—¿Marcella?-
La voz masculina de Logan a mi oído pasó de ser un simple y opaco ruido a una voz curiosa y preocupada que se escuchó con mucha más fuerza al sentir como sus dedos me sostenían de la cintura.
Mi pecho tomó el aire suficiente y mi mirada nunca se apartó del italiano alto y de aspecto intimidante que caminaba despreocupadamente por el enorme vestíbulo del hotel. Pude notar como aquellos intensos ojos verdes se pasearon por cada rostro desconocido... incluyendo el mío... y su expresión fue serena. No reconoció a nadie y solo una chica rubia fue capaz de acercarse hasta él con una muy amplia sonrisa.
—¿Estás seguro de que me trajiste al lugar correcto, Logan?-
Mi voz solo fue un pequeño murmullo inseguro mientras giraba para verlo con atención.
—Claro que si, El Hotel Savoy. Te traje justo a donde me dijiste.-
Sus ojos se abrieron de manera confusa mientras mis dedos sostenían con fuerza el pequeño bolso entre mis manos, asegurándome de vigilar hacia el camino. Las personas hacían ecos con sus múltiples cuchicheos mientras paseaban de forma despreocupada a nuestro alrededor.
El sonido del teléfono en el mostrador y algunas carcajadas que resonaban.
Fruncí el ceño.
De un instante al otro perdí la noción del tiempo, mientras mi cuerpo comenzaba a dar leves sacudidas... no estando segura de si se trataba del frío o todo era a causa de los nervios. Trague grueso al observar como Alex platicaba con aquella desconocida y le brindaba una sonrisa. Un susurro por parte del moreno a mi lado me hizo percatarme del ruido que hacía el sonido de mi celular debido a una llamada entrante, logrando hacerme contestar casi de inmediato.
—¿Hola?-
—Hola, mi amor. ¿Cómo estás? ¿Ya estas en el hotel como te lo pedí? - la voz despreocupada de mi padre me hizo apretar los labios y cerrar los párpados con algo de molestia.
—Papà...-
—Escucha, no hay mucho tiempo. Espero que no te moleste hacerme el favor, mi secretaria no consiguió a una dama de compañía que fuera adecuada para este tipo de trabajo.- ¡Mierda! De haber escuchado a tiempo que se trataba de Alex le hubiera dicho que no, definitivamente no hubiese llegado hasta aquí. Mis manos temblaron.- Estaba algo desesperado, espero que comprendas y me ayudes. ¿No lo hagas quedar en ridículo, si? Compórtate.- su tono de voz pasó de ser autoritario a uno lleno de súplicas y mi corazón se apretó.
—Claro, papà.- mis ojos se abrieron con resignación y no pude evitar hacer una mueca complicada hacia Logan. ¿Yo? ¿Dejarlo en ridículo?
—Perfecto, sabía que podía contar contigo. Cuando termine la cena me llamas. Quiero saber como les fue. Él debe estar por algún lugar del vestíbulo, le dije que te esperara allí.-
—Lo estoy viendo en estos instantes.-subí las cejas.- ¿Estás seguro de que debo quedarme? Parece muy bien acompañado.-
—No se supone que tenga a nadie, debe estar esperando por ti. -confirmó.- ¡Hazle el enorme favor a este viejo!-
Luego de una pequeña mueca por su miserable súplica, me asegure de fruncir la nariz con burla.
—No estás viejo, papà.-
—Si tu hermano o tu no se comportan estoy seguro de que envejeceré 20 años, no trates de echarte para atrás. Y recuerda una vez terminen, me llamas. ¿Hecho?-
Suspiré, visiblemente derrotada.
—¡Hecho!-
Luego de unos pocos segundos la llamada se cortó y mi amigo me miró con una expresión que no logré descifrar. Guarde, con pocos ánimos, el móvil en mi bolso de mano y subí las cejas tratando de no parecer inquieta.
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SUEÑOS OLVIDADOS © | SL #1 - COMPLETA
RomancePRIMER LIBRO DE LA SERIE "SIN LÍMITES" A los nueve años, Marcella Ames conoció lo que era el amor sin siquiera ser consciente sobre el enorme significado que poseía aquella palabra. Se preguntó a diario, ¿Por qué no era capaz de llamar su atención...