Capítulo uno.

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–¡Diane, date prisa! –Gritó Samantha por séptima vez.

Até los cordones de mis Converse, me puse la cazadora vaquera y metí mi móvil y las llaves de casa en uno de los bolsillos. 

Bajé las escaleras rápido, pero con cuidado, hoy no podía permitirme lesionarme.

–Por fin –Soltó un exagerado suspiro de alivio al verme– ¿Has cogido la entrada?

Llevé mi mano a un bolsillo interior de la cazadora, saqué aquel trozo de papel tan importante y se lo enseñe meneándolo ligeramente en el aire. 

Salimos de casa y comenzamos a caminar.


                                                          ***


"Todavía no me lo creo" dije para mí misma en cuanto entramos en el recinto. 

Hoy era el día tan esperado por las dos. Un día especial e importante. La cuenta atrás por fin había llegado a su fin. Hoy, y por primera vez, veríamos a nuestros ídolos en concierto. 


Aunque habíamos llegado pronto, allí dentro había gente a patadas.


Sam me cogió del brazo y me arrastró hasta la pista, dónde empezó a abrirse paso entre la gente a base de empujones. Esta chica no se corta un pelo. 
Aunque gracias a Sam conseguimos colocarnos justo enfrente del escenario.


El concierto estaba a punto de empezar y mis nervios estaban a flor de piel. 

Samantha y todos los que estaban allí empezaron a gritar en cuanto el estadio quedó a oscuras.
De pronto, unas luces en el escenario se iluminaron y aparecieron los cinco idiotas que habían robado mi corazón: Zayn, Liam, Harry, Niall y él, mi gran debilidad... Louis.


Chillé con todas mis fuerzas al verlos.


Estaba pasando de verdad, los tenía a escasos pasos de mí y seguía sin creérmelo. 


Comenzamos a saltar, bailar y gritar a pleno pulmón en cuanto empezaron a cantar 'Up all night', la primera canción.



No paraba de reír con las tonterías que hacían sobre el escenario. Su inmadurez me hacía quererlos más.



Pero con las primeras notas de 'Little Things', las risas se acabaron, y aquello pasó a ser un festival de lágrimas.

Quise contener mis ganas de llorar, pero no fui capaz. 
Las lágrimas brotaron contra mi voluntad. 


No entendí el por que, pero Louis se acercó al borde del escenario y se quedó delante de mí. 
Me miró y se arrodilló, se inclinó hacia delante y estiró su mano hasta que consiguió acariciar con sus dedos mi mejilla húmeda, limpió una lágrima que estaba a punto de caer y me sonrió. 

–No llores –Logré escuchar con dificultad. 

Se levantó y volvió con sus compañeros.


La expresión "quedarse de piedra" definía a la perfección el estado en el que me encontraba. 


Giré mi cara hacia Sam, ella tampoco podía asimilar la escena. Ni ella, ni nadie de los que estaban a mi alrededor.



El concierto siguió, pero yo no era la misma. Estaba en trance después de lo que acababa de ocurrir. 



'What Makes You Beautiful' marcaba el final del concierto. El panorama en ese momento era el siguiente: Todo el mundo sonriendo, pero a punto de llorar, dándolo todo con la última canción.

Miré por última vez a los cinco. Y me paré en Louis, el cual, al ver como le miraba, me guiñó un ojo y sonrió. 

Por un momento me olvidé de como respirar. 



–Diane, ¿sigues entre nosotros o ya estás en tu mundo multicolor? –Volví en mí con el comentario de Sam.

El concierto había terminado y yo no me había dado cuenta.

–Perdón, estaba...

–Pensando en mí, ya lo sé, te pongo –Apartó su pelo y colocó las manos en su cadera.

–Boba –Reí.


El lugar se iba vaciando poco a poco. Nosotras salimos de las últimas por petición de mi compañera.


–Oye Diane, ¿no te gustaría poder conocer a los chicos?

–Sabes de sobra que sí.

Sam sonrió de esa forma tan suya. Estaba tramando algo.

–Sea lo que sea, no.

–¿A qué te refieres?

–A lo que estás pensando. No cuentes con mi ayuda. Siempre termino metiéndome en problemas por tu culpa.

–Esta vez es diferente.

–Eso mismo dijiste las últimas cuatro veces.

–Vamos Diane, no seas aburrida.

No le hice caso, le di la espalda y seguí andando por el pasillo para salir del estadio.

–Está bien, no vengas conmigo. Iré sola –Gritó indignada.

Suspiré y me giré. Seguramente me arrepentiría de esto más tarde.

–Vale, tú ganas. Te acompaño.

–¡Bien! 


Y así fue como de repente estábamos corriendo por los pasillos y esquivando guardias de seguridad. 
¿Quién me iba a decir a mí esta mañana que terminaría colándome en los camerinos de mis ídolos?


–Ahí está –Señaló una puerta que estaba abierta y de la que salían unas chicas eufóricas. Supongo que serán las típicas niñas de papá que pueden permitirse un pase M&G.

–Este es el plan -Dijo mi compañera captando mi atención-. Nos haremos pasar por... –Abrió los ojos como platos. Algo o alguien que se encontraba detrás de mí había causado esa reacción en ella.

Me dí la vuelta. Mierda. 

–¿Puedo ayudarlas en algo, señoritas? –Perfecto, un guardia nos había pillado.

–Emm, sí, verá... Nos hemos... Perdido. Estamos buscando los camerinos... Tenemos un pase M&G y... –Si el guardia se cree eso, quiere decir que no es muy listo.

–Ah, en ese caso, el camerino de los chicos es esa puerta de ahí –Nos sonrió. Lo que yo decía, la seguridad aquí no funciona muy bien. Ni siquiera nos ha pedido que le enseñemos el pase para corroborar lo que Samantha le ha dicho...


–¿Ves que fácil ha sido? –Murmuró Sam cuando nos alejamos del guardia. 


Dos fans más salieron del camerino cuando íbamos a entrar.


Sam me cogió de la mano, nunca la había visto tan nerviosa.

Dí unos toques en la puerta, avisando de nuestra presencia, y entramos. 
Se giraron los cinco, con esas preciosas sonrisas en sus caras.
En un abrir y cerrar de ojos, Sam estaba asfixiando en un abrazo a Liam y a punto de llorar de emoción.

Yo, por el contrario, me quedé inmóvil. 

El chico rubio se acercó a mí para saludarme. Me abrazó.
Su amigo de rizos hizo lo mismo. Y después el chico moreno. En ese momento lo busqué a él con la mirada.

Estaba abrazando a Sam, bueno, siendo privado de su respiración gracias al abrazo de mi amiga. Me vio. Su expresión cambió por completo.
Estaba serio.
No me quitaba la vista de encima. Sentí como si estuviera desnudándome con la mirada. Con esos ojos claros tan brillantes...


Liam me sacó de mis pensamientos cuándo se acercó a saludarme. Y lo agradecí. Últimamente me pasaba mucho tiempo en mi mundo.


Ahora era su turno. Louis se acercó, con parsimonia y sonriendo.

Secrets. {Louis Tomlinson Fan Ficción}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora