capítulo 120 Riendo Juntos

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Segundo sueño:

Los dioses bajaron a la tierra al no ver a su gema salvadora. Obligados a bajar, se sienten humillados y enfurecidos. Loki hechizo a Dylan, la oculto ante los ojos de ellos y eso los hace enfurecer. Para ellos tener que bajar a la tierra de los mortales es algo innecesario.

Sin embargo ellos recorren la tierra enojados. Mandan a la servidumbre en busca de mi hija. Los puedo ver en un continente, llamado; Europa. Con furia toman a las mujeres que se asimilan a ella, su gema.

Steve trata de convencer a Dylan de que no se entregue. Le ruega con lágrimas en los ojos, aun así, Dylan le dice que si no se entrega no servirá de nada porque la naturaleza de los nueve mundos creará una nueva especie si el sacrificio no se presenta.

-" Amor, entiende "- Dylan tomó las manos de su amado -" Steve, todos en los nueve mundos moriran si no me entrego, quedándome no servirá de nada, no tendremos la familia enorme queriamos porque ni tú ni yo vamos a existir más. Prefiero que existan ustedes.... Me tengo que entregar "- Dylan le acarició.

-" Por favor, quédate conmigo. Prometí no renunciar a tí, a nosotros. Dylan, ya veras que encontraremos una solución, no me voy a dar por vencido.
Solo...quédate "-

...

Cerré mis ojos doblando la hoja. La furia me invadía, quería golpear algo. Alguien con quien desquitar el dolor y enfado que se me estaba acumulando al leer los sueños de padre.

Me dolía leerlos, aun así tenía que hacerlo, tenía que saber que va a pasar, y estar prevenida.

-Es hermoso ¿No lo crees? - la voz de Steve me sobresaltó y rápidamente guarde la hoja en uno de mis bolsillos.

-¿Qué? - pregunté siguiendo su mirada - ¿El mar? -

-El atardecer - dijo mirando fijamente por el ventanal corredizo.

-Oh, eso. Es maravilloso - me puse de pié y me acerqué a Steve.

-¿Quieres? - me ofreció de una botella que tenía en las manos.

-¿Qué es? - miré con desagrado.

-No lo sé, solo la pedí y me la trajeron. También te pedí algo a tí - señaló la bolsa café que yacía sobre la cama.

-Veamos, espero y sepas mis gustos, Rogers - lo miré y enarque mis cejas.

-Perfectamente, amor - dijo sorbiendo de su botella.

-Vaya y sí eh. No te equivocaste - tomé la bebida en mis manos.

-Sé que es una de tus bebidas favoritas - me miró tierno.
Me acerqué a Steve y besé sus labios posando mis manos en su pecho.
Vi que Steve lanzo su botella y me tomó en sus brazos para depositarme en la cama - Volvería a tenerte entre mis brazos ahora mismo - dijo besando mis labios lentamente.

-Tranquilo, Steve. Descansemos - tomé su cara y besé su frente.

-No era en serio, cariño. Era broma - se recostó a mi lado.

-Jane decía que...de broma en broma la verdad se asoma - reí mirando el techo.

-Eso no es verdad. ¿Quieres ir a la playa? - me miró con sus manos en su pecho.

-Claro, pero se esta ocultando el sol. ¿Aunque sea de noche? -

-Aun mejor ¿No lo crees? - me sonrió.

-Bien, entonces me pondré mi traje - di un beso en la mejilla de Steve.

-Yo igual -

Me levanté y me puse un traje de baño, que era de dos piezas. Me coloque una camisa desgastada sin mangas y recogí mi cabello en un chongo/moño.

Steve se había colocado unas bermudas y dejo su torso al descubierto - Oye, oye, vas a alborotar a mil mujeres ahí afuera sin camisa - dije cruzada brazos en tono sarcástico.

-Oye, oye, tú vas a alborotar a mil hombres ahí afuera sin un pantalón - Steve miró mis piernas y luego regresó a mirarme.

Entrecerré mis ojos - Bien, estamos iguales -

-Exacto - dijo acercándose a mi - Me gusta cuando recoges tu cabello - dijo cerca de mi oído.

-¿Estas insinuando que nunca me peino? - lleve una mano a mi pecho indignada y con una sonrisa burlona.

-No dije eso, me gustas de cualquier manera - dijo y besó mi frente - Vamos pues - fue por las llaves de la habitación.

-Vamos - tomé una tela tipo mascada/pareo, para tapar un poco mis caderas.

Salimos de la habitación tomados de la mano tal cuales recién casados, cursis, enamorados y todo lo que se asemeje al amor.

Salimos del hotel y literalmente el mar se encontraba frente a nosotros, a unos veinte metros.

Y como supuse. Unas mujeres se le quedaban viendo a Steve.
Suspiré y no les tome importancia - Me gusta que ya no haya tanto sol. Imagina, soy morena, si me expongo al sol ¿Qué tenemos? Chocolate amargo, ¿Por qué? Porque los chocolates amargos son...negros - reí al oírme hablar, yo misma me hacia bullying - En cambio tú, tú solo te pondrías rojito de la piel - reí aun más.

-Me gustan las morenas - dijo él.

-¿Todas? - enarque mis cejas.

-Solo una - me miró sonriendo - Además no exageres, tampoco es como si te fueras a poner color carbón. Me encanta tu color de piel, me encantan las morenas y me encantas tú. Súbete - Steve se colocó frente a mi y me invito a subir a su espalda.

-Rogers, te cansare - reí tocando sus hombros.

-Sube - me ordenó y rodé los ojos subiendo a su espalda. Steve tomó mis piernas y yo me sujete de su pecho.

-Te amo, Steve Rogers - dije en su oído.

-Yo también, amor - Steve comenzó a dar vueltas sobre si mismo.

-No, no, no. Me voy a caer, Steve - decía a carcajadas.

-Vamos a mojarte - comenzó a correr hacia el mar.

-No, no, no - daba golpes en su pecho, pero él seguía caminando.

-Para eso nós pusimos traje de baño, para entrar al mar - dijo mientras nós adentramos a las pequeñas olas.

-Steve, no, no, esta helada, no, ¡Nooo! - grité al ver que Steve me soltó y caí al agua.

Me levanté rápidamente abriendo ma mandíbula y sacando el aguada de mi cara - No hiciste eso, cariño, no lo hiciste - dije y salí tras Steve quien me miraba burlón. Tomé a Steve del brazo y pegué un brinco para empujarlo - Rayos, ayúdame un poco, déjate caer - decía entre risas mientras trataba de empujarlo - Bien tendré que usar mi súper fuerza - dije sarcástica y cuando iba a tomar a Steve él me tomó como saco de papas y se lanzó a las olas junto conmigo.

-¡Ya basta! - lo tomé del cuello y lo besé.

Steve no me seguía el beso ya que no paraba de reir - Hace mucho que no me divertía así. Creó que fue desde la infancia - decía sujetando su estómago.

Tomé su cara y Steve reía a carcajadas. Su risa era contagiosa, jamás lo había oído reír así, tan libre, tan feliz y divertido. Besé su mejilla. Y con mi mano le lance agua en su cara.

-No - dijo riendo y me abrazo empujandonos a los dos al agua.

-Ya para de reír - dije yo también riendo carcajadas.

-No hasta que tú lo hagas - me tomó de la cintura aun riendo.

Le sonreí y nuevamente lo volví a besar.

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Sorry por tardarme mucho8(
Quería darles un maratón, pero aun no termino los otros capítulos y me iba a tardar más y bla, bla, bla.
No quería dejarlas sin capítulos en mucho tiempo, así que aquí esta este por lo pronto.

¿Odio o Amor? (Capitán América - Steve Rogers) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora