Secrets. {Louis Tomlinson Fan Ficción}

Capítulo veintitrés.

Narra Louis.

 

Diane se había quedado dormida de camino. Se veía tan adorable que me daba pena despertarla, así que tuve que ingeniármelas para sacarla del coche.

Cogí previamente las llaves de casa de mi bolsillo y las sujeté con la boca, abrí la puerta del copiloto y pasé uno de mis brazos por su espalda y otro por sus piernas para cargarla, la saqué con cuidado y cerré la puerta del coche dándole con el pie. Ahora venía lo divertido: abrir la puerta de casa. Como pude cogí las llaves en una mano y me las apañé para abrir. Ya dentro me encaminé hasta mi habitación donde, con suma delicadeza, la tumbé sobre la cama.

Volví al coche para coger su mochila y regresé a la habitación.

Observé a Diane. ¿Debería quitarle algo de ropa para que esté más cómoda?

Me acerqué a ella y le quité las Converse que llevaba puestas junto con los calcetines. Llevé mis dedos hasta el cierre de su pantalón, lo desabroché y se lo saqué despacio. A decir verdad, me estaba costando el no sacarle el resto de la ropa, despertarla y follármela allí mismo. Louis, contrólate.

La tapé y me metí en la cama con ella después de cambiarme. Enrosqué mi brazo en su cintura, pegándola a mí. En cosa de minutos me quedé dormido.

Diane se removió en la cama, despertándome en mitad de la noche. Respiraba pesadamente. Toqué su frente con el dorso de mi mano, mis sospechas eran ciertas.

Encendí la pequeña lámpara de mi mesita de noche.

-Diane –murmuré moviéndola ligeramente. Sus ojos se entreabrieron.

Me levanté de la cama y salí de la habitación.

Narra Diane.

 

Louis me despertó antes de salir de la habitación.

Mi piel ardía, pero la sensación de frío no abandonaba mi cuerpo. Me dolía la cabeza y me notaba débil, sin fuerzas.

Intenté sentarme sobre la cama cuando Louis volvió a la habitación.

-Toma, póntelo –dijo acercándose a mí y dándome un termómetro. Le hice caso y lo coloqué bajo la axila. Esperé unos minutos antes de ver la temperatura que marcaba-. ¿Cuánto pone?

-Treinta y ocho grados y medio.

-Tienes fiebre, ¿has traído los medicamentos?

-Sí, están en mi mochila –cogió mi mochila y buscó en ella la caja de los analgésicos para la gripe. Cogió una de los comprimidos y me lo dio antes de desaparecer de la habitación de nuevo.

Volvió con un vaso de agua, me lo tendió y se sentó a mi lado. Metí el comprimido en la boca y acerqué el vaso a mis labios para dar un sorbo.

-Gracias –le sonreí. Posé el vaso en la mesita que había en mi lado de la cama.

-De nada, Ane –de nuevo me llamó así, ¿por qué?

Se metió en la cama, extendió su brazo hacia mí, invitándome a reposar mi cabeza sobre su pecho y así lo hice.

-Louis, ¿puedo hacerte una pregunta?

-Ya la estás haciendo –se mofó.

-En serio… ¿Por qué me llamas Ane? –lo observé con atención.

-Me gusta llamarte así, no sé, resulta más íntimo. ¿No te gusta?

-Sí, es solo que, nadie me llama así, me parece… raro –por primera vez me miró con ternura.

-Pues ve acostumbrándote, te llamaré así más veces –su sonrisa crecía con cada palabra-. Venga, duérmete, necesitas descansar –un sutil toque en mi frente de sus labios y mi corazón comenzaba a bombear con más fuerza.

Por favor, que se pare el tiempo, rogué en silencio.

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¡Hola a todas! Han sido muchos días sin subir, pero aquí tenéis otro capítulo por fin.

Aprovecho para avisaros de que el próximo capítulo va a tener alguna parte algo subida de tono así que, por favor, no os trauméis.

Paréntesis.

  @SamSkies Me odias, ¿cierto? En el anterior capítulo no te mencioné para que no te diera un chungo y te murieras y ahora vas tú y dices “MATADME”. QUE NO, QUE NADIE TE VA A MATAR PORQUE NO QUIERO QUE TE MUERAS SDFGHJKL. Por cierto, me he pasado por tu perfil y quiero que sepas que me gusta mucho tu nombre :)

    @aneirastorza Por lo que veo eres nueva lectora… ¡BIENVENIDA! “Más adictiva que la droga” bueno, no creo que mi novela sea para tanto, pero gracias :D  

  Intentaré subir capítulo este domingo.   ¡Muchas gracias por leer!