(***Vía Telefónica***)
("Llamando a Amie")
— ¡Hola! — Contesta la llamada.
— ¿Dónde mierdas estás? Se supone que vendrías por mí a las 2:00 pm. Llevo esperándote media hora y ni siquiera contestas tu móvil.
— Hay tráfico. — Contesta y escucho la voz de Nana haciendo tostadas en el fondo.
— ¿Tráfico? ¿Dónde? ¿En la cocina?
— Bien...— Bufa de ironía. — Me quedé dormida.
— Amie... Dejé mi cartera y mi móvil en casa. No podía llamarte y tampoco puedo llamar un taxi. Adivina... Porque no tengo dinero para pagarlo.
— Solo relájate. Estoy saliendo. — Dice mientras cuelgo la llamada.
Había llamado a Amie del móvil de Isabelle, por suerte sabía su número telefónico de memoria. Le agradecí a Isabelle por su cortesía y por prestarme su móvil.
Si no fuera porque mi auto está en reparación y no hay nadie más en casa que funcione como chofer, ni siquiera estaría hablando con ella. Llevaba probablemente más de media hora esperando afuera de la academia de baile.
Isabelle se encontraba a mi lado, ella esperaba a su abuelito, el cual se había atrasado al igual que Amie.
— ¡Adiós! ¡Sarah! — Se despide mientras se adentraba en el "Buick riviera 1972" color negro. Un auto clásico y en buenas condiciones.
— ¡Hasta Pronto, linda! — Contesto mientras me despedía haciendo una señal con las manos.
Amie llegó por mí y le supliqué que hiciera una parada en alguna cafetería cercana, había una en particular, una de mis favoritas a la cual en ocasiones asistía con Isabelle luego de los ensayos. Isabelle era una chica muy simpática y me agradaba. Tenía algo en ella que la hacía especial, su forma de ser, risueña pero apta para sus 17. Tenía un gran corazón. Y era mi amiga.
Me bajé del auto y aparté una mesita mientras Amie estacionaba el coche en el estacionamiento de en frente.
La cafetería era muy conocida por todos y siempre había personas allí.
Ordené una taza de café y una rebanada de "Pie de manzana". Amie ordenó un licuado de moras silvestres y una crepa salada de pollo. Luego de terminar mi rebanada de "Pie", ordené también una crepa de pollo, la que Amie había ordenado estaba deliciosa.Ella tenía su móvil entre las manos mientras comía lenta y tranquilamente su crepa. Por mi parte, devoré la crepa y el café en segundos. Salimos de la cafetería.
Al llegar a casa busqué mi móvil y contesté algunos mensajes. Adam estaba de viaje con su madre a la casa de sus abuelos maternos en Broomfield, Colorado.
Lo envidiaba por el hecho de que tuviera abuelos. Los míos fallecieron mucho antes de que yo naciera.
Mi padre nunca conoció a su padre, vivía solo con su madre y ella falleció cuando él tenía la edad de veinticuatro años. Mis abuelos maternos murieron en Francia, tres meses antes de que yo naciera.Debe ser lindo tener abuelos, es como tener padres, solo que te consienten más, son más dulces y siempre huelen bien. O por lo menos eso creo.
Caminé hasta el baño, me desprendí de toda la ropa, quedando desnuda y entré a la ducha, abrí el tubo del agua fría y dejé que ésta cayera sobre mis hombros y cuello sudoroso. Escuché la puerta del baño abrirse. Nunca nadie entraba a mi habitación sin tocar. Eso era extraño.
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El Trío Perfecto.
Novela Juvenil¿Tienen hermanas, o hermanos? Como ya saben la vida con ellos, suele ser un poco frustrante; pero también tiene bastantes beneficios. Hay altibajos como en cualquier familia, hay problemas, hay discusiones y reconciliaciones. Las Clinton, probable...