Secrets. {Louis Tomlinson Fan Ficción}

Capítulo cincuenta y cuatro.

Narra Louis

No sé cómo me dejé convencer por Diane para quedarme si se suponía que estaba cabreado con ella por la discusión que tuvimos en la cocina. Bueno, rectifico, sí lo sé, tenía su mano sobre mi polla y me rozaba los labios con los suyos mientras me insinuaba en un susurro que utilizáramos el resto del lubricante.  A veces creo que la persona que juega con alguien aquí, es ella.

Mientras estaba solo analicé el espacio en el que me encontraba; su habitación. No tenía una decoración exuberante ni abusaba de los peluches o posters como algunas adolescentes. Los tres únicos posters que adornaban una de las paredes eran de Ed Sheeran, James Arthur y cómo no, uno de One Direction. También tenía algunos dibujos pegados por las otras paredes, todos firmados con su nombre. Recordé que la primera vez que estuve en su cuarto vi unos dibujos sobre su escritorio, ¿estudiaba artes o simplemente le gustaba dibujar? ¿Sólo estudiaba o también trabajaba? ¿Tendría hermanos o hermanas? ¿Cuándo era su cumpleaños? No me mencionó a su familia ni nada relacionado con su vida privada desde que la conocí, aunque, la verdad, es que han sobrado bastante las palabras, si no estábamos discutiendo estábamos follando, raras veces nos dirigíamos la palabra para mantener una conversación tranquila o profunda. Realmente no conocía nada acerca de ella. Apenas sabía su nombre y poco más y seguramente Diane -exagerando- sabía hasta la marca de dentífrico que usaba. Visto desde fuera eso era demasiado penoso.

-Buenas noticias, Sam se quedará a dormir en casa de una amiga –anunció Ane entrando en la habitación.

La miré sonriendo antes de desviar otra vez  la mirada hacia los dibujos.

-¿Has hecho tú todos estos dibujos? –pregunté prestando toda mi atención a un boceto de lo que parecía ser el torso de un chico con unos tatuajes un tanto familiares.

-Antes de que lo preguntes, sí, ese eres tú. Bueno, una parte de ti –informó acercándose y parándose a mi altura-. Y sí, todos estos dibujos los he hecho yo.

-Pues te felicito, estos dibujos son impresionantes. Pero…

-¿Pero…?

-Creo que te has pasado dibujándome tan musculoso. Qué pasa, ¿no te gusta mi cuerpo tal y como está? –sonreía pero en el fondo me sentía un poco insultado, quiero decir, ¿ella pensaba que no estaba bueno? Menuda patada en mi ego.

-Que se me haya ido la mano un poco al dibujar no quiere decir que no me guste tu cuerpo –dijo rodeando mi cintura con sus brazos.

-Más vale que eso sea verdad porque sino herirás mis sentimientos –bromeé.

-¿Sentimientos? ¿Tú tienes de eso? –dijo socarrona.

-Qué graciosa estás ahora. ¿No sufrirás un trastorno bipolar, no? Porque hace poco más de media hora querías arrancarme la cabeza –recordé sonriendo irónico.

-¿Prefieres a la Diane bromista o a la Diane gruñona? –preguntó poniendo las manos en las caderas y arqueando una ceja.