de sus propiedades y su dinero. Shacklebolt aceptó (aunque creo que le impuso una multa del 25% a los bienes de los Lestrange), y Rabastan volvió a Inglaterra... y a Azkaban.

-¿Cuándo sucedió esto? -preguntó Slughorn.

-Hace unos diez años.

-¿Y Agamenón conoce a su padre? -preguntó Crouch.

Harry Potter Y El Hacedor De ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora