El resto del primer año de Albus en Hogwarts no estuvo marcado por muchos acontecimientos importantes. Su hermano había dejado de hostigarlo, sus nuevos amigos le caían mejor que nunca y Valerie Rosier y su grupito se limitaban a murmurar en la sala común y lanzarle miradas furiosas o burlonas. Albus logró aprobar con buenas notas todos sus exámenes, incluso el de Historia de la Magia (por algún motivo él era de los pocos que podían escuchar a Cuthbert Binns sin dormirse, aunque no le era tan fácil como a su tía Hermione o su prima Rose).
Albus se sorprendió de lo rápido que llegaron las vacaciones de verano. Después de varias semanas tediosas en el número doce de Grimmauld Place, donde solo tenía para entretenerse sus películas, sus libros e intercambiar cartas con sus amigos, Albus se halló nuevamente en el Expreso de Hogwarts, esta vez acompañando a su hermana menor Lily y a sus primos Hugo, Molly y Lucy. El viaje de regreso al colegio se le hizo mucho más largo que los demás, más que nada porque su hermana y su primo volvían a someterlo a interrogatorio. El hecho de tener a Rose en el compartimiento con ellos no facilitaba mucho las cosas. Albus se consideró afortunado de poder hacerse una escapada y saludar a Scorpius, Agamenón, Livius, Isaac e Irene antes de que el tren llegase a Hogsmeade y Rose y él consiguiesen librarse de los niños.
Una vez en el castillo, Albus ocupó su lugar habitual en la mesa de Slytherin, junto con Scorpius e Isaac. Vio a Valerie y la saludó con una sonrisa sardónica; ella había crecido un poco en el verano y su rostro y cuerpo empezaban a mostrar algunos rasgos más típicos de la adolescencia. Su animadversión hacia Albus, no obstante, no parecía haber variado.
Albus luego dirigió su vista hacia la mesa de los profesores, presidida por la directora Servilia Crouch. A su izquierda usualmente se sentaban Ernie MacMillan y Horace Slughorn, pero en aquella ocasión ocupaban sus lugares un mago y una bruja a los que Albus no reconoció. Hagrid, Flitwick, Firenze (que no comía sentado sino de pie, con su plato en un extremo de la mesa), Justin Finch-Fletchley (que enseñaba Estudios Muggles), Hestia Jones (que enseñaba Transformaciones y cuya edad hacía que muchos ya especulasen con su retiro, a pesar de que Flitwick y Slughorn eran mayores que ella), Oliver Wood (instructor de vuelo contratado cinco años atrás), Aurora Sinistra, Bathsheda Babbling y Septima Vector (que continuaban enseñando Astronomía, Runas Antiguas y Aritmancia, respectivamente) no parecían muy sorprendidos por la presencia de los dos desconocidos. Binns, por ser un fantasma, jamás comía con los profesores y de hecho jamás se lo veía más que en sus clases.
Antes de que Albus pudiese examinar con más atención a los nuevos integrantes de la mesa, la directora se puso de pie e hizo que Neville entrase con la lista de alumnos de primer año. Albus, que jamás había presenciado la ceremonia de Selección como espectador, olvidó por un momento al enigma del mago y la bruja sentados con la directora. El Sombrero pronto se puso a cantar; Albus, que había estado muy nervioso el año anterior para escucharlo, esta vez se tomó el trabajo de oír más atentamente. La letra era una variación de las demás canciones que había entonado en los siglos anteriores: recordaba la fundación del colegio, la partida de los Fundadores, su propia creación, las cualidades de las cuatro Casas de Hogwarts y, finalmente, la necesidad de que las Casas se unieran.
La primera alumna en ser Sorteada, "Adams, Sally", fue a Gryffindor. El segundo, "Bennett, Ashton", un niño bajito, de tez clara, ojos café y pelo negro y rizado, fue a Slytherin, y Albus lo aplaudió con entusiasmo junto al resto de su Casa. Los chicos y chicas continuaron siendo sorteados, pero Albus pronto perdió el interés. De haber podido escuchar los diálogos entre el Sombrero y los niños las cosas hubieran sido distintas, pero desde esa perspectiva lo único que veían era a los chicos y chicas sentarse con el Sombrero en la cabeza durante un rato -largo, corto o prácticamente instantáneo- hasta que éste rugía el nombre de la Casa a la que irían.
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Harry Potter Y El Hacedor De Reyes
Hayran KurguHan pasado ya varios años desde la caída y muerte de Voldemort. Parece que la tranquilidad ha vuelto a la Comunidad Mágica, este se encuentra en un orden perfecto y sus habitantes están muy tranquilos. Pero una reciente revelación ha causado fulgor...