Jueves por la noche, tomé un tazón de helado de limón de la nevera, luego de la cena.
La señorita Miller había preparado una exquisita lasaña de pollo y estaba deliciosa, era una lástima que se terminó tan rápido.
Con el estómago lleno, aburrida y sin ganas de nada más que, comer y engordar por siempre, me acosté en un sofá de la sala principal, me coloqué los auriculares y devoraba mi tazón de helado sin dejar nada dentro.
Al terminarlo coloqué el tazón en la mesita de vidrio del centro de la sala, y solo me acosté y cerré los ojos, tratando de descansar un poco.
En veinte minutos aproximadamente, tenía que empezar una velada de estudio toda la noche y madrugada, mañana tendría examen de matemáticas, podría no estar tan difícil pero de igual forma tenía que estar preparada. No quería que me tomara por sorpresa y tenía que poner todo mi esfuerzo en el último año. De nuevo.******
"Viernes por la mañana"...
Antes de despertarme por completo, siento unos suaves pero seguidos punzones en el hombro derecho. Cada vez eran más bruscos. Hacía frío y no quería despertar.
— ¡Sarita! Cariño. — Dice Nana mientras continúa punzándome con su dedo anular en el hombro.
Sin decir nada y con los ojos cerrados, solo asiento con la cabeza.
— ¿Pasaste la noche en el sofá? — Pregunta de nuevo con los brazos cruzados.
Esa pregunta hizo que me suspendiera del cálido sueño y abriera los ojos como platos.
— ¡Mierda! Me quedé dormida en el sofá y no estudié nada. — Pienso sentada en el sillón. Me había suspendido tan rápido del sofá que me había mareado por unos segundos.
Por el rápido movimiento al despertarme y levantarme ahora todo daba vueltas y me dolía la cabeza. Con los auriculares aún puestos, miro la hora en mi móvil el cual estaba a punto de descargarse. Eran las 6:00 am, todavía era muy temprano.
— Si Nana, pasé la noche aquí. Y ¡Buenos días! — Digo adolorida, probablemente dormí en una mala posición toda la noche. Mi espalda estaba engarrotada y me dolía el cuello.
— Buenos días Bella Durmiente. Sé que aún es temprano pero si quieres te puedo preparar el desayuno primero. — Dice dulce achinando sus ojos con una sonrisa. Se formaron tres arrugas notables en sus ojos.
— Claro... Bella Durmiente sin lo "Bella". — Contesté — Y si, por favor Nana. Te lo agradecería. Necesito un café negro y muy fuerte.
Subí a mi habitación con el fin de estudiar una hora o dos antes de alistarme para asistir a la secundaria. Al buscar en mi mochila, observo que no estaban allí mis apuntes, furiosa y preocupada tomé mi móvil para así llamar a Owen.
(Vía telefónica)
— ¿Qué? — Dice somnoliento del otro lado de la línea. Tenía la voz ronca y adormida.
Seguramente estaban dormido y lo desperté.
— Tienes mis apuntes de matemáticas. ¿No es cierto? — Pregunto firme y autoritaria.
— Eso creo. — Suelta terminando un bostezo.
— ¿Los tienes o no?
— Si. Sarah. Si los tengo.
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El Trío Perfecto.
Teen Fiction¿Tienen hermanas, o hermanos? Como ya saben la vida con ellos, suele ser un poco frustrante; pero también tiene bastantes beneficios. Hay altibajos como en cualquier familia, hay problemas, hay discusiones y reconciliaciones. Las Clinton, probable...