Capítulo 1.

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Lunes...

De nuevo lunes. Ya había sonado mi alarma encima de la mesita de noche unas tres o cuatro veces, y del mismo modo la había apagado esas tres o cuatro veces. En cuanto abro mis ojos aún dormida, me doy cuenta de lo tarde que era, y en instantes me suspendo de mi cama, me pongo las pantuflas y corro por el interminable pasillo desde mi habitación hasta la de mis hermanas.

— ¡Despierten, rápido! — Dije con mi usual acento de malhumorada por las mañanas. Nadie en el mundo es cariñoso y cortés tan de mañana. No si tienes que asistir a la preparatoria por obligación, y más si repites curso.

— Déjame en paz. — Contesta Alanna somnolienta desde su cama, estaba cobijada hasta la cabeza completamente.

No esperé ni un minuto en el marco de la puerta y molesta entré en su habitación abriendo sus cortinas de par en par, para dejar pasar los destellos de luz del sol a través del cristal. Quería que se levantara a las ya.

Al salir de la habitación de Alanna, me dirigí por el pasillo hacia otra habitación, dónde se encontraba Amie también durmiendo.

— ¡Qué esperas Amie! Ya es tarde y es el primer día de clases.

— ¿No te cansas dé fastidiarme la vida, Sarah? Ya bastante tengo con la fiesta de anoche. Me duele todo, no iré a clases. — Contesta altanera desde la cama. Su habitación estaba tan oscura que apenas veía su cuerpo con la ropa de ayer. No era mi culpa que anoche se hubiera pegado la borrachera del año.

— Haz lo que te plazca, a mí me da igual lo que hagas con tu vida. —Contesto y salgo de su habitación cerrando la puerta con fuerza. Ayer por la noche discutí con ella y de hecho, aún estaba molesta.

Sobre mis pantuflas salí de prisa de su habitación hasta la mía, se podría decir que corriendo, para dirigirme a mi baño a darme una ducha rápida.
Amarré mi cabello y me coloqué una gorra de baño, entré a la ducha y en pocos segundos dejé caer el agua fría sobre mi cuerpo desnudo, así mismo el gel de baño. No me gustaba bañarme con agua caliente por las mañanas, de hacerlo me quedaría dormida recostada a la pared con el agua corriendo. Al terminar, tomé una toalla limpia del mueble y salí del baño; me dirigí al armario para buscar algo que ponerme, luego de varios minutos de buscar, elegí unos jeans claros, una blusa holgada y mis botines negros de tacón grueso, de siempre. Eran mis favoritos.
Alanna entró a mi habitación sin tocar a la puerta, me dio sus buenos días con una sonrisa algo extraña, acababa de verla y ahora me saludaba así... ¡Qué extraño! ¿Le estará empezando el alzheimer apenas con diecinueve? Le devolví la sonrisa y en seguida bajamos a desayunar.

Ya abajo en la cocina, Nana nos preparó unas deliciosas tostadas con café, el típico desayuno de siempre y además se nos hacía tarde. Ella siempre preparaba muchísimas cosas en el desayuno pero al final siempre pedíamos tostadas con mermelada y café.

****

Siempre he sido muy estudiosa, pero no el último año, el pasado. Desde que reprobé dos materias en el último año de preparatoria.
¡Pues sí! Lamentablemente ¡Aquí sigo!...
Repito el último año con los antipáticos de mis compañeros. Últimamente me concentro en los estudios, más que todo, nada de chicos, fiestas y ese tipo de cosas. Es humillante per necesario. Creo que ni siquiera tengo amigos o talvez sí, pero no "Buenos amigos". Soy algo así como "El llanero solitario" pero en versión mujer. "La llanera solitaria". Claro que no siempre fue así, últimamente todo ha cambiado constantemente, yo he cambiado, lo que hago con mi vida ha cambiado y la verdad no estoy feliz por eso. Mentiría al decir que lo soy pero sé que es lo correcto. Es confuso, ni yo me entiendo.
La mayoría de las personas me dicen que pierdo mi adolescencia, que no disfruto de mi juventud. Pero en mi opinión, todo tiene su tiempo, y ya vendrá mi tiempo para esas cosas, ya vendrá mi tiempo para ser como mis hermanas. Tampoco quiero parecer una tonta superficial, no digo que ellas lo sean. O talvez si lo eran, puede que yo lo sea. Necesitaba cambiar mi manera de ser, a veces era tan arrogante que ni yo misma me soportaba. Eso es en lo que trabajo, trabajo en mi carácter, trabajo en pasar este año, trabajo en intentar ser sociable, trabajo en tratar de ser mejor sin dejar de ser yo. Supongo que es imposible.

— ¿Sarah Clinton? — Comenta mi profesor de Biología desde su escritorio.

— Presente. — Contesto al igual que los demás mientras me encorvo recostado mi pecho en el pupitre de mi campo.

Odio biología, no sé cómo hacerle si quiero estudiar algo relacionado con la salud, (y es lo que quiero) es contradictorio pero juro que si pudiera desaparecer esta asignatura lo haría sin pensarlo dos veces. Aunque aún no descubro si es la materia o el profesor.

(***Vía SMS***)

Mensaje de Alanna.
Mensaje de Alanna.
Mensaje de Alanna.

— ¿Sarah?
10:15 am
- Alanna

— ¿Sarah?
10:15 am
- Alanna

— ¿Sarah? Sarah. Sarah. ¡Contesta!
10:16 am
- Alanna

— ¡Shhh! Para con los mensajes. ¿Qué es tan importante para despertarme de mi siesta?
10:17 am
- Sarah

— ¿Dónde están mis auriculares? Los necesito, ya.
10:20 am
- Alanna

— ¿Qué auriculares?
10: 21 am
- Sarah

— Me los pediste prestados ésta mañana.
10: 22 am
- Alanna.

— Es cierto. Aquí los tengo :)
10:25 am
- Sarah

— Lo ves. Dámelos.
10:26 am
- Alanna

— ¡Sí! ¡Cómo no! Madame. Tú ven por ellos.
10:28 am
- Sarah

— ¿En qué clase estas?
10:29 am
- Alanna

— Biología.
10:30 am
- Sarah

Alanna se apareció en mi clase en busca de sus auriculares y desde el instante en el que entró, se escuchaban chiflidos y piropos de parte de mis compañeros de clase. Mi hermana menor era muy hermosa además tenía algo en ella que les gustaba a los chicos. Talvez su baja estatura que infundía ternura, o su mirada. Sé que es la altura, no sé qué tienen las chicas bajas que les gustan tanto a los hombres. En cambio a las jirafas ni nos miran.

Ella es de ojos color miel tirando a verde y piel blanca como la leche, además usa su cabello corto por los hombros, que da a conocer su actitud de diva. Broméenle sobre su estatura si quieren verla furiosa. A diferencia de ella, soy más alta. En realidad soy bastante alta. Mis ojos son algo claros, verdes musgo en realidad, piel muy blanca y mi cabello pelirrojo largo por casi la cintura. Soy la mayor y de alguna manera siempre me he sentido inferior a ellas, Alanna y Amie son preciosísimas y yo... Bueno. Soy pelirroja y tan pálida como un papel. No hay nada genial en mí, no me comparo con ellas porque es imposible. De las tres soy como el patito feo que nunca evolucionó.

...

El Trío Perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora