Capítulo veintidós.

32.3K 960 33
                                    

Si yo fuera Hamlet, en este momento, diría algo parecido a: “Seguir o no seguir, he aquí la cuestión”. Pero no soy un personaje ficticio de una obra teatral de Shakespeare. Soy Diane Wells, una chica que ahora debe tomar una de las decisiones más importantes de su corta vida; aceptar o negarme a seguir manteniendo relaciones sexuales con una de las personas que más admiro en este mundo, Louis Tomlinson.

-¿Qué pasa si decido no continuar? –pregunté con la voz temblorosa.

Me miró frunciendo el ceño, extrañado por la pregunta.

-¿No quieres seguir con esto? –preguntó de la misma manera que yo.

-Contesta a mi pregunta –Pedí. Se pasó una mano por el pelo, bajando la cabeza, clavando su vista en el suelo.

-Me alejaré de ti, no volveré a verte, a buscarte o a hablarte –su voz se quebró a mitad de la frase. Mi corazón se encogió, detuve una lágrima que estaba a punto de salir y mi mirada cayó al suelo también.

Puede que eso sea lo mejor, no volver a estar con él.

-Sí, quiero seguir adelante con esto –no me da tiempo a procesar las palabras, mi boca habla con voluntad propia.

Louis me miró. Noto como se forma una sonrisa amplia en su cara. Ahuecó mi cara con sus manos y plasmó sus labios sobre los míos. Me impresionó su reacción, ¿tan feliz le hace que acepte continuar?

Juntó nuestras frentes cuando finalizó el beso. Acariciaba mis mejillas con los pulgares, su sonrisa no se borró en ningún momento.

-Cuándo… ¿Cuándo hablaremos sobre… bueno, ya sabes, lo “nuestro”? –hice comillas con los dedos en la última palabra.

-Cuando vuelva.

-¿Cuándo vuelvas de dónde? –no entendía nada.

-El tour. Aun nos quedan varios conciertos por dar. Volveré en dos meses –puse mis manos en su pecho y lo aparté de mí.

-¿Dos meses? ¿Y pretendías decirme algo antes de irte? –grité. La Diane exigente y cabreada salía a la luz.

-¿Por qué crees que te he estado llamando toda la mañana? –ya no había rastro de su preciosa sonrisa-. Si no te conté nada antes era porque pensaba que lo sabías. De todas formas hoy intenté contactar contigo para decírtelo y porque quería que pasáramos el día juntos ya que pasará bastante tiempo hasta que pueda verte otra vez. Pero a ti se te metió entre ceja y ceja la absurda idea de que me había tirado a tu amiga y no me cogías el maldito teléfono –levantó la voz. Me sentía un poco estúpida.

-P-perdón –balbuceé-. Creí que…

-Vale, no pasa nada –hundió sus dedos en su pelo-. Cámbiate –dijo de sopetón.

-¿Qué?

-¿No querrás ir así, no? –señaló sonriendo a mi cuerpo. Se me había olvidado por completo que todavía llevaba el pijama puesto.

-¿Ir a dónde? –se encogió de hombros.

-No sé, ya veremos. O ¿prefieres que nos quedemos aquí?

-Mejor quedémonos. No creo que deba salir.

-¿Por qué?

-Estoy enferma y fuera hace frío, no quiero ponerme peor –aclaré. Se quedó callado con la mirada perdida.

-Tengo una idea –salió disparado hasta mi habitación.

-¿Qué haces? –abrió mi armario y rebuscó en él hasta encontrar una sudadera que me lanzó y un par de pantalones-. Louis, ¿qué haces? –no sé por qué pero la situación me hacía gracia.

-Ponte eso y mete en alguna mochila lo que necesites, vas a venirte conmigo a casa –dejé de sonreír, abrí la boca impresionada por lo que acababa de decir-. Venga, ¿a qué esperas?

-¿Cómo que vamos a tu casa? –era incapaz de asimilarlo.

-Seré tu enfermero hasta mañana. No te preocupes, estaremos solos. Y mañana vendré a traerte antes de que tenga que irme –besó mi mejilla-. No tardes en prepararte, te espero en el coche –dicho esto, se fue.

Recapacitemos, primero discutimos y ahora se ofrece a llevarme a su casa y cuidarme. No doy crédito.

No perdí más el tiempo y me cambié, poniéndome la sudadera y los pantalones que él me dio, busqué una pequeña mochila y metí en ella lo que necesitaría. Antes de irme le mandé un mensaje a Sam para avisarla de que no estaría en casa.

Cogí las llaves y me aseguré de cerrar la puerta.

Entré en el coche de Louis y éste me sonrió.

-¿Lista? –preguntó.

-Sí, sólo espero que me cuides bien –dije a modo de broma mientras me colocaba el cinturón.

Se removió en el asiento para acercarse a mí y me besó.

-Te voy a cuidar tan bien que desearás estar enferma de por vida –murmuró. Jadeé inconscientemente.

                               ___________________________

Últimamente he subido bastante seguido en comparación con otras veces, pero lamento deciros que posiblemente hasta el próximo fin de semana no pueda subir otro capítulo, no me odiéis por ello T.T

Seguís pidiéndome que Diane le dé celos a Louis, tranquilas, todo a su tiempo sdfghjkl.

Hoy no menciono a nadie porque no quiero ser la “Casi-Asesina” de ninguna lectora JAJAJAJA.

Gracias miles por leer y votar. Y comentar, me encanta que comentéis ^^

¡Os quiero! <3

Secrets. {Louis Tomlinson Fan Ficción}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora