[NOTA: Este capítulo, lo mismo que y , trascurre en el futuro, pero no puedo revelarles exactamente cuándo. Solo que tiene lugardespués de Las autopsias y antes de Dos dupervivientes.]
Albus Potter estaba encadenado a una silla. Había varios moretones en su rostro pálido y demacrado. Dos Aurores inexpresivos custodiaban la puerta de la pequeña habitación donde lo tenían esperando para ser llevado al tribunal.
-¿Falta mucho? -preguntó el muchacho con calma.
-No lo sabemos -respondió uno de los Aurores, manteniendo su vista fija en la pared.
-¿Por qué nos tienen separados, Cochrane?
-No temas, Potter, tú y tu puta estarán juntos durante el juicio -dijo el Auror Cochrane con desprecio-. Probablemente los pongan en la misma celda cuando el Dementor haya acabado con ustedes... aunque dudo que estén en condiciones de hacer algo más que babear, mear y cagarse encima juntos.
Al no se inmutó. Bajo la luz del sol que entraba por la pequeña ventana del cuarto -la única iluminación del lugar-, su cabello negro azabache (que llevaba un poco más largo de lo que lo había llevado en Hogwarts) despedía reflejos azulados. El muchacho no parecía preocupado en lo más mínimo; un observador que no lo conociera habría dicho incluso que estaba distraído.
De repente, alguien golpeó a la puerta. Los Aurores se pusieron tiesos y la abrieron. Sin embargo, se relajaron al ver que quien estaba afuera era un hombre alto, pecoso y pelirrojo de mediana edad.
-Señor Weasley -dijo Cochrane-, lo sentimos mucho, pero usted no tiene permiso para ver al prisionero.
-Al acusado, querrán decir -acotó Albus irónicamente-. Seré prisionero cuando mis queridos amigos del Wizengamot me condenen por mis... crímenes.
-Tengo permiso especial para verlo y hablar con él en privado -dijo el pelirrojo, ignorando a Albus, mientras les mostraba un pergamino.
-Señor, ¿está usted al tanto de que el acusado es un delincuente de alta peligrosidad? Por más que sea usted su tío, no está a salvo con él. Especialmente considerando lo que le hizo a su otro...
-Estoy perfectamente al tanto, Cochrane. No tardaré mucho tiempo, solo quiero decirle algo.
Cochrane miró con desconfianza a su interlocutor y a Albus, pero finalmente asintió y se fue de la habitación con su compañero.
-Tío, qué bueno es volver a verte -lo saludó Al-. ¿Has venido para desearme suerte?
-Sabes perfectamente que no, Albus. Todos deseamos verte condenado y castigado por tus... atrocidades.
-¿Ya no me llamas "Al"? -preguntó el chico- Creí que odiabas decirme Albus.
-¿Sabes? Creo que jamás te he conocido del todo. Aquí estás, a punto de ser sentenciado al beso del Dementor por varios crímenes gravísimos, y solo te preocupa que use o no un diminutivo.
-Es que quiero salvarme alegando demencia -dijo Al-. Es un atenuante, ¿cierto?
-Solo entre los muggles. Nuestro sistema judicial es más duro, y tú lo sabes mejor que nadie.
-Dime lo que viniste a decirme y lárgate -dijo Albus con hastío.
-Como quieras. He venido para informarte de que mi padre, como jefe de la familia Weasley, te ha borrado de nuestro Árbol Genealógico y te ha repudiado formalmente. Ya no eres miembro de nuestra familia.
Albus desvió la mirada y observó por un rato el pequeño trozo de cielo que podía ver desde su ventana.
-¿Algo más? -preguntó finalmente.
-No, solo eso. Estás solo ahora, "Al". Tú y tu cómplice pagarán por lo que hicieron -dijo el pelirrojo mientras se daba vuelta para abrir la puerta.
-Antes de que te vayas, George, quiero preguntarte algo. Y de paso, te comento que a partir de ahora te llamaré a ti y a todos los Weasley por su nombre de pila, ya que no tengo derecho a decirles "tío" o "abuelo"... o "madre".
-¿Qué quieres preguntarme?
-¿Supiste que tu gemelo murió antes que los demás?
-¿Qué? -dijo George, con una expresión dolorida en sus ojos.
-Si supiste que Fred había muerto antes de que lo sacaran de debajo de los escombros -dijo Al, sonriendo con crueldad-. Porque verás, escuché que las personas son capaces de darse cuenta enseguida de que su gemelo ha muerto, incluso cuando éste se halla a miles de kilómetros de distancia. Es como una conexión mental que tienen, y que al momento de la muerte se rompe. ¿Tú pudiste sentirlo? ¿Cómo fue? ¿Te dolió la cabeza, se te retorció el estómago, tuviste un escalofrío? Apuesto que...
Dominado por la cólera, George dio dos largos pasos y abofeteó con fuerza a Albus en el rostro, callándolo. No obstante, el muchacho rió entre dientes.
-Eres un monstruo -dijo George, mirándolo con odio.
-Tal vez sí, tal vez no. Pero te aconsejo no dar por sentado que este monstruo está vencido, Georgie. La Fortuna es una mujer caprichosa, y me favorece en los momentos más inesperados. Saldré con vida de esto... y haré que todos paguen su cuota de tribulaciones. Incluyéndote a ti y a tus queridos Weasley.
Su risa pasó a ser mucho más sonora, y acompañó a George mientras éste salía de la habitación y pugnaba por contener las lágrimas despertadas por los recuerdos que la despiadada pregunta de Albus trajo de regreso a su mente.

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Harry Potter Y El Hacedor De Reyes
Fiksi PenggemarHan pasado ya varios años desde la caída y muerte de Voldemort. Parece que la tranquilidad ha vuelto a la Comunidad Mágica, este se encuentra en un orden perfecto y sus habitantes están muy tranquilos. Pero una reciente revelación ha causado fulgor...