capítulo 129 Distraída.

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¿Acaso el sueño que tuve había sido una advertencia por parte de los dioses supremos? ¿O solo había sido creación de mi subconsciente?

Esas preguntas habían vagado por mi mente en estos últimos tres meses.

Mantenía la taza de café en mis manos, mis codos sobre la mesa.
Comencé a oír el llanto de James que era lejano pero no podía reaccionar.
Aquel sueño me había dejado temor y cancelé el ir a Nueva York, por lo que aún seguíamos en esta casa.

- Dylan. ¿Puedes ir a ver a James? Sé que me toca cuidarlo, pero tengo que terminar de pegar esta parte de la alacena - dijo Steve.

- Ahhh - fue lo único que artículé frunciendo el ceño. Aun no salia de me trance, seguía mirando el café.

- ¿Dylan? -

- Em, sí - sacudí mi cabeza - Yo voy - me puse de pié y caminé hacia las escaleras rumbo a la habitación.

Tomé a James en los brazos y comencé a mecerlo de un lado a otro pero seguía llorando.

Vi su biberón vacío y bajé rápidamente a la cocina, tal vez tenga hambre.

Deposité a James en su silla de comer y fui a prepararle su biberon. Vacíe agua en el cilindro y luego tomé el bote de leche, pero fui tan inútil que al momento de abrirlo salió volando y todo se derramó - Imbécil - artículé mirando el polvo de leche en el suelo.
Me sentí tonta y los llantos de James me hacían sentir nerviosa, estaba comenzando a ponerme de mal humor.
Fui al refrigerador y saque una papilla, la abri tomando una cucharada de ella y la metí a la boca de James, este se calló y me miró con una sonrisa.

Diablos no debía tratarlo así, es mi hijo y soy una dramática.
Noté que mis manos temblaban, trataba de detenerlas pero no podía, no quería que Steve me viera así, sin embargo era inútil. Él estaba a dos metros de mí, sabia que había visto todo este desastre.

- Yo... lo hago, ve a descansar - Steve me miró compasivo y quitó la cuchara y papilla de mis manos.

Limpié el sudor de mi frente - No sé que me esta pasando, pero no me siento bien - suspiré sentándome en a una silla.

- Creí que no lo habías notado - dijo con una media sonrisa.

- Has de pensar que soy dramática - suspiré tocando mi frente, quería averiguar si no tenía temperatura o esas enfermedades humanas.

- Te conozco hace siete años, sé que algo te afectó y ese algo es ese misterioso sueño de "un choque en auto" ¿cuando me dirás el verdadero? ¿Dentro de otros tres meses? - Steve hizo comillas con sus dedos mientras enarcaba sus cejas.

Entreabrí mi boca sorprendida. ¿Cómo supo que era mentira?
Bueno, es obvio que convivir por siete años te hace conocer cualquier notorio efectó de algo en la otra persona - Mi sonambulismo, el cuchillo en mis manos frente a mi corazón, supongo que es eso, ¿no? - dije tratando de sonar obvia y convincente.

- Sí, y eso también te afecto, ahora dime el verdadero sueño - dejo la papilla de lado junto con la cuchara y se cruzó de brazos.

- Ya te dije, soñé que chocaba y era espantoso porque había civiles muertos - miré el suelo.

- Bien, ya insistí estos meses, no volveré a insistir, quiero ayudarte, para eso estoy pero no puedo si no me lo permites, amor - nuevamente esa mirada compasiva seguido de un resoplido.

- Tengo miedo - hice unas mueca.

- ¿A qué? - Steve se agachó tomando mis manos, lo cual de alguna manera me hizo sentirme segura.

¿Odio o Amor? (Capitán América - Steve Rogers) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora