Peregrinación (1)

34 2 0
                                    


-¿Qué quieres decir con que te vas a África? -dijo Ginny en un tono peligrosamente cercano al chillido, mientras Albus abría un bolso de mano y lo iba llenando de ropa.

-Tengo que irme a Guinea Ecuatorial. Debo ver a Emma Barfleur.

-¿Y quién es esa mujer? -preguntó Harry.

-Ella es posiblemente la bruja más sabia y poderosa con vida. Si hay alguien que puede ayudarme a recuperar mis poderes rápidamente, es ella -dijo Albus, tras lo cual sacó su varita del cajón de su mesa de luz y, tras unos segundos de vacilación, la colocó en el bolso. Hecho esto, lo cerró y salió de su dormitorio llevándolo en la mano.

-Espera, espera -dijo Ginny, tomándolo del brazo-. No permitiré que mi hijo se vaya de mi casa, ¡y mucho menos del país!, sin darme una explicación clara.

-De acuerdo. Bajemos -propuso Al-. Supongo que los otros también querrán saber por qué me voy.

Harry y Ginny suspiraron y accedieron a su pedido.

Los demás asistentes a la fiesta de cumpleaños de Albus se habían quedado de una pieza, y luego habían comenzado a interrogarse entre sí. ¿Qué estaría planeando Al? ¿Cómo había podido arrojar esa bandeja? ¿Acaso el Nullum Potens no había tenido efecto en él? Y cuando Albus y sus padres regresaron al comedor, derramaron un torrente de preguntas sobre él. Al levantó las manos pidiendo silencio.

-Lamento haberlos dejado con tantas incógnitas -dijo-. Quiero decirles que en el menor tiempo posible yo habré de viajar a Guinea Ecuatorial, un país africano, con el objetivo de encontrarme con la bruja Emma Barfleur.

Aquel nombre solamente fue identificado por Hermione.

-¿Qué? ¿Vas a buscar a Barfleur? ¿Acaso estás loco?

-Para nada -replicó Al con calma.

-¿Quién es esa? -preguntó Ron, expresando los deseos de los demás.

-Es la bruja más vieja que existe en la actualidad, al menos desde que Nicolas Flamel y su esposa murieron. ¡Nació en la década de 1830! Se rumorea que ha logrado sobrevivir tanto tiempo porque consiguió hacerse una Piedra Filosofal alrededor de 1870. Y también es una vidente, una auténtica vidente. No es como Trelawney, se cree que ella tiene una conexión permanente con... bueno, no sé cómo llamarlo, el Destino. ¡Pero es peligrosísima, Al! Ha violado todas y cada una de las normas que rigen las relaciones entre magos y muggles. Gobierna una comunidad muggle como si fuese una reina, sin ocultar su condición de bruja. ¡Ni siquiera Voldemort se atrevió a ir contra ella!

-Pero yo no voy a ir contra ella, tía. Voy a ir a verla.

-¿Qué diferencia hay? Emma Barfleur no quiere recibir visitas. ¡Muchos magos y brujas estuvieron años en ese país intentando encontrar su aldea y jamás lo lograron!

-Yo lo lograré -dijo Albus con confianza.

-Albus, no voy a dejar que arriesgues tu vida de esa manera. No sé mucho sobre esa Emma Barfleur, pero sí me consta que Guinea Ecuatorial está gobernado por una dictadura -dijo Harry con firmeza.

-El riesgo, en este caso, vale la pena -dijo Albus-. No pienso desperdiciar esta oportunidad de volver a ser un mago.

-¿Eso es todo lo que te importa? -gritó Ginny- ¿Tanto vale la magia para ti?

Albus rió desdeñosamente.

-"¿Tanto vale la magia para tí?" ¡Pues claro que sí, madre! ¡Qué fácil es para ti decir eso! ¿Tienes idea de lo que es ser un squib? ¿De lo que es vivir atrapado entre el mundo muggle y el mundo mágico como un algodón entre dos cristales? ¡Y en mi caso es peor! ¡Porque yo era un mago y ahora ya no lo soy! ¿Acaso llegas a comprender lo que significa gozar de los beneficios de ser un mago y luego perderlos? ¡Es como ser expulsado del Paraíso! ¡Uno es incapaz de entender lo privilegiados que somos los habitantes del mundo mágico hasta que deja de ser uno de ellos!

Harry Potter Y El Hacedor De ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora