- ¿Qué? - pregunté a Hill. Todos se percataron de mi repetino cambio de volumen en mi pregunta y centraron su atención en mí - No, no, Hill... no me puedes darme ese departamento - le susurré y señalé el papel de compra.
- ¿Qué pasa cinicienta? - Stark se giró en su silla.
- Nada, Stark - lo miré de reojo y regresé mi vista a Hill - ¿De verdad no pueden darme otro departamento... en otro edificio? o por lo menos en otro piso, por favor - rogué a Hill.
- El departamento ya es tuyo, Dylan - Hill hizo una mueca.
- Hablen mas alto, no escuchamos - dijo Barton y le miré mal.
- ¿Crees que deba golpear a Nat por tener la grandiosa idea de que mi departamento esté en el mismo edificio y en el mismo piso que del de el Capitán? - pregunté a Hill un tanto molesta.
- En realidad... Fury lo decidió - señaló la puerta con su cabeza.
- ¿Fury? ¿Qué hice para merecer vivir a un lado de un anticuado que me odia? - le miré irritada.
- ¡Dylan! ¿qué pasa? - gritó Stark.
- Dylan, está decidido, lo siento - Hill me entregó una llave con un número como llavero y salió de la sala.
Genial.
Regresé a mi asiento y me tiré en él.
- ¿Entonces? - preguntó Barton y arrebató la llave de mis manos - Jum, numero ciento cinco - dijo mirando el llavero.
Suspiré mirandolo - No es por ser... mala onda, pero... ¿Siempre son así? ¿Entrometidos? - pregunté sarcástica.
- Querida es nuestra naturaleza, ¿Asi que...? - Stark me miró y parecía buscar una respuesta.
- Tengo el departamento, yeih - dije sin ánimos.
- ¿Dónde es? - preguntó Nat.
- Uh... No es tan lejos - le quité la llave a Barton y salí disparada de la habitación. Quería hablar con Fury acerca de mi nuevo departamento.
Llegué a la oficina de Fury y toqué un par de veces, de la nada la puerta se abrió sola y entré al verlo en un escritorio - Vengo a hacerlo cambiar de opinión sobre el departamento - dije mostrandole la llave.
- ¿Qué hay de malo en él? - noté su leve sonrisa.
- ¿Qué hay de malo?... pues todo, todo... no quiero vivir cerca del idio... - suspiré apretando mis ojos - Cerca de Rogers - corregí y le miré molesta.
Fury encogió sus hombros - ¿Crees que es un idiota?... es una leyenda - ahora enarcó sus cejas.
- Fury, creo que usted no es el unico que nota que Rogers y yo no congeniamos mucho que digamos, ¿Por qué hace esto? - apreté mi ojos - ¿Qué beneficio me trae vivir a lado de... la leyenda? - la ultima frase la dije en un tono burlón.
- Dylan, el departamento ya es tuyo, es un regalo, acéptalo... y si no quieres ver a Rogers en el edificio pues... evitalo... puedes retirarte - me señaló la puerta.
Abrí mi mandíbula incredula, primeramente porque me estaba dando cuenta que aquí no se hacía lo que yo quería y eso me molestaba mucho - Bien, pero si un día no soporto más a Rogers y me suicido... será su culpa - dije entre un sarcasmo y una molestia abundante.
- ¡Algún día me lo agradecerás! - gritó Fury riendo.
Estaba a punto de salir pero me detuve en el marco de la puerta al oirle - ¿Agradecerle por haberme obligado a vivir cerca de él?... No lo creo, está arruinando mi felicidad en esta tierra y en esta ciudad - lo miré y finalmente salí de ahí.
Fui a la cafetería del edificio y tomé algo de beber para tratar de hacerme la idea de que sería vecina de Rogers.

ESTÁS LEYENDO
¿Odio o Amor? (Capitán América - Steve Rogers) TERMINADA
FanfictionPrimera Temporada. (EN EDICIÓN) Dylan Odinson, hija de Odín. Pasa por un acontecimiento que da un giro total a su vida. Tras ser abandonada en el mundo de los humanos conocerá el dolor, la alegría, el odio y el amor. Disculpen los errores ortográfic...