Capítulo 27 En su Pecho

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Era de madrugada y no podía dormir.
Las pesadillas haciendo alución a la muerte de mi hermano me atormentaban y no quería seguír siendo presa de ellas.
Así que decidí ir al living de la torre.

Estaba sentada en el sofá mirando por el gran ventanal que dejaba ver la ciudad y el cielo negro, la luna era la que iluminaba el lugar, sin embargo sólo lo hacía un poco.

Me dió un severo escalofrío, pues hasta los bellos de mi piel se herizaron al sentir una presencia detrás mio.
En un acto rápido me incorporé alarmada, creyendo por un momento que seguía en una pesadilla.

- ¿No puedes dormir? - preguntó con voz gruesa, y más ronca de lo normal.

- ¿Tú no puedes dormir? - le regresé la pregunta y di un largo suspiro tranquilizando mis nervios.

- No, y por lo que veo tú tampoco - Steve respondió rodeando el sofá para quedar al lado mio.

- La ciudad es bastante linda - dije mientras me acomodaba de nuevo en el sofá - Ven, siéntate - di palmadas al lugar que quedaba solo en el sofá - ¿Tuviste otra pesadilla? - pregunté en cuanto lo vi sentarse a mi lado.

- Soñé que la perdía... - entendí que se refería a Peggy, su mejor chica, aquella que tuvo en la Segunda Guerra Mundial, de la cual me contó hace tiempo - Pero no fue con ella - su mirada se agachó y dió un rápido suspiro.

Le miré extrañada - Si no fue con Peggy... ¿Entonces con quien fue? ¿A quien perdías? - mi voz sonó totalmente curiosa e insistente.

- A ti - soltó de manera rápida y yo sin saber que decir bajé mi rostro. Sentí como buscaba mi mirada, y tenía que demostrarme a mi misma que podía sostenerle la mirada a este hombre, así que le miré de manera paulatina, haciendo un recorrido desde su torso hasta sus ojos. Éstos brillaban, de una manera que ya antes había visto. La vez del hospital, cuando Steve se encontraba ahí. Tenía la misma mirada brillante.

Tomé el aire suficiente para armarme de valor y responderle - Eso no pasará, además solo fue una pesadilla - fingí restarle importancia.

- Claro - Steve asintió volviendo su mirada al ventanal. Sabía que esa no era la respuesta que él esperaba o necesitaba, pero realmente no supe que responderle. - Ven - me estiró su mano y sin darle rodeos la tomé. La apretó con firmeza, dando un suave jalón hacia él, indicando que me acercara.

Un poco lenta y de forma sonza lo hice, me acerqué lo suficiente como para tener en cuenta que Steve ya me tenía reposando sobre su pecho.

Los nervios aumentaron en mí, pero a pesar de eso, el escuchar su corazón relajado me mantenía enfocada en el momento. Además tenía un aroma muy peculiar, que sinceramente era una de las cosas que me agradaban de él, que oliera bien.

Posé todo mi peso en él, dejando entrar toda la confianza posible y cerré mis ojos al sentir su mano sobre mi cabeza, deslizando sus dedos en ella.

(...)

Comencé a sentir cosquillas en la nariz, además de un olor bastante agradable.
Pasé una de mis manos sobre mi nariz y de pronto sentí un sustancia suave ser esparcida por parte de mi cara.
Me levante de golpe y limpié mi rostro. Todos reían, Stark, Nat, Barton, Banner, Thor.

- ¿Qué les pasa? - chillé irritada mirando lo que había en mis manos y cara.

- Fue idea de Tony - Thor lo señaló riendo.

- Hey, hey, ¿Quién fue el que dijo que Dylan aún no tenía la madurez para salir con el cap? - Stark recriminó a Thor señalandole de forma juzgante.

Barton dió un silbido en mi dirección
- ¿Dylan, tú y el cap? -preguntó Barton riendo - ¿Te gusta? - su mirada burlona sólo hizo que la mía rodará.

- No y no vuelvan hacer eso - aún seguía limpiando los restos de crema batida que quedaban en mi cara.

- ¿Entonces por qué descansabas sobre su pecho? - la pelirroja cuestionó con una de sus cejas enarcada.

- Te veías tan apacible - el lado burlón de Banner salió a flote y yo solo giré hacia Steve. Lucia realmente descansado, sin embargo también incómodo sobre el sofá, había adoptado una posición un tanto mala para su cuello, así le quedaría adolorido. Y en medio de las risotadas y burlas del resto, sonreí, sonreí embobada recordando lo tonta que había sido anoche al responderle de esa manera.

Pero entonces volví a la realidad cuando sentí un empujón por parte de Thor - ¡Bah! - resoplé molesta - Estresan, ¿Sabía eso? - reprendí y rodé mis ojos para luego salir del living.

Al llegar a la habitación, lo primero que hice fue despojarme de mis prendas para darme un baño. Pues quería hacerlo rápido para después ir a desayunar.

Todo en menos de treinta minutos. Dejé mi cabello suelto para que se secara más rápido y me puse algo cómodo, unos pantalones de mezclilla junto con una sudadera de tela delgada que hacía alución a que tenía ganas de verme confortable.

Al salir de mi habitación frente a mi venía saliendo Steve.

¡Rayos!

Bajé mi vista a mi teléfono e hice como que no le vi, así caminé por el pasillo.

- Dylan - me llamó.

Maldije en un susurro y giré sobre mis talones -¿Qué sucede? - pregunté mostrando una pequeña sonrisa.

- Barton me contó lo que... te hicieron - resopló y lo vi reprimir una sonrisa - No era mi intención quedarme dormido anoche - arrugó su ceño y yo fruncí mis labios.

- No te preocupes, yo también me quedé dormida, así... que no importa - comencé a caminar al comedor y él me siguió - ¿No te duele el cuello? - cuestioné para aligerar el ambiente.

Lo vi llevar su manos a él y negó - No como creí -

- ¿Creíste? - le miré extrañada.

- Anoche tú fuiste la primera en quedarte dormida - sonrió burlón.

Le miré mal, sin embargo terminé riendo - Bueno, cabe admitir que tu pecho es muy cómodo - solté y entonces me retracté de manera rápida.

- ¿Lo es? - conocía ese tono y esa mirada, sabía que el creía tener todo bajo su control.

- Bueno... -

- Barton, ve eso - Stark interrumpió mi charla con Steve mientras nos señalaba con sus dos manos.

- Y luego niegan que no hay nada entre ustedes, ¡Ja!... ni mi abuela les creería - exclamó Barton mientras negaba y entrecerraba sus ojos.

Le resté importancia, evadiendo cada comentario y me senté a desayunar. Steve imitó mi acto y se colocó frente a mi.

- Bueno, Barton. Tambores - ordenó Stark y Barton tomó dos cucharas golpeteando la mesa, simulando que estaban por presentar algo - Esta noche... Fiesta de inauguración, ¡yeih! - Stark levantó sus manos ciertamente alegre.

Barton levantó sus manos de igual manera - ¡Yeih! - e imitó el sonido.

El resto nos miramos entre sí y asentimos confusos - ¿Para qué una fiesta? - pregunté indagante.

Stark enarcó una ceja en mi dirección y regresó la vista al resto - Como les decía. Será a las diez de la noche... Y si no tienen que ponerse, pues no es problema. Solo husmeen en sus armarios -








¿Odio o Amor? (Capitán América - Steve Rogers) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora