Capitulo 18.

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ESCRITO POR.

Amie Clinton.

***Mucho tiempo antes del cumpleaños de Alanna***

Era un día normal, o por lo menos, eso parecía. Hace tres días que no recibía esas odiosas notitas de mal gusto en mi mochila. Eso estaba bien, suponía que habían superado el trauma de fastidiarme.
Como de costumbre, fui a la Secundaria, estuve en clases toda la mañana y tarde, en la hora del almuerzo almorcé con mi hermana Alanna, Jasmine y otros chicos en una de las mesas de concreto de la cafetería.
Ese mismo día en el transcurso de la hora del almuerzo, al estar a solas, Jasmine me comentó acerca de salir hoy en la noche, podríamos ir a un bar a tomar algo, ella, algunas amigas y yo. Era algo así como una salida de chicas.
Asentí y seguí con mi sándwich de carne y mayonesa. Al salir de la Secundaria, regresé con mis hermanas a casa.
Subí a mi habitación totalmente aburrida y esperando que nadie me interrumpiera para así fumar un poco de hierba. El día apestaba y solo eso me relajaba lo suficiente como para olvidar por un rato mis problemas y despreocuparme de la vida un momento. Desprendí mis zapatos y me coloqué una ropa más cómoda. Vagando de un lado a otro en mi habitación fluyendo música en mis oídos.
Abrí la puerta de vidrio que daba a un pequeño balcón solo para mí, en frente de la alberca. Era como una pequeña terraza en mi habitación. Las habitaciones de mis hermanas eran solo un poco más grande y con una gran ventana, pero no con balcón.
Me dirigí al baño donde saqué de la primera gaveta una pequeña bolsa plástica transparente con hierba dentro, busqué en otras gavetas, donde encontré boletas o papel de arroz para mis puros.
Con mis manos frías desprendí del papel, lo necesario para el puro y luego para el filtro.
Enrolé cuatro puros y los metí dentro de lo bolsa del suéter que llevaba puesto. Tomé un encendedor de un cajón de la cómoda, también un banco y lo situé en el balcón. Me senté en él, con mis auriculares puestos y mi espalda sobre la fría pared del balcón.
Allí sentada, encendí un cigarrillo de hierba, lo que hizo que me relajara y pudiera ver a perfección cada detalle de aquel atardecer.
Coloqué el banco dentro de mi habitación y salí nuevamente al balcón para sentarme en la orilla del grueso murillo de concreto. Sentada doblé mis piernas frente a mi pecho, para así situar mis manos rodeando mis rodillas.
Estando allí, fumé un poco más y pasé la tarde hablando por teléfono con Jasmine.
La fresca brisa ocasionó algo de frío en mi cuerpo, a pesar de que llevaba un suéter, el frío traspasaba aquella tela. Solo usaba eso, un suéter ancho y largo, también las bragas.
Bajé del muro y conecté mi móvil para que se cargara un poco antes de salir.
En el transcurso que estuve allí sentada, hablé con Jasmine acerca de donde iríamos ellas deseaban ir a Javi's Bar pero yo solo deseaba comerme unos tacos en "El buen taquero", eran 3 contra una. Ellas ganaron. Me comentó que asistiríamos a un bar-discoteca. El local era nuevo, lo habían inaugurado hace una semana, Amanda y Julie nos acompañarán y así todas conoceríamos el lugar. La cuestión es que yo ya había ido el primer día de inauguración de Javi's Bar, no era mi primera vez, pero no importaba que ellas no lo supieran.
También me comentó acerca de su novio, entre lágrimas confesó que el chico la maltrata con palabras y en ocasiones ha intentado golpearla, eso lo suponía, los moretones de sus piernas no son a causa de levantar pesas en el gym, lo que pasa es que él siempre se termina arrepintiendo y Jasmine lo termina perdonando como siempre. Qué estúpida.
Es cinco años mayor, además de ser un estúpido imbécil que obviamente no la merece, siempre le digo lo mismo, que lo deje de una vez por todas, pero de igual manera, como siempre, me contesta que lo ama y que no podría vivir sin él. No entiendo. ¿Qué clase de amor es ese? Cada quien se mata como quiere, pero esto es demasiado. Y si Jasmine no decía nada, yo lo iba hacer.

(Vía telefónica)

— Estoy harta Amie, te juro por Dios que ya no puedo más. — Escucho a Jasmine llorando del otro lado de la línea. Su voz era entrecortada y verla en ese estado me mataba.

El Trío Perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora