Capitulo 24.

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Por la mañana el primer jueves de las vacaciones, me levanté temprano como acostumbraba para asistir a la secundaria.

Aunque la alarma no sonó, porque obviamente la desactivé,  mi cerebro automáticamente me mandaba señales o algo para que despertara  temprano. A lo largo de esa semana me desperté a la misma hora. Cuando despertaba me obligaba a mí misma a dormir más luego de convencerme de que estaba en vacaciones. Era algo cansado. Solo alguien fuera de juicio se levantaría temprano en vacaciones.

Abrí los ojos y me quedé en la cama observando en techo de la habitación,  solo estaban allí acostada,  no pensaba en nada ni en nadie,  solo observaba el techo lizo, traté de dormir más pero se me hizo imposible, además de que Dona también estaba despierta.
Sentada en la cama, estiré mis brazos y mis piernas, abrí la oscura cortina para que los rayos de sol entraran a través del cristal del vidrio de la ventana. El día era soleado. Era un gran día.

Me puse mis pantuflas favoritas las cuales estaban a un lado de la cama,  caminé perezosa hasta el baño sin levantar demasiado mis pies del piso, prácticamente me estaba arrastrando.

Llevaba una sudadera hasta la muñeca color rosa y unos shorts cortos, casi siempre usaba shorts muy cortos para dormir. A veces solo una simple bata. 
Tomé una liga y sujeté mi cabello con una alta coleta, además de la coleta, también coloqué una vincha de elástico, despejando mi rostro de los pequeños pelitos de mi frente, para así lavarla. 
Me arrollé  las mangas y tomé jabón facial líquido de una de las gavetas del mueble del lavamanos. Tomé también una esponja facial de un cesto pequeño de mimbre al lado del lavamanos, estaba decorado con flores secas artificiales de color rosa. 
Coloqué una cantidad suficiente para eliminar la crema hidratante de anoche y las impurezas de mi cara,  retiré el jabón con suficiente agua, sequé mi rostro con una toalla seca y limpia, luego me cepillé. Humecté mi cara y apliqué crema hidratante en mis ojeras de siempre.
Abrí la puerta de mi habitación aún perezosa, en compañía de Dona. Bajamos las escaleras hasta la cocina y me serví una taza de café.
Le di los buenos días a Nana, la cual preparaba un pan delicioso el cual es uno de mis favoritos. En realidad siendo sincera, es mi favorito. 
La receta es muy sencilla y deliciosa,  solo se necesita un pan baguette, mantequilla o margarina de ajo, queso mozzarella o cualquier queso que se pueda derretir, y solo una pizca de especias.
Cortas el pan en pequeñas rodajas, se unta la mantequilla o la margarina de ajo en la parte superior e inferior, luego lo pones sobre una sartén para dorar por un minuto sin que se queme.
Luego pones todos los panes en un plato extendido y le agregas el queso que se pueda derretir por encima a cada pan, y una pizca especias.
Introduces el plato en el horno de microondas por un minuto, lo sacas y listo. Eso olía a gloria combinado con jardín de edén.
Es mi favorita manera de comer el pan baguette, además de que ni siquiera sabe a ajo. Tomé tres panes junto al café, terminé mi desayuno y tomé un tazón de frutas para así llevarlo a mi habitación. Le agradecía a Nana.
El día era extremadamente soleado, era una mañana muy hermosa. Afuera los pájaros cantaban, las personas sonreían y el aire olía a vacaciones. Busqué en mi armario un traje de baño o bañador enterizo, era especialmente para nadar. Me coloqué el bañador y los shorts que traía.
Además tomé los lentes de nadar.  Caminé en sandalias hasta la alberca, dejé la toalla en una de las sillas junto a la piscina,  también dejé allí mi móvil y los shorts.
Di un clavado hasta tocar el fondo de la piscina,  me gustaba nadar,  pero no tanto como a Alanna. Ella compite en el equipo de natación de la secundaria, además de ser la capitana o co-capitana. Por las mañanas dos o tres veces a la semana, antes de ir a la secundaria ella nada en la alberca. Aunque últimamente todos los días lo hacía.

Yo por mi parte prefiero el atletismo.
Me relajé en la piscina mientras nadaba de un lado a otro para así perfeccionar mi técnica.

Miré hacia la casa y observé a Amie en su balcón dentro de su habitación que daba justo en frente de la alberca. Mi habitación y la de Alanna no tenían balcón, pero si unas grandes ventanas.

El Trío Perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora