capítulo 119 Enorme Como Nuestra Familia

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Me levanté corriendo al baño porque de nuevo el estomago me estaba matando, necesita desechar lo que había comido anoche.

No se si sea normal lo que este pensando, pero odio el periodo del embarazo. ¿No puedo embarazarme y al siguiente día tener al bebe en mis brazos?
¿No? ¿No?...... Bien, a esperar.

Lave mi cara y salí del baño con una brazo rodeando mi estomago. Vi a Steve dormido y decidí que siguiera así. Tomé mi sostén del suelo y me lo coloqué, después saque un short de mi maleta y fui me senté en la pequeña cómoda de la ventana, dejaba ver el mar.

Steve y yo habíamos venido de luna de miel a una playa. A Hawai, sí, típico.
En la televisión casi siempre lo veía y eso despertó mi curiosidad, así que decidimos venir aquí.

Recordé las palabras que me dijo Steve anoche "Quiero que nuestra familia sea como el mar, enorme"

Reí ante el recuerdo. Desgraciadamente mi sonrisa se opaco recordando lo que padre me había dicho el día que le dije que estaba embarazada.

Padre tuvo varios sueños durante meses sobre mi destino, apuntaba en una hoja lo que recordaba. Dos días antes de que fuera con él, ató cabos y reunio todos los escritos, asi, acomodando los hechos cronológicamente. Dijo que lo que venía no era muy bueno, y estaba más cerca que nunca. Padre no podía contármelo, le dolía, así que decidió darme los escritos. Los tengo guardados en uno de mis bolsos. No quiero que Steve los vea, ni nadie más. No quiero que se enteren que el final esta cerca.

Primer sueño:

Los dioses supremos habian tomado a Dylan del mundo de los humanos. Dejando a sus conocidos desconcertados por su desaparición. Y, ahora, lo único que puedo ver es a mi hija pidiendo clemencia, pidiendo que la dejen tener su familia.
Puedo oír su llanto desgarrador, pero también puedo oír el ruego de su amado desde la tierra de los humanos. Aquel llanto de hombre resuena bastante en mi cabeza. Los dioses supremos le miran ignorando su petición.

"- Becka. Es el nombre que la Reina de Vanaheim, tu madre, te iba a dar. -" Dijo una voz femenina, pero a la vez causaba un estruendo. Y te hacia tenerle respeto. "- Sentimos mucho todo lo que esta pasando. No sabíamos que te irías a la tierra de los débiles, mucho menos que serias madre -"  volvió a hablar aquella voz -" Esta decidido antes de que nacieras. Fuiste, eres y serás la gema salvadora. Convirtiéndote en leyenda ante nuestra tribu. -"

"- Por favor, por favor. No lo hagan, no es necesario. Por favor, por favor -"  los ruegos de Dylan se intensificaban. Más llanto, más clemencia, más dolor.

"- Podemos, podemos sacrificar a alguien en su lugar, podemos... -" decía la voz femenina.

"- No, Clim. No, es ella y fin. Desde que le fue entregada a Odín le dejamos encomendado que no la dejara vivir una vida como las otras especias, ella era especial. Y para salvar los nueve mundos debía pagar un sacrificio. Odín decidió dejarla irse, dejarla hacer una vida, dejarla conocer otras especies y que tenemos. Una mujer perteneciente a tres mundos, con un vida hecha, con un alma en camino, con un hombre a su lado. Conocidos que le quieren, todo esto es culpa de Odín y de Frigga -" decía la voz de hombre, estruendosa y firme.

"- No, mi padre no tiene la culpa, ni mi madre. Solo, solo dejeme tener a mi bebé, en cuanto lo tenga volveré con ustedes y seguirán con el...sacrificio. Por favor, se los ruego -" el llanto de mi hija no cesaba, y cada vez golpeteaba más en mi corazón.

"- Si no lo hacemos ahora. La naturaleza por si sola arrazara con las especies de los nueve mundos, así, creando nuevas especies. Por eso cada vez que va a suceder esto, elegimos a alguien fuerte, gentil, valiente y sobre todo...con el alma más pura -"

"- Mi alma no es pura, no... -"

"- El alma pura no se mide en las acciones buenas o malas que hiciste, ni lo corrompida que esta. se mide al paso de tu niñez, fue pura y única. Nosotros vimos tu futuro antes de que nacieras, tu niñez fue la que te eligió, no nosotros -"

...

Lancé la hoja con furia y abracé mis rodillas apretando mi mandibula.

Padre me había dicho que los sueños podían cambiar, por lo que no sabia si llegaría a tener a mi bebé o no. El futuro podía cambiar si me iba por otro camino.
Aun así esta furiosa y desecha.
Las lágrimas comenzaron a resbalarme por las mejillas realmente quería gritar, maldecir a los dioses supremos por haberme elegido a mi.
¿Qué vieron en mi infancia para que me eligieran?
Mi infancia fue normal, como la de todo niño, supongo.

Sabia que tenía que contarle a Steve, por lo menos a él que era el padre del bebé que venía, pero no ahora, no en nuestra luna de miel.

-¿Dylan? - oí la voz de Steve. Rápidamente llevé mis manos quitando todo rastro de lágrimas - ¿Qué haces allí? - dijo en tono divertido.

-Ahhh, solo...solo quería ver el mar desde lejos. Es enorme - dije sin despegar la mirada del mar.

-Sí, sé que es enorme - río - Enorme como lo será nuestra familia ¿Cierto? - decía con voz ronca.

Sentí el nudo formarse en mi garganta, sentí esa punzada que te da en el pecho cuando algo te duele demasiado - Por su puesto, amor - aun miraba el mar abrazando mis rodillas.

-¿Dylan, tienes algo? - oí su voz preocupada.

-No, ¿por qué? -

-No...nada. Ya me estoy volviendo paranoico - dijo soltando una risilla.

-Tal vez sea eso - reí fingidamente y giré a verlo llevaba una sabana que le cubría de la cintura para abajo.
Bien Dylan, no te amargues el resto de tus días. Vive y deja vivir. Me puse de pié y caminé hasta Steve el cual buscaba algo en su maleta.
Lo tomé por la espalda en un abrazo y deje pequeños besos en él - Quedémonos en la cama, todo el día - dije de manera suplicante acariciando ligeramente su abdomen.

-¿Eso quieres? - se giró y me mando una sonrisa.

-Sí - dije rápidamente.

-Bien, solo déjame ponerme algo de ropa interior - dijo riendo y lo solté para que se cambiara. Fui y me subí a la cama tomando la misma posición que tenía en la cómoda.

-¿De verdad estas bien? Es que...cuando abrazas tus rodillas es porque estas enojada o porque estas triste - decía mientras colocaba su ropa interior.

Reí - No lo sé, tal vez es la flojera que traigo el día de hoy, tal vez - dije suspirando y haciendo una mueca del lado contrario al que Steve no me veía.

-Bien señorita flojera, quedémonos en la cama... Todoooo el hermoso día, soleado, con un enorme mar que no espera... ¿Cuándo? Oh, sí, mañana - dijo en tono sarcástico. Steve se recostó a mi lado y me jalo de un brazo para estar iguales.

-No quiero ir a la playa, no me siento bien - hice una mueca.
Realmente no me sentía bien, el estomago aun me dolía y las nauseas aun estaban presentes.

-Es por el embarazo ¿Cierto? - preguntó acariciando mi mejilla.

-Sí - dije en un resoplido.

-Bien, nós quedaremos en cama porque mi hermosa esposa lo pide - automáticamente sonreí ante la palabra "esposa"
Me hacia sentir vieja. Pero a pesar de eso, me hacia sentir sumamente feliz - Anoche...anoche fue muy, muy especial ¿No lo crees? - me miró con una sonrisa.

-Demasiado, diría yo - sonreí. Rodeé con mi brazo a Steve y me apegue a su cuerpo, él paso su brazo sobre mí acariciando mi espalda.
Me escondí en su pecho decidida a sentirme protegida por él.


Capítulo dedicado a ErikaOdair654

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Gua llorar por Dylan 😭

¿Odio o Amor? (Capitán América - Steve Rogers) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora