***En el salón de clase***
— Sarah. ¿Dónde está tu cuaderno de biología? Se supone que tú tendrías los apuntes de la semana allí. — Dice Owen inquieto y su tono de voz era obsesivo.
— No lo sé. En mi mochila, creo.
— No está allí... ¡Sarah! ¿Estás prestando atención? — Dice nuevamente tronando los dedos frente mis ojos, tenía la mirada ida en uno de los cuadro de cerámica del suelo, de la clase de química.
— Owen yo qué sé. Ve a buscarlo al casillero... — Suelto obstinada sin prestar demasiada atención.
— Bien. — Contesta necio. Apunté sobre un trozo de papel la combinación del casillero.
— 1-1-0-6-1-2. Es fácil. — Digo.
— Ya vuelvo... — Dice saliendo de la clase sin la supervisión del profesor. Ni siquiera estaba atento a lo que hacíamos. El señor Martínez leía cómodamente el periódico sobre su silla reclinable fingiendo trabajar. Owen fue y volvió en un abrir y cerrar de ojos.
— Toma. — Dice reposando el cuaderno sobre mi mesa.
— Owen. — Digo atrapando su atención.
— Si...— Contesta aburrido acomodándose su gorra hacia atrás. .
— Sabes que fui a un antro de chicas gay el sábado por la noche. — Suelto tratando se sonar de lo más normal y en voz baja para no ser oída por toda la clase en medio del silencio.— ¿Qué? — Dice frunciendo el ceño. No sonaba extrañado y eso me preocupaba.
— Es una larga historia. Te contaré en Educación física.
— Claro... Dice dudoso. Se quedó en silencio recostado sobre su silla y luego habló. — En menos de un mes, iré a Francia con mi familia. Visitaré a mis abuelos y pasaré Halloween allí.
— ¿Hablas enserio? ¿No irás a la fiesta de Halloween conmigo?— Contesto seria.
— Así es. Son solo dos semanas.
— ¿Hablaste con Jasmine sobre esto?
— No. Pienso decirle en hora de almuerzo.
— Bueno. Dile antes que compre traje para dos.
La campanilla de cambio de lección sonó. Las siguientes dos clases eran Educación Física.
Caminé al tocador de chicas y cambié mi atuendo por el uniforme de educación física. Me hice una alta coleta y até las agujetas de mis deportivas "NIKE".— ¿Sabes por qué Benny no está en nuestra clase de educación física? — Pregunta.
— No. Pero creo saberlo luego de que su nariz sangrara por mi culpa. — Contesto con ironía
— Nunca superaré ese momento. Lo recordaré por siempre en mi memoria por los siglos de los siglos.
— Amén.
Reímos al recordar a la chica en el suelo mientras sangraba. Era algo cruel pero era inevitable. El profesor dio una orden, primero estiramiento, luego calentamiento y al final, una partida de quemados. Chicas contra chicos. Genial.
Las mujeres hicieron una fila y los hombres otras. Se hecho suerte en una, "Piedra, Papel o Tijera" Los chicos sacaron piedra y las chicas papel.
Empezaríamos el juego. El silbato sonó y los chicos corrían como cucarachas del lado izquierdo al derecho del gimnasio. En cinco minutos la mitad de los chicos habían sido quemados. Owen aún seguía sin haber sido rozado por ningún balón.
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El Trío Perfecto.
Novela Juvenil¿Tienen hermanas, o hermanos? Como ya saben la vida con ellos, suele ser un poco frustrante; pero también tiene bastantes beneficios. Hay altibajos como en cualquier familia, hay problemas, hay discusiones y reconciliaciones. Las Clinton, probable...